Por Rebeca Leal Singer
Twitter: @Rebecrop
Arrastra tus no vértebras
y piel de laringitis
por la tierra o cemento
donde te dejen deambular.
La culebra que se quiebra
ante cada sano bálano,
se ha percatado o fallado
en convertirse en esqueleto.
Sale ofidio del pantano,
escamosa cáscara y máscara
que busca en la brusca
vida, un armazón para caminar.
La persona se desliza,
pisa sus propias risas
a sangre fría hechiza,
a quien se deje seducir.
Es la herpe de los entes
substancia rancia individual
que zigzaguea en su miseria.
Naturaleza racional,
que solamente se usa,
desprende y abusa
como el cuchillo que apuñala.
Traiciona, mala herpeona,
reptante persona,
sanciona al resto de ellos
que te miran,
solamente como cosa.
Sosa Diosa,
alma sin memoria.
recuerda lo que te hicieron
y hiere, herpeona.
Muérdelos con tus colmillos,
olvida que eres buena
porque eres ser humano.
Aunque seas también serpiente
en tus metros de veneno.
Sin apeno rompe el freno
que te hace hacer bondad.
Todos somos a veces ella,
al sacar aquella huella
de animal.