- En clases de educación física y en albercas se requiere utilizar protección solar
- Los bloqueadores se deben aplicar 30 o 45 minutos antes de exponerse al sol
A fin de evitar desde pecas hasta quemaduras de segundo y tercer grado o daños irreversibles como queratosis actínica (enfermedad en la piel que desarrolla manchas o lesiones ásperas y escamosas), que son precursores del cáncer celular o cáncer baso celular, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) exhortó a la población a utilizar bloqueadores solares y bronceadores con protección a los rayos ultra violeta tipo B, para poder realizar actividades al aire libre.
El jefe del Servicio de
El también cirujano plástico estético y reconstructivo sugirió evitar que los niños y jóvenes realicen cualquier actividad en la que se reciban de manera directa los rayos solares de las 10 de la mañana a las 3 de la tarde, toda vez que en esas horas las radiaciones caen de manera directa.
“Si yo fuera muy estricto, diría que lo conveniente es tener un área cerrada en la cual ellos puedan realizar sus actividades. Si no existe esa posibilidad, por ejemplo, si están nadando, pues lo ideal no es en zonas donde se reflejen más esos rayos, que es en el agua y producen una quemadura mayor, una penetración más de los rayos ultravioleta”, detalló.
En
Luján Olivar dijo que se deben usar varios tipos de bronceadores, ya que además de ser un químico, pueden considerarse como un filtro solar el cual absorbe las radicaciones y hace que el bronceado actúe más rápido; esto es que los melanocitos (células que se encargan de reproducir melanina, pigmento de la piel) actúen como el mecanismo de defensa que tenemos.
Es importante saber que después de la aplicación de un protector solar se deben esperar por lo menos 30 minutos en lo que penetra la piel, “es decir, si yo quiero irme a asolear ahorita y me pongo protector solar y salgo al sol, no me va a dar la misma protección porque no lo va a absorber mi piel. Tenemos que esperar un promedio de
El jefe del Servicio de
Primero, dijo, se debe lubricar la piel; segundo, protegerla con un bloqueador solar para que disminuya la agresividad de los rayos ultravioleta y algo para que se regenere nuestra piel. “La piel además de que la estamos quemando, le estamos disminuyendo su lubricación, porque hay que recordar que la epidermis son capas corneas, las cuales tienen queratina y no permitimos que las glándulas tanto sudoríparas como las sebáceas funcionen adecuadamente”.
Si la quemadura es más grave, se le debe dar un analgésico para quitar el ardor, disminuir la fiebre y la sensibilidad de las fibras nerviosas, incluso ponerle una crema antibiótica lubricante, vendarlo o aplicar compresas frías si está enrojecido, así como tomar abundantes líquidos para reponer lo perdido. En las pieles blancas, advirtió el especialista del IMSS, se condiciona más este problema.