Luego del discurso, hubo aplausos. Santiago Levy Algazi, sonrojado, se dirigió al presidente Fox para el abrazo. Para la foto del recuerdo…
En su discurso del 22 de enero Levy Algazi dijo al presidente: "En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ya tenemos un trecho andado". Y agregó que: "por más de dos años ya se ha emprendido una cruzada por la calidad".
Pero la realidad difiere de la retórica del discurso. Las historias cotidianas que se viven hoy en diversos hospitales del IMSS del estado de México, muestran la indiferencia con que ha sido tomada la Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud.
PAGAR POR ADELANTADO
Julio Frenk Mora, secretario de Salud, basa su política de salud sobre tres "retos" fundamentales: Calidad, Equidad y Protección financiera. En el Hospital General de Zona número 76 del IMSS, le tomaron la palabra, esta es la historia:
A las 7 de la mañana del 27 de enero, la señora Rosario sintió dolores de parto, su esposo, José Guadalupe Vargas, la trasladó al hospital 76 en Xalostoc, Ecatepec.
Ya en urgencias, la enfermera de turno platicaba con el vigilante, permanecía indiferente.
¡Por favor atiéndanme!, gritó Rosario a punto del desmayo. José Guadalupe inquirió a la recepcionista: ¿Me va a atender señorita?, hasta entonces le contestó: Sí, ¿qué se le ofrece?… Mi esposa está a punto de dar a luz, ¡por favor atiéndanla!
Sólo con la fuente rota fue que la ingresaron.
Dos días después, Guadalupe Vargas fue citado por José Luis Rivas Valles, director del hospital, quien lo acusó de haber cometido fraude. Vargas explica: "Me dijo el director que podría ser acusado de fraude, porque mi esposa no estaba asegurada legalmente".
A cambio de no ser acusado de fraude, Guadalupe Vargas aceptó la cuenta que le presentó la directora administrativa Ocotlán Benítez Pérez: "¡Son 5,447 pesos de contado por el servicio!". Le dijo.
Los oídos de Benítez Pérez fueron sordos ante las súplicas de Guadalupe Vargas quien le pedía una "consideración" para pagar en dos partes el monto exigido, sin embargo, Vargas confiesa que gracias a la intervención de Raúl Muñoz Cedillo, encargado de la Contraloría del hospital, logró dar mil pesos de anticipo, y las facilidades de pagar el resto en dos partes iguales.
CALIDAD Y CALIDEZ
El cambio de turno en los hospitales del IMSS, deja a miles de derechohabientes sin atención médica, como ejemplo, el de la señora Matilde Sánchez, quien llegó a las dos de la tarde del 7 de febrero al HGZ 76 con la presión alta, explica que al llegar al consultorio familiar 31, la doctora Zapata abrió la puerta y le dijo: "No la puedo atender porque ya es tarde, pero vaya con mi jefe, el doctor Jiménez y explíquele su caso".
El doctor Jiménez es jefe de Medicina Familiar, y dio a Matilde Sánchez una orden para que la atendieran en urgencias… Ya en urgencias, Matilde Sánchez y su hija encontraron otra sorpresa: "Era cambio de turno y no había doctores". "Tiene que esperar como una hora", le dijeron.
La sombra de un árbol y el aire que le proporcionaba su hija, mitigaban la palidez de Matide Sánchez, quien esperó, impaciente, el criminal cambio de turno.
A la entrada de la clínica familiar 67 del IMSS, la señora Petra Martínez Castillo, platica a la reportera su estancia en el lugar, "sólo vengo por la receta, porque en mi trabajo me la piden; es un comprobante que me sirve para que no me quiten los vales que me dan". Afirma: "la medicina no sirve".
Explica:
"Traje a mi niño Enrique David porque tenía una infección en los ojos, lo revisó el doctor del consultorio familiar dos, y le recetó unas gotas". 15 días después, la enfermedad del niño "empeoró", por lo que Martínez Castillo llevó a su hijo a un "consultorio particular".
El médico le dijo: "Su hijo no tiene infección en los ojos, lo que tiene es una fuerte infección que proviene desde la garganta", y de acuerdo con su versión, "con unas inyecciones el niño se curó". Martínez Castillo concluye: "En realidad no me gusta el servicio que ofrecen, pero me conviene venir".
Ubicada en Xalostoc, Ecatepec, la clínica 67 del IMSS, tiene un aspecto menos tenebroso que el HGZ 76, en sus pasillos largos y limpios se percibe cierta tranquilidad, el doctor José Claudio Morales, director del nosocomio, asegura a Imagen Medica que los derechohabientes "son bien tratados, porque son muy pocos".
Las quejas también son recurrentes por la falta de medicamentos en el HGZ 68 en la colonia Tulpetlac, en el municipio de Ecatepec. Bertha García, familiar del paciente Luis Rosas Galindo, dice que ha tenido que regresar semana tras semana por sus medicinas, da cuenta del "despotismo" con que son tratados los pacientes que acuden al consultorio familiar número dos. Acusa: "La doctora Leticia Galindo es una persona prepotente y mal encarada, que siempre atiende de mala gana".
LA IMPUNIDAD
"Prohibido pasar alimentos". Dice así, un anuncio pegado en la puerta principal al HGZ 68 del IMSS. Atrás del anuncio, en el interior del hospital, en un puesto se venden tortas, gelatinas, flanes, dulces, y agua embotellada entre otra "comida chatarra".
Enrique Torres Torres, guardia de la puerta, cumple las instrucciones con recato, rehusa hablar con la reportera.
José Luis Hernández plática para Imagen Médica: "Los alimentos que se venden adentro, no están contaminados". Confiesa: "Yo sólo recibo órdenes de más arriba, la verdad si está mal; pero aún el director general del hospital, Manuel Jiménez Arenas, debe acatar las órdenes de la Delegación".
El también coordinador de vigilancia, cuenta que una vez se "metió en problemas": "Una vez quité ese letrero, y me regañó el licenciado Jesús M. González". Nunca lo volvió a hacer.
La muchacha que atiende el puesto se muestra temerosa, tiene prohibido dar "datos", tampoco da su nombre. Luego comenta: "Creo que es una empresa que tiene una concesión con el IMSS, yo soy sólo una trabajadora con salario, no es mi propio negocio". Agrega: "Entrego cuentas a mi supervisor, y la verdad, no se con quien se tenga que hablar para tener un puesto dentro del hospital".
Para conseguir su trabajo la dependienta del puesto tuvo que conseguir una recomendación, ya que, refirió, "nadie puede entrar así porque si".
Las complicidades de la alta burocracia, vuelven fallidos los intentos de Fox y su equipo de Salud por mejorar la atención primaria a los derechohabientes. Y es que, como peor ejemplo, el puente vacacional del 5 de febrero se extendió de más en el HGZ 76 del IMSS. Y en efecto, el miércoles 7, no se encontraban el director, el subdirector ni el administrador. De acuerdo con la versión inverosímil de sus secretarias, "se fueron a una junta". Ya no regresaron.
Sobre la fachada principal del descuidado hospital, la gran manta que cuelga dice: "Ayúdanos a servirte mejor".