Ojo Raúl Sifuentes

El gobernador Enrique Martínez y Martínez afirma que respeta el derecho a la libertad de expresión, que su gobierno respeta a los medios que le critican su trabajo y que no existen presiones de ninguna índole hacía éstos, y que si algunos de sus funcionarios menores ha cometido este tipo de actos, no tendrá más cabida en su gabinete.

En esta entrevista, efectuada en la Cámara de Diputados, el lunes 3 de diciembre, se muestra a un gobernador “sorprendido” por la existencia de acusaciones periodísticas en su contra por parte de DEMÓCRATA Norte de México,las cuales dijo desconocer, y que si existían “sugirió” que las instancias correspondientes se las hicieran llegar para poder conocerlas y contestarlas.

No obstante que se mostraba tranquilo en sus contestaciones a las preguntas de este reportero y otros compañeros, Martínez y Martínez fue contradictorio en sus aseveraciones, porque directamente afirmaba no conocer a nuestra revista ni a sus directivos, pero indirectamente hablaba de ellos y los calificaba de poco serios, pero inmediatamente negaba haber dicho que no eran serios.

Dejamos la entrevista tal como se realizó sobre el tema de DEMÓCRATA Norte de México y sus denuncias periodísticas para que juzguen los lectores y el pueblo de Coahuila.

— Señor gobernador, compañeros reporteros de DEMÓCRATA Norte de México dieron una conferencia de prensa el pasado viernes 30 de noviembre, en la que lo responsabilizaban, junto con funcionarios, de bloquearles la información, hostigamiento hacia ellos, de retirarles la publicidad.

— ¿Quién dijo eso?

— El señor Juan Monreal.

— ¿Lo conocen ustedes?

— Es gerente y reportero de la revista.

— No sé qué señalamientos haya hecho el señor, pero lo importante es que una golondrina no hace verano; es decir, la relación que lleva mi gobierno con todos los medios serios es una relación de respeto, de colaboración, de apoyo, y hemos tenido una excelente relación.

— La revista tiene seis años circulando, y por su línea crítica, en 98, el exgobernador Rogelio Montemayor Seguy recibió una recomendación de la CNDH para que dejara de hacer ese tipo de actos. No podemos pensar que sea una revista poco seria…

— No digo que sea poco seria.

— ¿Cómo considera sus acusaciones?.

— No sé de que me acusa.

— Habla de hostigamiento, de coerción.

— Yo no lo conozco.

— Su secretario de Gobierno y su jefe de prensa hicieron algunos señalamientos.

En este caso nos interesan sus comentarios. Dice usted que no la conoce, pero la revista tiene seis años de circulación, hay un escrito que presentó al Congreso local en la que le han dado “carpetazo” a su denuncia. El caso nos preocupa porque son compañeros que como nosotros tratan de ejercer su trabajo.

— Tiene todas las garantías para ejercer ese trabajo en Coahuila, tan es así, que me ha estado publicando la revista.

— Pero hay amenazas veladas y directas sobre ellos, señor gobernador.

— ¿Cuáles?

— Para su información, el viernes 30 de noviembre, amanecieron las cerraduras de sus oficinas violadas, por ejemplo. Hay otra serie de problemas que plantean en el escrito presentado al Congreso local. Pero nos interesa contar con su opinión.

— Mi opinión es que en ningún sentido ha habido ninguna acción represiva de parte de mi gobierno.

— El retiro de la publicidad no es una acción represiva, cuando ésta debe ser equitativa, sobre todo porque es dinero público y para el servicio del pueblo.

— Precisamente es para la difusión y publicidad de los trabajos y las obras del gobierno.

— Gobernador, ¿hay garantías en su gobierno, en su entidad para la libertad de expresión de los medios y de los reporteros?

— Seguro que sí.

— Funcionarios menores ¿no empañarán esa tarea de usted?

— De ninguna manera. Y si hay alguien que lo haga, ya sabe que tiene la puerta amplia para salir.

— ¿Usted solo favorece a quien no lo critica, señor?

— No señor es para todo mundo. Hay periódicos que me critican desde hace 21 años y aquí estoy. Vean las calificaciones que el mismo pueblo me otorga.

— Estaría usted dispuesto a contestar las acusaciones que están en el escrito presentado en el Congreso local.

— No yo no soy quien debe contestar ese tipo de cuestionamiento porque no sé a quién acusan ni quién lo hace.

— Se acusa al gobernador, al secretario de su gobierno, al jefe de medios.

— Lo haré ante quién me acusa, y yo veré.

— O sea que no le han llegado estos escritos.

— No.

— La Comisión Local de Derechos Humanos..

— Que ellos me manden el oficio para contestárselos.

— Pero Usted envió a contestar a su secretario de Gobierno, lo cual los afectados dicen que viola el reglamento interno de .

— Y qué quiere que haga.

— Usted no contesta.

— No me ha llegado el oficio de la Comisión.

— ¿Por eso no ha contestado?

— Pues cómo voy a contestar algo si no me llega. Hasta ahorita sé lo que tú me estás diciendo.

— Le puedo entregar copia de ese escrito si quiere, señor gobernador.

— No, tú no tienes por qué entregármelo, o jalas para él o qué.

— Por supuesto que no. Mi trabajo es meramente periodístico.

— Ah bueno, entonces no tomes atribuciones que no te corresponden, que la Comisión de Derechos Humanos me haga llegar lo conducente. Ese es su trabajo.