Por Alicia Alejandra
Twitter: @Alisless
Alguna vez solo han sido necesarios algunos intentos, cuando tengo la necesidad de sacar lo que llevo dentro.
Las mismas palabras, escritas o hablada en distintas situaciones, con diferentes protagonistas creando varios escenarios que causan reacciones totalmente confusas. Desde una sonrisa, alegrías, tristeza, incluyendo dolor, odio, amor.
Todo en solamente palabras, sin remordimientos, sin causas y a veces sin dedicatorias. Todas ellas amontonadas queriendo salir, desaparecer, torturar o algunas palabras dichas con demasiada frialdad.
Dejarse llevar…
Y dándome cuenta, que los significados han comenzado a fluir, las frases a construirse, los párrafos a llenarse de sinsentidos o con mucho sentido.
De un tiempo para acá, los borrones y tachones abundan más. También los silencios. Y los puntos y aparte. De los suspensivos, prefiero ni hablar…
Tengo la sensación de que tras cada pausa lograda, lo plasmado en palabras estará oculto para quien no se atreve a ver, estará ahí para siempre tratando de darle algún significado a nuestras vidas, pero para eso hay que atrevernos a encontrarlas.
Y en mis finales termino no siempre con punto final, enterrando una parte de mí.
Y, sobre la mesa, solo quedan hojas escritas, repletas de palabras que aún intento darles alguna razón.