Por Karen Cervantes
Twitter: @karencitoww
Género: Acción
Director: James Mangold
Reparto: Hugh Jackman, Brian Tee, Will Yun Lee, Svetlana Khodchenkova, Hiroyuki Sanada
País y año: Estados Unidos, 2013.
Duración: 126 minutos.
Clasificación: B
Opinión: Magnánima – Buena – Entretenida – No estuvo tan mal – No tuve opción
El emblemático personaje de los X-Men emprende una nueva aventura en Japón. Wolverine junto con una joven heredera del país oriental huyen de un grupo de personas que quieren asesinarla, en esta etapa la mutación de Wolverine (cicatrizar a gran velocidad) se ve debilitada y pone en peligro la inmortalidad del héroe.
Es una película llena de acción pero muy carente de trama y contenido. Desde mi perspectiva, también es un filme bastante gris que no presenta nada extraordinario y al contrario: encontraremos algunos errores casi imperdonables tanto de continuidad como de guion y lógica, es decir, errores absurdos y muy notables.
Sin duda, la historia será del agrado de los niños, especialmente si son varones, y de los aficionados de los comics solamente por lo que representa; al final siempre es apreciado conocer otra faceta de los personajes con los que hemos crecido. A los que no les encanta la onda de los superhéroes se les hará un poco pesada y hasta podría parecerles un poco tediosa y sin sentido.
Una de las partes más interesantes es la batalla constante que tiene Wolverine con sus fantasmas y sus recuerdos tormentosos del pasado, como ya había sucedido en la película previa, X-Men Origins. Se muestra un lado más humano del ser inmortal, fuerte y poderoso; ahora podemos ver cómo es que el personaje se transforma poco a poco, es más vulnerable y va debilitándose.
Lo más rescatable de la película es la imagen del protagonista aunque su personaje es bastante huraño y malhumorado. Todo se olvida cada que debe desprenderse de su camisa.
El desenlace me parece exagerado, en el afán de sorprender y crear algo inesperado se convierte en algo completamente inverosímil y exagerado. Personalmente, la película desilusiona más de lo que encanta, durante la trama hay ciertos altibajos que generan distracciones en el espectador, al final, nunca termina de atraparte la trama, pero como siempre, es un deleite apreciar al señor Jackman (su carisma y actuación, no solamente su linda cara) durante más de dos horas.
DATO: en una película de Marvel NUNCA se salgan de la sala de cine antes de que finalicen los créditos.
Lo que jamás pasó desapercibido:
– A Hugh Jackman ya le gustó enseñar las pompas en estas películas.
– Jackman es un camaleón.
– Los errores burdos.
– La pareja que forman los protagonistas no termina de convencer.