Por Alicia Alejandra
Twitter: @Alisless
Con mis propios pies me dirigí a esa vida inesperada. Entré a ese lugar confuso y tal vez vacío al que nos topamos cuando pasan las cosas a medias, cuando el improbabilísimo está a la orden. Pero no estoy segura si hay una manera correcta con la persona correcta. Entré a ese mundo por mi propia voluntad. No puedes resistirte casi nunca a las cosas nuevas, entre adrenalina, melancolía o esos deseos de sentir algo completamente fuera de ti.
Y solo probando fue que entendí que tal vez no es posible o no deseado dejar atrás a gente así nada más. Entendí que besar nuevos labios en definición era más que un beso: es entregarse a él y someterse a los cambios. Entendí, al verlo frente a mis ojos, que la respuesta que merecía surgiría de las mismas dudas que tenía.
Ahora hay más que piezas por cubrir, piezas sueltas que en mi recorrido tengo que colocar de la manera más apropiada y reconozco que la respuesta va más allá de las muchas dudas que pude plantear, muchas más de las que quisiera. Y cualquier día la duda podía concluir sin que la buscara y que las respuestas pueden ser ciertas o probablemente ninguna lo es.
No sé si prefiero hacer más movimientos con las piezas que tengo, o acabar las partidas próximas, o tal vez si sé que hacer. Puedo escribir formas a lo largo de este emprendimiento. Me lo merezco.