Por Yovana Alamilla
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@yovainila

Cierro los ojos y te veo, tan nítido que podría tocarte.

Abro los ojos y sí, suspiro.

Vuelvo a cerrar los ojos, y veo que escenas de los dos pasan por mi cabeza, mientras escucho de nuevo la magia que hacías con las palabras, y sonrío.

Porque tengo tan grabadas todas las cosas que me decías al oído, y las demás que me decías entre besos que es como si pudiera escucharte otra vez diciéndolas.

Sigo caminando y siento cómo la brisa fresca roza mi piel, como si fueras tú acariciándome desde lejos, acomodándome el cabello, haciendo caso omiso a las distancias y dejándote guiar por esa atracción de imanes con la que después de un tiempo no pudimos seguir luchando.

Abro los ojos decidida a llenarme de los recuerdos buenos, decidida a llenarme de los momentos felices, decidida a inhalar y exhalar hasta que no haya dentro de mí ningún recuerdo que me hiera, decidida a limar las esquinas, a no dejar espacio para algún sentimiento negativo que quiera anidar en el lugar que dejaste.

Abro los ojos decidida a perdonarnos; a ti por no dejarme luchar las batallas a tu lado; a mí por dudar de ti; a los dos por no hacer más, por no dar lo suficiente, por rendirnos.

Cierro los ojos de nuevo, todavía me duele el cuerpo por no dormir, el alma de tanto extrañar y el ego por dejarte ir.

Suspiro y al exhalar dejo que se vaya todo el dolor que queda, me dejo inundar por las carcajadas y siento cómo una fuerza sube por mi estómago, pasa por mi garganta y sale por mis ojos. Lloro.

Siento cómo lágrimas calientes bajan por mis mejillas, lágrimas que la gente que pasa alrededor no entiende por qué no combinan con la risa que sale de mi boca.

Me limpio las lágrimas, paro de reír, miro al cielo y pido que se me permita quedarme con esa sensación por el tiempo que me lleve aprender a vivir sin tenerte lo suficientemente cerca como para escuchar que tu corazón late a la par del mío.

Bajo la mirada; he llegado a mi destino.

Noto que me siento más ligera, noto que aquí adentro ya no duele, noto que me siento agradecida. Y sonrío. 

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