Rubén Moreira: “¡cállense coahuilenses!”
Porro al fin y sin resultados en transparencia, pide a ciudadanos “no criticar”
*Mantuvo en nómina al prófugo Humberto Torres Charles
*El ex Fiscal General del estado, Jesús Torres Charles, sólo renunció después de comprobarse que dio protección a su hermano, no se le investiga…
Juan Monrreal López
Abril 4 de 2012
Saltillo, Coahuila.- Luego de mantener en la nómina al policía apócrifo y prófugo de la ley, Humberto Torres Charles -operador del grupo Panteras, dedicado a cuidar a las esposas e hijos de funcionarios públicos y presumiblemente vinculado con la delincuencia organizada que opera en el estado-, Rubén Moreira, gobernador de Coahuila, aceptó sin investigación de por medio la renuncia del director Jurídico del gobierno de Coahuila y ex Fiscal General del estado, Jesús Torres Charles, puesto bajo sospechas fundadas de proteger delincuentes al interior de la dependencia que presidió.
Moreira también dejó de establecer vigilancia sobre el fugitivo ex director del SATEC, Javier Villarreal Hernández, principal indiciado por haber manipulado documentos falsos en la adquisición de la ilegal deuda de Coahuila de alrededor de 36 mil millones de pesos. Amarrado a la cadena de sospechas, más tarde ordenó al Congreso de Coahuila el ocultamiento de las letras de la deuda coahuilense contraída por su hermano Humberto, guardando bajo reserva los pormenores del débito así como el destino del mismo.
Ahora, Rubén Moreira Valdés exige a los ciudadanos coahuilenses que callen sus críticas a la estructura policíaca y agentes policiales, “porque cuestionar el trabajo de la policía, pues es mermar la legitimidad de que tienen de apresar a quien delinque (sic)”, cuando la realidad dicta que las armazones policiales del estado y de los municipios se encuentran infiltrados por la delincuencia, según ha sido probado con las bajas de agentes en los distintos cuerpos policiacos de Coahuila.
Autoritario de siempre, Rubén Moreira perenemente ha fantaseado con un estado de pax, donde su visión del mundo reine sin oposición alguna. Sí en la Benemérita Escuela Normal de Coahuila intentó que la pax moreireana de golpes, amenazas y hostigamientos regularan la vida interna de esa casa de estudios -desde la presidencia estatal del PRI, con todo el apoyo presupuestal entregado por su hermano Humberto Moreira-, siempre reveló su alucinación de lo absoluto, el deseo de evaporar a la oposición de cualquier representación de elección popular, tal como lo dijo el 23 de mayo del 2007 cuando asumió la dirigencia estatal del PRI: “no les vamos a dejar ningún espacio, vamos por todo”, subrayando además que sería “feroz” contra todo tipo de oposición.
Ahora, ahogado por la ilegal deuda maquinada por su hermano Humberto Moreira; huérfano de los medios coahuilenses con los que se encuentra endeudado- un sin número que fueron enriquecidos con las torrentes de dinero que salieron de la Tesorería del Estado-, con plumas sin tinta de los periodistas alabadores que no han recibido “su chayote”; locutores que olvidaron pronunciar los apellidos Moreira Valdés, al enterarse que las letras de sus coches no han sido pagadas; al gobernador Moreira segundo sólo se le ocurrió exigir a los ciudadanos de Coahuila que se callen, pues el ruido de los medios que lo abrigaba está en silencio, mientras el murmullo ciudadano que exige su renuncia crece.
Escuchar de Rubén Moreira que los ciudadanos dejen de manifestarse no es desconocido. La novedad es que exija a los coahuilenses renunciar a un elemental derecho humano, como el de expresarse libremente, justo cuando viene de la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos que ocupó en la actual LXI Legislatura federal de la que es miembro.
Del “pinches coahuilenses cerriles” de Elíseo Mendoza, al ¡cállense coahuilenses!, de Rubén Moreira
Casi al término de la sucia administración que presidió Elíseo Mendoza Berrueto -actual presidente de la Junta de Gobierno del Congreso de Coahuila-, el entonces gobernador dijo en entrevista periodística que los “pinches coahuilenses cerriles” no entendían los alcances de su administración, tan vana como la de Óscar Flores Tapia. 18 años después de esta expresión y luego de arrastrar la investidura que ostentó entre los pasillos de degradación del gobernante en turno, el exquisito Elíseo Francisco Mendoza Berrueto retornó a un puesto de poder público por recompensa de Rubén Moreira.
Elíseo Francisco Mendoza Berrueto es diputado plurinominal y fu convertido en presidente de la Junta de Gobierno del Congreso con el único propósito de atropellar los intereses de los coahuilenses. Para servir a quien lo rescató de la inopia presupuestal. Para ser muñeco de ventrílocuo, mientras sepulta los documentos oficiales que evidencian al clan Moreira como los cleptócratas más podridos de la Historia de Coahuila.
Rubén Moreira recibió su primer empleo en la estructura estatal en el régimen eliseísta. Después, ya con poder, los Moreira Valdés usaron a Mendoza Berrueto en el PRI como bufón.
Ahora, tras 100 días en el poder, un asunto es evidente, el proyecto de gobierno de Rubén Moreira Valdés se encuentra fundado en ocurrencias y con estrategia de bombero -apagar los fuegos dejados por Humberto Moreira: deuda, criminalidad, desaparecidos, narcofosas, secuestros, corrupción, etcétera-, apuntada a disipar del ánimo público la ilegal deuda de 36 mil millones de pesos, autorizada por su hermano Humberto.
Rubén Moreira está moviendo todas las fichas de poder a su disposición -le ordenó a Elíseo Mendoza clasificar como secretos los documentos relacionados a la ilegal deuda-, además de exigir que los ciudadanos den vuelta a las páginas negras que los Moreira armaron en 6 años.
Moreira segundo intenta ubicar a Coahuila en un estadio de borrón y cuenta nueva. Sin embargo, los interese de la deuda ya son merma profunda en el presupuesto público estatal. Simultáneamente, voces ciudadanas y organizaciones sociales exigen transparentar el origen y destino de la deuda; detener la ola delincuencial y criminal, principiando con la limpieza de los cuerpos policiacos y todas las estructuras de la administración estatal.
Y a todo esto Rubén Moreira responde: “¡ya cállense coahuilenses!, no cuestionen el trabajo de los mandos policiacos, no critiquen al gobierno, porque cuestionar el trabajo de la policía, pues es mermar la legitimidad de que tiene de apresar a quien delinque”.
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