Por Camilo Villanueva
Twitter: @LetraSilenciosa
Todavía recuerdo cómo disfrutaba sentarme a leer y detenerme para pensarte. O la primera vez que te vi a los ojos y supe que tú serias todo: calma y tempestad, viento y lluvia, recuerdo y olvido, sonrisa y lágrima, día y noche.
También cuánto miedo tuve de querer abrazarte cuando me sentía triste, querer besarte aun después de haberte besado, y querer admirar el paisaje desde tu ventana.
Sin dejar a un lado aquella vez que corrí a la estación del tren a verte partir, sin decir nada; y te dejé ir, quebrándome quizás el corazón, pero sabiendo que siempre di lo mejor y tú no lo valoraste.