Por Tlaloc-Man
Twitter: @merodeadormty
Tomar café. Dos americanos. Hace cuánto no te ves así. Abrir con cuidado los sobrecitos de azúcar; pinche Vips ojalá fueras motel de paso. Pudieras ir, besarla, nacer, crecer y reproducirte debajo de su blusa.
Es bueno saber que quisieras que tu nariz rastreara su olor en esa región que abarca parte de su cuello. De la blusa que le quitarás en más o menos dos horas, hay que decir que sirve para muchas cosas.
¿Sigues usando el mismo perfume?, le preguntarías. Y ella diría que no tiene por qué cambiar; si ese perfume sabe que te vuelve loco y, no solo eso, sino que ella tiene muy en cuenta que te habrás masturbado quién sabe cuántas veces concentrado en esa fragancia. Jung, sus sincronías y cuatro compadres.
¿De dónde ha venido? Eso pasa cuando dedicas mucha atención a sus piernas, derriere incluido. Pantalón café, intelecto intacto e, inclusive, una imagen más sesudo-intelectual con los lentes. Los labios se sirven, los ojos son una prueba de Resistencia; en qué miradas estás, en qué quimeras cabes, Monterrey, o en cuántos Monterrey cabes, quimera, en qué elocuente planicie erótica te retuerces, frío; frío, caliente, caliente, es seguro que se te recargará. Tibio ni madres, hay que ir por lo que mereces. “Han atrapado al “manotas”, se escuchó en un comercial del gobierno.
Nervios, incluso un vistazo intravenoso te delataría poseso; que subiera los brazos, eso quisieras, ya dime, ¿que por quién voté? Pues por Andy. Y le da un sorbo al café y le miras el reloj: ya pasó media hora.
Segundo café, la plática no sale del cuadrante familiar. Su madre estuvo enferma por un tiempo. ¿Cuándo te besaré el derriere? El collar es fino, su piel aún más: alcurnia forjada en las afueras de la ciudad; perdió a su perro, perdió dos mil quinientos pesos la semana pasada. Entonces debo de pagarte todo, fue tu pregunta y catapulta; sí, sí pagas todo voy a donde quieras, dijo sin mirarte a los ojos. Resultado: pues lo obvio: tuviste una erección y ella, después del café del Vips y de decirte que fue a la primera marcha antiEPN, terminó por dejar tu miembro flácido.
