Los enredos de Benjamín González Roaro
Dinero del ISSSTE al PRI: Serrano Jiménez
Criminal corrupción en el SITyF

Karina Ortíz García
6 de Febrero de 2002

 

Al igual que en la mayoría de los principales puestos de la administración pública federal, no encontraron entre los panistas -ni Vicente Fox, ni sus "head hunters"-, a personas capaces para dirigir al ISSSTE. Nombraron, en cambio, a Benjamín González Roaro, el "alfil" de la maestra Elba Esther Gordillo –actual aspirante del PRI a ocupar la Secretaría General de su partido-, con lo que la lucha contra la corrupción al interior de ese instituto quedó bajo la sospecha.

A unos días de que González Roaro se comprometiera ante los diputados de la Comisión de Seguridad Social del Congreso a "ejercer un eficiente control de los recursos asignados y mantener las acciones que permitan eficientar el otorgamiento de las prestaciones y, a fortalecer las medidas encaminadas a evitar la corrupción en el ISSSTE", sucede todo lo contrario.

En efecto, una visita al Hospital Adolfo López Mateos, deja en evidencia los sobreprecios a los que se venden los medicamentos a los consumidores las farmacias concesionadas, y más aún, el incremento de la corrupción que irrita.

La corrupción en el Sistema Integral de Tiendas y Farmacias (SITyF), del ISSSTE sepulta la estrategia 5 del retórico Programa Institucional 2001-2006 en la que supuestamente se busca "fortalecer el poder adquisitivo de los derechohabientes y población en general, ofreciendo mercancía y medicinas a precios bajos."

No es todo, recientemente González Roaro declaró que durante el 2001 el SITyF, – cadena comercial que opera en el mercado desde hace 42 años-, "logró reducir en más del 70 por ciento su déficit operativo con respecto al año 2000, cuando presentó pérdidas por más de mil millones de pesos".

"Pérdidas" que, en obvio, no han sido aclaradas.

Por si fuera poco, la "mafia sindical" en el ISSSTE fue tocada luego del aparente suicidio del delegado de ese instituto en Baja California Sur, Rafael Degollado Nava, quien antes de morir, legó a las autoridades el derecho de citar a comparecer a Benjamín González Roaro y al poderoso senador y líder sindical Joel Ayala Almeida, a quienes Degollado Nava dejó sendas "cartas póstumas", en la víspera de la renovación del sindicato del ISSSTE.

TAMBIEN PARA LAS CAMPAÑAS

De acuerdo con Emilio Serrano Jiménez, presidente de la Comisión de Atención a la Tercera Edad, Jubilados y Pensionados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Benjamín González Roaro desvía recursos hacia la campaña política interna del Partido Revolucionario Institucional (PRI), acusa:

— Con actos como el que está realizando ahora el director general del ISSSTE Benjamín González Roaro, que está destinando, desviando recursos del ISSSTE para la campaña política partidista de Gordillo, obviamente le está quitando más dinero al ISSSTE.

Y es que, explica, "están dando préstamos muy especiales del ISSSTE a los maestros, están destinando vehículos del ISSSTE para personal que están trabajando con Gordillo y es a través de Comunicación del ISSSTE por donde se está fugando el dinero."

Y advierte:

— Le vamos a pedir al secretario de la Contraloría, Francisco Barrio, que haga una investigación profunda y exhaustiva de nuestro dicho y, nosotros vamos a aportar también las pruebas de que se está ‘fugando’ el dinero del ISSSTE.

Para el diputado perredista, otro ejemplo claro de la corrupción que impera en el ISSSTE se da en el área de jubilados y pensionados. Aclara: "en la época de Carrillo Castro como director del ISSSTE, él dijo que había un billón de pesos para las pensiones y que eso iba a durar hasta el 2025, que lo cuidaran."

Sin embargo, asegura el diputado, "el problema fue que no lo cuidaron porque ellos mismos se lo robaron. ¡Los del ISSSTE! Entonces, prácticamente fue una advertencia –de Carrillo Castro-, y ahí se empezó a ‘desaparecer’ el dinero del Fondo de Pensiones, así lo fueron descapitalizando."

LAS QUEJAS

En el marco de la celebración de la promulgación de la Constitución que hoy nos rige, jubilados y pensionados se dieron cita en la plaza de la Constitución y, encabezados por un grupo de legisladores, protestaron por el inminente aumento a las tarifas eléctricas y por un mejor servicio y atención médica en el ISSSTE.

"Lo que estamos pidiendo es medicina y que nos atiendan bien", fueron las principales consignas que se escucharon en la marcha de la llamada "Revolución Blanca".

Para María Eugenia López, pensionada por parte de su esposo –muerto desde hace más de ocho años-, la atención que ha tenido en las clínicas del ISSSTE, ha sido insuficiente ya que la falta de medicamento -en especial el Captopril-, la perjudica, porque "nos obligan a comprarlo."

Otra mujer mayor, también pensionada, cuenta que su problema "es tener asma", agrega, que cada que va a la clínica que está por Ferrocarriles, no tienen el medicamento que requiere, asegura que "el propio director" le dijo: "si yo que soy el director, tengo que comprar la medicina."

Explica: "estamos pidiendo que no nos discriminen, porque había servicios para los que nos daban un apoyo, para que nosotros pagáramos un poquito menos en camiones, y sin embargo, los mismos transportistas, nada más admiten dos pensionados para el descuento."

Y agrega: "también estamos pidiendo que nos den trabajo, no queremos estar ‘atenidos’ a que nos den dinero, sino que muchos de nosotros todavía podemos trabajar, y nos hacen a un lado."

— ¿Cuánto piden de incremento? — le pregunta la reportera

— Sólo lo que sea justo para que la gente pueda vivir; muchos de nuestros hijos ya crecieron, ya se fueron y muchos de nosotros ya nos quedamos con esa responsabilidad de vivir para nosotros mismos. ¿Y con esta pensión, y sin trabajo?

La señora Juanita Méndez, quién ha acudido constantemente a las oficinas generales del ISSSTE, se queja:

"Cada que vamos sólo nos dan como respuesta que tenemos que sacar cita, ¡así nada más nos traen! Yo tuve la desgracia de perder a mi esposo hace seis años por una negligencia médica en el hospital Primero de Octubre, puse mi queja en el ISSSTE y simplemente me dijeron que nosotros teníamos la culpa, porque nadie estaba con mi esposo, siendo que día y noche estuvimos ahí."

Otra de las quejas que tenemos, abunda, es de la clínica de Especialidades de Churubusco que pertenece al López Mateos; siempre que vamos por medicamento, ¡no hay! Dicen en la televisión que hay medicamentos en el ISSSTE, pero ¿cuáles?, si simplemente llega usted y le dicen: "si quiere curarse cómpreselo, porque no hay."

También estamos pidiendo, finaliza, que se nos atienda, "porque muchas veces los médicos ya se hicieron como esas personas que sólo tienen el título para vivir de él. Ejemplo de esto es que le dicen: usted es la que vino hace un mes…, ¡pues tenga!, vaya a la farmacia y que el den esto."

LAS MANOS EN LA MASA

Entrevistado en su oficina al término de la marcha de los jubilados y pensionados de "La Revolución Blanca", Serrano Jiménez platica que conoce bien el Hospital Adolfo López Mateos, recuerda: "allí falleció mi madre…". Dice que no culpa a los del ISSSTE, pero que sí se dio cuenta de como son mal atendidos los pacientes y derechohabientes, "sobre todo en Urgencias."

— ¿Cómo atendieron a su mamá?

— Pues como iba recomendada, bien. Porque tal parece que en el ISSSTE y en el Seguro Social se requiere ser influyente o recomendados para que la gente no se muera, y eso, ¡no se vale!

El diputado agrega: "y si usted va al Hospital López Mateos, que está en la Avenida Universidad, va a descubrir una instalaciones, más bien una farmacia y una tienda privadas dentro de las instalaciones. Es una simulación la que está haciendo el ISSSTE.

Y en efecto, como dice el dicho, "para muestra un botón."

Y es que el diputado invitó a la reportera a visitar al Hospital López Mateos "para que se percatara de la corrupción."

… Frente al Hospital, sobre la banqueta, un anuncio avisa: "Farmacia del ISSSTE", en la entrada del Hospital los vigilantes callados sólo observan entrar y salir a los "derechohabientes", otro anuncio escrito sobre una manta señala: "Tiendas y Farmacias del ISSSTE", todos la ven.

"No es necesario salir a la calle para comprar un medicamento o cualquier cosa", manifiesta el diputado. Y en efecto, al llegar al mostrador se pregunta al dependiente por el precio de un producto cualquiera, el primero que llega a la mente: ¿Cuánto cuesta el Captopril?

Edgar, el vendedor, contesta:

— El de 25 le vale 131 pesos y el de 50…, 259 pesos.

— ¿Tiene algún descuento?

— No.

Luego vendría lo insólito; al salir de la farmacia –reportera y diputado-, de repente aparece frente a ellos Edgar, saca de entre su playera larga y de color amarillo la caja de Captopril de 50 y sin más les dice: "si quieren el medicamento, les puedo hacer una rebaja de cien pesos."

La pregunta entonces es obligada, ¿la farmacia es del ISSSTE?

— No, contesta Edgar, es particular.

— ¿Son rebajadas?

— No, lo que pasa, es que las del Instituto son rebajadas.

— ¿Son de la misma marca?

— No, son rebajadas, pero muy rebajadas, eh…

— ¿Tienen algún convenio con el Hospital?

— El convenio es conmigo, para mi beneficio propio.

— ¿Y puedes sacar medicina sin ningún problema?

— Para serte sincero, ¡sólo cuando lo necesito!

— ¿Quién es el dueño de la farmacia?

— No lo sé.

Y Edgar desapareció…

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