Córdova Villalobos:
Sin recursos, el seguro popular podría ser sólo “buenos deseos”
Si funciona, tendremos que ser “muy vigilantes”, asegura.

Valentín Cardona
20 de Octubre de 2003

Es médico cirujano egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guanajuato.
Posee una vasta trayectoria médica, en la que cuenta una especialidad, en Medicina Interna, en el Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán, que realizó de 1975 a 1979, luego, pasó tres años en hospitales de Francia, en la ciudad de Tulux, en donde trabajó en Cirugía y Endoscopía Digestiva.
Cursó, además, programas de trasplantes de hígado y riñón en Inglaterra y España y, al mismo tiempo, se preparó para obtener maestría en Desarrollo Embriológico y Anatomía Humana.
En entrevista exclusiva con Imagen Médica, José Ángel Córdova Villalobos, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, cuenta que luego de salir de León, Guanajuato y adquirir conocimientos en Europa, regresó a León y se incorporó, desde 1982, a su Facultad de Medicina, de la que fue director de 1990 a 1997.
Córdova Villalobos también trabajó en el IMSS, y desde médico de base llegó a ser subdirector médico de un hospital general que después se convirtió en hospital de especialidades.
De 1995 a 1997 fue también presidente de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina, en donde inició y desarrolló un programa en Calidad de la Educación Médica, enfocado a la certificación de las Facultades y Escuelas de Medicina de México.
Cuenta que el éxito de dicho programa -el primero en Latinoamérica- le valió reconocimientos internacionales, entre los que figuran el de Argentina y España, entre otros.
A finales de 1994 fue invitado por las tres fracciones parlamentarias del Congreso del Estado de Guanajuato para formar el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG), Instituto en que estuvo como consejero ciudadano desde 1995 y, en 1997, asumió la presidencia del Consejo General del Instituto, hasta el 2002.
Simultáneamente a su paso por el IEEG, Córdova Villalobos estudió Administración Pública, y logró obtener la maestría. A finales de 2002, el Partido Acción Nacional (PAN), lo invitó a participar en política, y se le ofreció una diputación federal plurinominal.
Revela: “fui precisamente del grupo de candidatos que salieron del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, no del estado directamente -porque el estado también nombra sus plurinominales-, sino del CEN del partido”.
En julio último Córdova Villalobos se convirtió en diputado federal, y para desenvolverse como tal, buscó presidir una de entre tres comisiones, la de Salud; Ciencia y Tecnología o Educación.
Luego de la lucha interpartidos en la Cámara de Diputados, el PAN conservó la presidencia de la Comisión de Salud, y designó presidente a Córdova Villalobos, le interesaba también la de Ciencia y Tecnología porque también ha sido investigador, de hecho, fue presidente de la Sociedad Mexicana de Endoscopía Digestiva y secretario de la de Gastroenterología.
Aunque el PAN conservó la Comisión de Educación, Córdova Villalobos sabía que “había muchas gentes interesadas y que ahí estaba más difícil obtenerla”.
Sin mayor protocolo, sin enredos, en sus oficinas de la Comisión de Salud de la Cámara, Córdova Villalobos contesta las preguntas pausado y sereno.
Entonces, ¿no tiene usted militancia panista?
— No. Me registré y empecé a pertenecer al partido en marzo de este año. Era evidente que tenía que haber una correspondencia, si iba a representar a un partido no me iba a quedar como liberal, digamos. Me integré al partido y desde entonces hemos estado apoyando y participando en todas las actividades.
¿Cuál sería su compromiso con el PAN?
— Precisamente el conocimiento que tuve de las estructuras y del funcionamiento de los partidos como miembro del Instituto Electoral, me hizo conocer que hay realmente tres partidos con estructura en México, y de ellas, sin duda el que más coincide con mi formación, con mi moral, con mis principios, es el PAN.
Hay una identificación que no me ha costado trabajo realizar ahora que ya he estado participando más en las actividades del partido, y bueno, he demostrado lo que ha sido mi compromiso de cumplir con los principios de doctrina que tiene el partido y así lo hemos ido haciendo, tengo principios evidentemente muy claros desde el punto de vista de mi responsabilidad.
Ese es el compromiso, apoyar, de hecho esa fue una de las cosas que me impulsó a aceptar, teniendo la conciencia, primero, de que es el partido que más coincide con lo que yo pienso, por otro lado, la trascendencia de dar continuidad a un proyecto.
Creo que en este momento lo más importante es apoyar el proyecto del partido para que realmente se puede tener una evolución y un ejercicio del poder que permita a los ciudadanos tener más elementos para juzgar, en un momento dado, si esta administración ha sido aceptable, buena, suficiente, satisfactoria, o no.
El compromiso evidentemente es seguir apoyando en todos los proyectos al presidente Fox, con un análisis minucioso de todas las iniciativas que se presenten y con las sugerencias o participaciones que lleguen.
¿Cuál sería su proyecto de trabajo en la Comisión, ya lo ubicó concretamente?
— Sí, ya lo presentamos, incluso fuimos una de las pocas comisiones que el día de la instalación, tal y como marca la ley, presentamos nuestro proyecto de trabajo.
El proyecto de trabajo incluye varios aspectos, de hecho, desde el punto de vista funcional la Comisión está dividida en tres subcomisiones básicas. Una que es la de administración en salud, en donde incluyen todos aquellos aspectos relacionados con el presupuesto, con el costo de la salud, con los recursos físicos, humanos, materiales, etcétera.
Otra que es medicina preventiva, en donde entra también la parte de Bioética, porque es un tema nuevo y muy importante, y en donde se ve todo lo que se refiere a la prevención de las enfermedades, y todos estos aspectos nuevos en relación a la investigación de genoma humano, clonación, voluntades anticipadas, que tendremos que resolver porque son temas el los que se quedaron iniciativas pendientes, algunas de ellas ya muy avanzadas, otras que necesitan de un análisis muy profundo.
Por ejemplo, también lo de bioseguridad, que no nada más lo manejamos nosotros sino también en combinación con algunas otras comisiones como Ciencia y Tecnología, y Agricultura y Ganadería, porque de hecho de ahí vienen muchas de las situaciones de los transgénicos.
Y la tercera que es la de atención médica, en donde el impacto, la parte toral, fundamental, es lo del seguro popular. Básicamente en esas tres áreas es primero el apoyar para que el presupuesto para el sector salud logre por lo menos un nivel primordial en nuestro país, dado que desafortunadamente estamos dentro de los países latinoamericanos con un presupuesto -en relación al PIB- de los más bajos.
Es evidente que la inversión en salud tiene que ser muchísimo mayor. Hay otras áreas que pueden complementarse con inversión privada, pero en salud, la parte fundamental, para un país como el nuestro, tiene que ser inversión pública, y si no logramos que esto realmente se incremente, va a ser muy difícil el ejercicio de este programa. Por ejemplo, el seguro popular, que es realmente muy noble y muy importante. Entonces, esa es una parte fundamental, el incremento en los recursos.
Después el apoyo en las acciones de medicina preventiva, al que debemos de darle un peso muy importante, porque es muchísimo más cara la medicina terapéutica que tratar de corregir todas las enfermedades que se vienen. Vamos a poner de ejemplo el caso del tabaco, aquí hay algunas de la leyes que han pasado, otras que están pendientes, pero tiene que seguir habiendo una legislación muy estricta, porque los daños que provoca el tabaco cuestan cerca de 300 mil millones a la Secretaría. Tenemos que ir viendo la manera, otras acciones que desmotiven a la gente sin quitarles su derecho como ciudadanos a mantener este tipo de hábitos.
En medicina preventiva estamos muy avanzados en el aspecto de vacunas, pero todavía no llegamos al 100 por ciento. En el aspecto de prevención de algunos tumores, como cáncer cérvico uterino de detección temprana, cáncer de mama, tenemos que apoyar estos proyectos, ver iniciativas que puedan favorecer la mayor participación ciudadana, porque en muchos casos, los planes y programas están establecidos, pero la participación de la gente es muy baja, si no hay un mecanismo que hasta cierto punto los obligue -que pena, ¿no?- porque es en beneficio de ellos mismos, no lo hacen.
Como es por ejemplo la cartilla que tiene el Seguro Social, en donde las mujeres tienen que registrar que ya se hicieron sus papanicolaous, sus detecciones, esto también vale para las enfermedades crónico degenerativas que cada día tenemos más y que es un problema nacional muy, muy caro. Hablamos de la diabetes mellitus, por ejemplo, que casi el 10 por ciento de la población es diabética o va a serlo, estamos hablando de 10 millones de personas, y esto tiene un costo asistencial enorme, entonces, si la gente cambia sus hábitos, si la gente pone un poquito más de cuidado en sí misma para la salud, muy probablemente los costos se puedan reducir.
En hipertensión arterial también, y bueno, un aspecto novedoso y muy importante que es lo de la medicina genómica, que esperemos que dentro de muy poco tiempo ya tengamos la posibilidad, de hecho ya se ha iniciado la construcción del Instituto, necesitamos que esas leyes salgan para que en un marco jurídico se pueda ya trabajar y se pueda continuar en la vanguardia de la medicina mundial.
Y el otro eje fundamental en donde vamos a tratar de incidir o de que existan leyes que acaben de perfeccionar esta modificación que hubo a la Ley General de Salud, que fue realmente un gran avance, es en lo que se refiere al seguro popular.
Ahí están las dos vertientes, primero, el garantizar la cobertura que llegue a ser como se espera, del 100 por ciento, ese 45 por ciento de la población que no tiene derecho a nada, los nadahabientes, que realmente el seguro popular vaya dando la cobertura como se necesita para que en siete años, todo el mundo tenga una opción de salud sea IMSS, sea ISSSTE, sea seguro popular, todos estemos protegidos.
Después, que haya la garantía de la calidad de los servicios, porque tampoco se trata de que ahí están y bueno, y creo que en estas dos cosas va a ser muy importante y ojalá también podamos incidir, es uno de los propósitos, en que la transversalización de la atención médica, es decir, la participación o la cooperación de las tres instituciones, Ssa, IMSS e ISSSTE, se de pero funcionalmente bien, porque esto está en el papel, pero a la hora de la hora, resulta que van y solicitan un servicio y ninguno de los tres se hace cargo. O resulta que en algunas poblaciones hay recursos subutilizados y por otro lado la otra institución está sobredemandada.
O resulta que se necesita un equipo de tercer nivel como puede ser una resonacia o una tomografía, y los tres los compran haciendo un gasto triple en situaciones que podrían ponerse de acuerdo y bueno, la compra una y la apoyamos nosotros y te pagamos un precio preferencial.
Yo creo que eso es muy importante para que se logre la cobertura al 100 por ciento y para que no se sobrecargue solamente una parte del sector salud, que sería la Secretaría, porque primero tiene que construir cientos de clínicas y contratar a cientos de recursos humanos como médicos, enfermeras.
Y la última cosa es la situación financiera del sector salud, del seguro popular, porque ahí, pues muy bien, los estados están interesados en participar, la federación es quien ha creado esta ley, pero si no se tienen los recursos, o sea, si no se da una reforma hacendaria, si no hay la reforma energética, si no hay la posibilidad de crear más empleos y generar más riqueza, pues todo esto puede quedar en buenos deseos.
Entonces, a final de cuentas van a quedar truncos y vamos a seguir con muchos problemas que después pueden ser más graves, porque el índice de crecimiento de la población cada vez demanda más y más servicios que pudieran no ser cubiertos.
¿Qué hacer?, porque por lo pronto se ve que el presupuesto para el 2004 va a ser inferior al del 2003, según ya se ha anunciado, y se puede ver que el presupuesto para salud va a ser similar al de este año, ¿qué hacer para los muchos millones que requiere el seguro popular y los muchos millones que requiere el Inmegen?
— Lo del Instituto no son muchos millones, ya lo hemos analizado con la gente que lo está coordinando, incluso con los servicios, por lo pronto, para el financiamiento han creado un esquema en donde hay una participación mixta, de hecho está Funsalud, está la UNAM, está un fondo especial, y entonces esto ha creado una fundación especial que ya tiene muy bien analizados los costos, y como va a poder recuperar la inversión y en un momento ser prácticamente autofinanciable.
Creo que en ese sentido no es tanto, pero sí lo es en el seguro popular, y de los gastos en el sector salud que cada día son mayores, porque desafortunadamente el costo de la medicina -y no nada más en México, en todo el mundo- cada vez es mucho mayor. ¿Por qué?, porque el perfil epidemiológico de la población está cambiando, o sea, antes, la mayoría de las enfermedades eran infecciosas, se curaban con un antibiótico y se curaban o curaban, porque además eran población joven, y el riesgo de que volviera a tener otro evento era a largo plazo; ahora no, ahora ya tenemos una población mayor, en donde los requerimientos de atención médica se han multiplicado y son continuos, o sea, una enfermedad crónico degenerativa desafortunadamente no se cura con una pastilla.
Entonces, evidentemente tenemos que ser lo bastante convincentes para que dentro del presupuesto general no se disminuya lo que corresponde a salud, sino que al contrario, bueno habrá que haber otras áreas del ejercicio de la administración pública que tendrán que buscar otro tipo de recursos, pero en salud, educación o desarrollo social, yo creo que sería criminal el reducirlo.
¿O dejarlo igual?
— Incluso dejarlo igual, porque esto evidentemente bajaría la posibilidad de cobertura, pero por otro lado tenemos la esperanza en que sí se de la reforma fiscal, en que sí se puedan abrir más empleos, en que sí haya más fuentes de riqueza, porque si no, bueno, el panorama va a ser complicado para quien administre el país, independientemente de que ahorita sea el PAN, pues quien esté al frente va a tener muchísimas dificultades para poder sortear las necesidades.
Por eso estamos apostando a que los otros partido que tienen posibilidades reales de llegar al poder en 2006 -y tenemos que ser claros, y en esto no nos debemos poner una venda y claro, cada quien luchamos por que sea nuestro partido el que lo logre-, a todos nos conviene que el país no esté quebrado, al contrario, que el país esté en una situación que le permita evolucionar y que el que pudiera venir después reciba un país en el que pueda trabajar y no un país quebrado, porque va a ser muy difícil resolver los problemas y sobre todo si se tiene un retraso de varios años.
Estamos apostando a que se puedan dar este tipo de reformas estructurales fundamentales para que haya más recursos y que evidentemente puedan avanzar todos estos proyectos, si no, va a estar muy difícil.
Sobre la doctrina panista que a usted le gustó.
— No es que me haya gustado, sino que coincide con mis principios de formación de siempre.
El proyecto de salud del gobierno no tiene nada de panista, viene de raíces eminentemente priístas y además, alineadas a corrientes que llaman neoliberales y de continuismo de la labor que Soberón desarrolló con Miguel de la Madrid, ¿usted coincide plenamente con ese proyecto?, ¿ya lo analizó?, ¿o es porque quiere apoyar al presidente porque a él no le quedó de otra más que tener ese proyecto de salud?
— Yo creo que aquí hay varios conceptos que podrían discutirse. La salud es quizás una de las áreas de la administración pública con mayor sentido humanitario, en donde sí se confunden las doctrinas panistas, priístas, perredistas, verdes ecologístas o de lo que sea. Aquí realmente el objetivo es similar, o sea, es tratar de dar o de tener una cobertura universal en salud, con la mejor calidad, pero siempre, con un soporte presupuestal.
Yo creo que esto no difiere de la doctrina panista, en lo que diferimos a veces y no tanto con las gentes del PRI, sino con el PRD, puede ser en lo de respeto a la vida, cuando no se tiene una concepción muy clara de en que momento inicia la vida, pero en lo demás, yo creo que coincidimos todos en estos proyectos.
Yo le aseguro que si otro partido llegara al gobierno, que no fuera el PRI ni el PAN, pues buscaría sin duda la cobertura universal, que todo mundo tuviera derecho a la salud, que los programas de prevención fueran prioritarios, los de tratamiento, que los costos de salud trataran de ser apoyados o absorbidos por el sector público, que el financiamiento en el área de salud fuera eminentemente o preferentemente público, yo no veo dónde está la diferencia.
Realmente creo que en este sexenio, una implementación fundamental que se ha dado ha sido el seguro popular, porque hasta antes de este sexenio, sí había la intención de una mayor cobertura, y de hecho estos programas como el IMSS-Oportunidades -antes Coplamar y después con otros nombres-, pues eran la intención de llevar la salud a las áreas rurales y a los lugares más recónditos; pero a final de cuentas, antes de este sexenio no había más que los derechohabientes y los no derechohabientes, que en muchos casos eran nadahabientes.
Los derechohabientes, la mayoría del Seguro Social o del ISSSTE, algunos otros de instituciones más pequeñas, ferrocarriles, naval, militar, en fín, y los que no tenían, y un 15 por ciento de la población que podía eventualmente en algún caso pagar la medicina privada, o algún seguro de salud, pero hay otro bloque que no tiene derecho a nada.
Están los hospitales, pero tenían que llegar y aportar y se llegaban a gastar en muchos casos hasta un tercio de lo que recibían, entonces, creo que la gran reforma, el gran cambio que se ha dado es precisamente esta idea del seguro popular, para que todo el mundo tenga derecho a un sistema de salud, y que pague en función de sus posibilidades, o sea, una persona que tenga un ingreso con salario mínimo, pues va a pagar 600 pesos al año, como seguro popular para tener la garantía de 32 o 33 de las acciones de salud más frecuentes y que cubren más del 90 por ciento.
Creo que sí es un avance, porque a final de cuentas lo importante es que todo el mundo tenga derecho, yo creo que con algunas modificaciones, quizás en el aspecto financiero, es donde puede haber el cambio o la diferencia, pues la aplicación de los programas serían muy similares con cualquiera de los partidos, porque aquí, en este sentido, los principios de doctrina son los mismos, tratar de brindar a la mayor parte de la población o a toda la población, si se puede, -que a veces es una utopía, pero ojalá y no- toda la cobertura en salud con servicios de la mejor calidad.
El lunes 13 compareció el secretario de Salud en el Senado, el senador Borrego le hizo algunas observaciones sobre el seguro popular y Frenk le dijo que era un bebé que habían creado juntos, como diciéndole, somos cómplices de esto que creamos -porque hay muchos problemas ahorita con el seguro popular, independientemente del dinero; las medicinas, los servicios, etc-, de hecho el secretario reconoce que la afiliación está parada por falta de recuros, ¿es correcto eso de que porque somos cómplices, ahora me apoyas a fuerza?, ¿usted en que posición está?, ¿en una posición crítica o ya nada más porque se aprobó pues a defenderlo a capa y espada?
— No es eso, yo creo que tenemos que ser muy responsables en esto, creo que es un proyecto sustentable, válido, con muchísimas bondades; si fuera algo que estuviera desde el inicio mal diseñado pues evidentemente que no estaríamos en pro de que se apoyara.
Por un lado, creo que la capacidad y la visión en calidad que tiene el doctor Frenk está fuera de toda duda, o sea, desde mi punto de vista él como muchos doctores médicos en el país tienen una muy grande capacidad visionaria en relación a las posibilidades de poder resolver un problema que es muy grave para el país, en un país que no tiene todos los recursos que quisiera.
Yo conocí los sistemas de salud en Francia, porque ahí trabajé, y era muy agradable que usted pudiera ir a cualquier institución de salud. Si era pública no le cobraban, si era privada se lo reembolsaban hasta una cierta cantidad, sin embargo, esto le costaba al estado millones y millones y cada año era lo mismo, era la queja de que se gastaba demasiado en salud, sin embargo, los franceses no permitían que les tocaran un punto respecto a dos cosas, a salud y a educación.
Entonces, lo estamos apoyando porque estamos convencidos de que en estos momentos y como está diseñado, es un programa que puede ser verdaderamente útil para dar una cobertura nacional, este proyecto lo aprobaron en el Senado, se aprobó aquí en la Cámara de Diputados, entonces, a final de cuentas, evidentemente hay una corresponsabilidad. Una corresponsabilidad que contó con el voto a favor de gentes también con una trayectoria institucional reconocida en el área de la salud, como es el senador Borrego, él fue el director general del IMSS durante muchos años, con una administración que fue bastante eficiente y que conoce bien lo que se requiere.
Yo creo que no es cuestión de decir nomás porque está lo va a apoyar, no; lo vamos a apoyar porque estamos convencidos que es un buen proyecto, pero estamos convencidos también de que primero, de arranque, necesita de muchos aspectos administrativos y organizacionales que no son sencillos, y que no se han dado.
Tiene usted razón, lo hemos vivido, yo tengo una sobrina que está haciendo su servicio social y me dice: “tío, nos mandan el montón de pacientes, no nos han dado recursos y tenemos problemas”, y es cierto, pero también es cierto que con recursos esto se va a poder financiar, va a haber que hacer más infraestructura, va a haber que contratar más gente, va a haber que seguir muy de cerca el programa de abasto de medicamentos, va a haber que innovar también en esto.
Incluso hay algunas otras sugerencias en relación a que en un momento dado haya un mecanismo flexible para que ciertas farmacias puedan surtir los medicamentos rápidamente y no exista ningún desabasto. Evidentemente que es un reto enorme, es la otra mitad de la atención en salud del país.
El Seguro Social y las otras instituciones de seguridad social dan atención a 55 millones, pero hay 45 millones que están desprotegidos, no es porque ya está y pues ni modo, yo creo que el programa está bien diseñado y estoy convencido, lo hemos discutido varias veces con el doctor Frenk, con su gente, pero lógicamente para un país como el nuestro, echarlo a andar y que funcione correctamente no va a ser nada fácil.
El punto del abasto de las medicinas lo hemos platicamos con algunos senadores porque se puede generalizar, y es muy fácil ir desvirtuando la concepción de ese seguro popular, o sea, se hace un convenio con farmacias ‘x’ y va la gente y surte su receta; la Secretaría ya se lavó las manos, y eso no estaba contemplado en un inicio. Al rato van a ser los Rayos X, laboratorio, hospitalización, etc. Lo que se percibe es que sí iría todo eso a desvirtuar el seguro popular y más bien enfocarse a una privatización, o a un seguro de subrogación básicamente, ¿o no?
— Sí, sí hay esa perspectiva que se puede tener, pero vamos a tener que estar muy vigilantes que esto no se dé. Creo que el problema mayor ha sido precisamente en el abasto de medicamentos, que si se puede continuar actuando en este aspecto, de que vaya superándose, -y que de hecho así ha sido el abastecimiento en los últimos meses- podremos llegar a tener esta solución, lo de los medicamentos no es nada fácil, porque el costo de los mismos es realmente de repente muy elevado y por otro lado hay algunas otras acciones de auditoría que se tienen que implementar.
Yo lo viví en Francia también, de repente en las instituciones de seguridad social, o acá por ejemplo en la seguridad social que tenemos, llega uno con el médico ¿y la receta?, bueno pues ahí está, y van y la surten.
Cuando llegan a las instituciones públicas muchas veces el médico no tenía todo el cuidado, primero, de prescribir estrictamente lo necesario, de buscar el mejor medicamento y de optimizar al máximo. Usted ve y lo sabe, de que hay gentes que tienen farmacias en su casa, porque van con el médico y bueno, te doy 10 cajas.
Hasta que empezaron a aparecer auditorías en otros sistemas de seguridad social y que dijeron, oiga doctor, usted está prescribiendo demasiado, o no hay una relación entre lo que prescribe y la enfermedad que el enfermo tiene, cómo es posible que usted diagnostica una infección intestinal y le está dando medicamento para dormir o un medicamento para la presión.
Ni siquiera hay una correlación, o si usted diagnostica que el enfermo tiene una diarrea aguda, y le está solicitando una tomografía. Es cierto que de repente hay un abuso y un dispendio de los recursos, y yo creo que todas esas cosas desde el punto de vista organizacional también se tienen que arreglar, y poder, otra vez, tener todo el control y con lo que se tiene en el caso de los medicamentos se ajuste para todos.
También somos muy dados los médicos a las últimas novedades, aparece un medicamento de quinta generación y bueno, pues vamos a ver y se lo da, sabiendo que para un problema infeccioso sencillo, pues con una penicilina que cuesta 4 pesos se corrige y no con una cefalosporina que puede costar 100, 200 o 300 pesos.
Hay muchas otras cosas en las que se puede incidir, y yo creo que también en la Secretaría están dando los pasos para cerrar el círculo, pero que no es fácil, o sea, hay que entender que es un país de 102 millones de habitantes.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here