Por enésima vez Santiago Levy Algazi dijo a Roberto Vega Galina que "en octubre de 2003, se estableció la obligación entre el instituto y el sindicato de depositar y ratificar ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje los cambios al Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) antes del 30 de marzo de 2004, para que se incorporen al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) y entren en vigor a partir de esta fecha".
Y por enésima vez, Vega Galina calló.
No sólo eso, pues la mañana de ayer y en el marco de la comparecencia del director del IMSS ante la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, Vega Galina, todavía líder del sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, escuchó que, sin modificaciones al RJP, "el instituto carece de viabilidad".
Por si fuera poco, Levy Algazi le espetó, "en 2004 el gasto del RJP para 120 jubilados será mayor al gasto en medicamentos y material de curación para 45 millones de derechohabientes."
Como remate, Levy Algazi le refregó en la cara a Vega Galina que el RJP es un "sistema de jubilaciones muy favorable en relación al que tienen derecho la gran mayoría de los trabajadores del país", y según él lo sustentó: "a diferencia de más del 95 por ciento de los planes de pensiones en México, no establece edad mínima de retiro; se jubilan a los 53 años en promedio; se jubilan con 100 por ciento de su último sueldo además de 13 conceptos adicionales, lo que hace que el salario pensionable sea mayor en 40 por ciento al salario base de la pensión".
Hábil en eso de los números, y como para tratar de parar la exigencia de la realización de una auditoría para conocer a ciencia cierta que pasó con el fondo del RJP, Levy Algazi hizo literalmente magia, y a través de una gráfica indicó que "en toda la historia del sindicato las aportaciones de los trabajadores han sumado 20 mil millones de pesos; menos de los 28 mil 637 millones de reservas constituidas", e hizo ver la catástrofe al mencionar que los pasivos acumulados por el RJP en el 2003 alcanzaron los 137 mil millones.
Dueño del poder y ante la literal ausencia de alguien que defendiera los intereses de los trabajadores, Levy Algazi orquestó desde ya una impresionante campaña mediática tendiente a maximizar los "privilegios" de los trabajadores del IMSS y el nulo crecimiento y decadencia del instituto por "culpa" del RJP.
Paradójico, porque aunque no lo propuso formalmente, a Levy Algazi se le "salió" que aparejado a la destrucción del RJP habría que buscar otras "alternativas" de financiamiento, y deslizó que se podrían incrementar las aportaciones obrero-patronales en apenas .04 por ciento. Esto enfureció a la clase empresarial, a tal grado, que el mismo secretario del Trabajo, el ultraderechista Carlos Abascal, salió en defensa de los empresarios y pararon en seco al "judío de paso" por el IMSS.
Levy Algazi reculó y hasta se exculpó, "parte de la salida es fortalecer las fuentes de ingresos, eso no necesariamente implica mayores aportaciones patronales ni mayores aportaciones obreras, porque el instituto es tripartita que además tiene financiamiento del sector público…, porque ello lo que puede hacer es fomentar aun más la informalidad, tenemos que ver si podemos tener otras fuentes de financiamiento que no afecten la competitividad de las empresas y que al revés, permitan crear más empleos formales", dijo esta mañana a Gutiérrez Vivó luego de maximizar los "costos" de las prestaciones de los trabajadores del IMSS.
En resumen, el cuadro para los trabajadores del IMSS es desolador.