Medicamentos. El mito y la gran estafa

1. Introducción y antecedentes

En México, cuando se compra un medicamento se produce un fenómeno de inequidad para el comprador, ello dependiendo de la geografía y el estrato social al que pertenezca el consumidor, el diferencial puede llegar hasta el 50% de un establecimiento a otro, en todo el territorio nacional se observa que el mercado de medicamentos tiene la apariencia de grandes beneficios para la población a través de deslumbrantes descuentos que ponen en evidencia el carácter especulativo que tiene nuestro mercado.
Pero si reflexionamos en torno a la naturaleza del producto, es decir, lo que significa el medicamento para el ser humano, en tanto que previene enfermedades, preserva la vida, restaura la salud, mejora la calidad de vida, etc., por lo tanto podemos afirmar que el medicamento es un bien básico para los mexicanos, y no un artículo de consumo que se encuentra atrapado en las redes de un mercantilismo deshumanizado, que sólo atiende intereses de monopolios, olvidándose que la prioridad es la función social del abasto y buen precio de medicamentos a los consumidores.
Paradójico, en nuestro país, nuestro esquema de comercialización de medicinas apunta hacia una pérdida de cobertura en el abasto y una mayor aceleración especulativa de precios, el año pasado se vendieron 951 millones de unidades, que representó el 2.9% de crecimiento respecto a 1998, en valores se vendieron 45,580.2 millones de pesos, representando un 28.9% de incremento respecto al mismo período, el incremento de los precios llegó al 16.2% un poco arriba de la inflación, al nivel de la economía de los bolsillos de los compradores, significó lo siguiente:
De cada diez medicinas vendidas, en 3.5 operaron descuentos del 30 al 50% y en las otras 6.5 se vendieron con algún descuento o a precio neto, lo injusto que salta a la vista es que la mayoría de los medicamentos vendidos 29,627 millones de unidades (del total 45,580 millones) fueron adquiridas por mexicanos de ingresos medios y bajos, de haberse aplicado los descuentos esos consumidores habrían recibido 9,000 millones de pesos de beneficio.
El fenómeno especulativo tiene su origen en la estructura de comercialización con la que operamos en México, bien podríamos resumirla en la expresión El mito y la gran estafa, analicemos por qué:

a) En México un medicamento salido de fábrica, para su comercialización en la mayoría de los casos llegará al consumidor final al doble de precio.
b) El margen de comercialización de los medicamentos en México entre el mayorista y el detallista es casi igual, lo que genera especulación en los precios.
c) El impacto a la economía de los consumidores mexicanos de bajos recursos en el anacrónico esquema que practicamos los condena a un trato injusto y desigual.
d) En México se han subido los precios de las medicinas artificialmente, con el propósito de aplicarles un engañoso descuento.
e) Ningún país del mundo desarrollado tiene una estructura para comercializar medicamentos como México, incluyendo las naciones con las que tenemos acuerdos comerciales.

Para ubicar los márgenes de intermediación, en el siguiente ejemplo vemos cuales son los costos y precios de un medicamento:

Precio sugerido al público de:  $ 100.00
Precio al detallista de:                  $ 78.00
Costo promedio de fabricación  $ 52.00

Al existir un margen excedente el intermediario aplica descuentos de escala hasta de dos dígitos, generando la especulación que padecemos en el mercado. Ello da lugar a que por ejemplo, el precio de venta de Pedialyte (Rehidratante Infantil) sea de $12.53 en Polanco (colonia residencial y comercial del DF) y de $17.90 en el Valle del Mezquital (región indígena de Hidalgo).
Asimismo, el precio de la Pemprocilina de 800,000 Unidades (Antibiótico), es de $14.56 en una zona residencial y de $20.80 en los Altos de Chiapas. Finalmente, el Lasix de 49mg. (diurético) en farmacia de cadena vale $3.80 y en farmacia independiente $44.00.
En consecuencia para considerar las alternativas de precios en medicamentos para la población mexicana, primero debe resolverse el problema de fondo, para ello proponemos:

2. La nueva estructura de comercialización para el próximo milenio

a) Todos los precios de los medicamentos son susceptibles de bajar 20%.
b) El precio de costo de fabricación y el precio sugerido al público aparecerían en la etiqueta del medicamento como información objetiva al consumidor.
c) Los descuentos que se aplicarían serían reales y resultado de una sana competencia.

Por ejemplo: un medicamento que se comercializa en $100.00, de entrada se comercializaría al consumidor en $80.00; el detallista lo compraría a $60.00 (tendría un 25% de margen) y de acuerdo a sus posibilidades, cada establecimiento aplicaría un descuento.
Del mismo modo, el mayorista iniciaría la comercialización con el costo de $52.00 hasta $60.00, lo que significaría un margen del 13%, suficiente para otorgar escalas de un dígito por volumen, lo que haría desaparecer la especulación de precios del mercado y con ello se evitaría disfrazar la práctica ilegal de vender por debajo de costo.
El punto de partida para poder hacer llegar las medicinas a la población con la cobertura de abasto suficiente y precios accesibles será corregir la estructura de márgenes en la comercialización.