EPILOGO
Capitulo 23
Gustavo Leal F.
Entrada
En el año 2001, la 89 Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT estableció lo que ha terminado por conocerse como “el nuevo consenso” sobre la seguridad social.
Este “consenso” alude a las siguientes 10 coincidencias:
1.- La seguridad social es un derecho humano fundamental. Reviste gran importancia para el bienestar de los trabajadores, de su familias y de la comunidad en su conjunto. Es un instrumento de cohesión, paz e integración social. Correctamente administrada, proporciona asistencia médica; seguridad de ingresos y servicios sociales. Ante la globalización y las políticas de ajuste estructural, es más necesaria que nunca.
2.- Extensión de cobertura con amplio alcance. Debe concederse más prioridad a la misma con una estrategia nacional integrada de seguridad social para que se pase de la economía informal a la formal mediante distintos mecanismo: seguros obligatorios o voluntarios (microseguros) y asistencia social.
3.- No hay modelo único ejemplar y le incumbe a cada sociedad determinar la combinación de regímenes que le conviene, de acuerdo a principios básicos que deben tener todos los sistemas: prestaciones seguras y no discriminatorias; rigor y transparencia de los regímenes; mínimos costos de administración; con importante participación de interlocutores sociales; con confianza de la población y con buena administración.
4.- El Estado tiene prioritariamente la función de favorecer, mejorar y ampliar la seguridad social y de establecer un marco normativo eficaz con mecanismos de aplicación y control.
5.- El diálogo social es importante para asegurar la eficacia en la institución o ampliación de la seguridad social, en la evaluación y el desarrollo de opciones para hacer frente a cualquier desequilibrio financiero, así como la participación de los interlocutores sociales en la formulación de la estrategia nacional.
6.- En los sistemas de pensiones de prestaciones definidas basadas en el reparto, el riesgo es colectivo, mientras que en los regímenes de cuentas de capitalización individual, el riesgo es individual. Si bien esta es una alternativa que existe, no debe debilitar los sistemas de solidaridad.
7.- Los regímenes de pensiones obligatorios deben garantizar prestaciones suficientes y solidaridad nacional, y los regímenes complementarios pueden ser un aporte valioso pero en la mayoría de los casos no deben sustituir los regímenes legales y si se los apoya fiscalmente, debe ser para los trabajadores de ingresos bajos o medios.
8.- El envejecimiento en muchas sociedades está repercutiendo significativamente tanto en los sistemas de pensiones financiados por capitalización individual como en los de reparto y también en el costo de la asistencia médica; las soluciones están en las medidas para aumentar el empleo y en el crecimiento sostenible que genere empleo productivo.
9.- Promover el acceso al empleo decente con prestaciones de desempleo suficientes y coordinado con políticas activas de empleo.
10.- Igualdad entre hombres y mujeres como cimiento y eje de la seguridad social.
strong>Primera evidencia: una discusión técnica que perdieron los tecnócratas
La Iniciativa de reforma a los artículos 277D y 286K de la Ley del IMSS presentada por el priísta Manlio Fabio Beltrones el 14 de julio de 2004 y cuyo precipitado dictamen fue aprobado por la Comisión de Hacienda a las 48 horas e inmediatamente después por las Comisiones de Trabajo y de Seguridad Social , muestra que como Santiago Levy ya había perdido la discusión “técnica” sobre su apocalíptico diagnóstico “financiero”, el foxismo optó por patear el tablero y secuestrar de tajo un prometedor debate social que empezaba a fincar responsabilidades precisas sobre aquellos que han tomado las decisiones.
Frente al estrepitoso derrumbe de las “tesis” del “financiero” Levy, el gobierno del “cambio” no dudó un instante y abortó un aprendizaje que enriquecía a la opinión pública, a los actores de la arena de la política pública y a la sociedad toda.
Segunda evidencia: tecnócratas que cubren a tecnócratas
La penosa alianza PRI-PAN-PVEM-CONVERGENCIA que asestó ese golpe autoritario, confirma que la Iniciativa pretende encubrir la incompetencia técnico-política de Ernesto Zedillo, Luis Téllez, Gabriel Martínez y Genaro Borrego, autores de la Nueva Ley de 1995.
Con Levy a la cabeza, los tecnócratas del foxismo encubren a los del tardopriísmo.
Más que buscar soluciones para la seguridad social, el PRI y su vergonzosa alianza, sólo busca cubrirles la espalda.
Tercera evidencia: algunas cifras que muestran el fondo del problema
Lo perdido por Levy y su Consejo Técnico a modo era, justamente, la calidad técnica de sus explicaciones “financieras”.
El debate probó que en el fondo de la situación del IMSS pesa decisivamente esa Ley Zedillo, que ha descapitalizado sus arcas. Aunque también pesan la incapacidad de los directores para ajustar cuotas obrero-patronales y evitar su elusión y evasión.
Ni Borrego ni Levy le han exigido al gobierno federal que cumpla con el adeudo de casi 55 mil MDP por prestaciones en especie del Seguro de Enfermedad y Maternidad (pendientes desde la entrada en vigor de la Ley Zedillo), mientras que las “reformas” impuestas por Levy en 2001 (que obligan al Instituto a constituir reservas), ya han retirado de la operación la friolera de 35 mil MDP. ¿Qué “empresa” resistiría tal “inteligencia” tecnocrática que, sólo en estos dos conceptos, suma 90 mil MDP?
Cuarta evidencia. El RJP: apenas un abrbustillo del frondoso bosque
De cara a los resultados de esta “modernización” priísta, el empeño de Levy por culpar al Régimen de Jubilaciones y Pensiones de sus trabajadores, semeja una delgada gota de agua en piedra ardiente.
La propia Iniciativa Beltrones sostiene que su costo alcanzará 21 mil MDP en 2004.
A esta fracasada “modernización” priísta, habrá ahora que agregar los impactos de la Iniciativa Beltrones.
Quinta evidencia. El reto de Levy hoy: situar a los servicios en el pobre nivel que tenían en el año 2000
Como sucedió con las derrotadas reformas fiscales de Fox, tampoco Levy ha explicado cómo empleará los recursos que pretende arrebatar a los trabajadores de nuevo ingreso. A pesar de que lleva casi cuatro años cobrando 213 mil pesos mensuales, no ha diseñado una sola política de mejora para la columna vertebral del IMSS: la atención médica. Los servicios están mucho peor que los que le heredó de Zedillo. ¿Para qué quiere recursos?
Cacareando el inútil proceso de mejora de la medicina familiar que le recomendó el Banco Mundial -y al igual que Frenk en la SSA y González Roaro en el ISSSTE-, mientras el Instituto se debate en la completa ausencia de adecuadas políticas clínicas para la atención de los daños médicos de que debe hacerse cargo, Levy se ufana de haber entregado más de 5 millones de Cartillas de Salud (PREVENIMSS) y haber otorgado el componente salud del Programa Asistencial de Desarrollo Humano Oportunidades (Paquete Básico) a 275 mil familias.
Sexta evidencia: los verdaderos soportes del Instituto
Y sin embargo, en las manos de sus médicos y enfermeras el IMSS resiste. Es claro que en el marco de un gobierno responsable, su noble labor luciría de muy otra manera.
Séptima evidencia. Beltrones, Abascal y el sacrificio de los jóvenes mexicanos. Madrazo debe pagar!
Además, la Iniciativa Beltrones no resuelve absolutamente nada, aunque sí sacrifica a los mexicanos del futuro. Más allá de los servicios que el golpe brinda a la controversial Ley Abascal en materia de contratación colectiva y más allá de las componendas de corto plazo entre los partidos que se prestaron a presentar al Congreso esta “mierda” (De Buen, dixit), es claro que la factura política del golpe a los que sostienen al IMSS y a las conquistas laborales de los trabajadores mexicanos, deberá ser asumida enteramente por el PRI de Roberto Madrazo.
Octava evidencia: el PRI de la Iniciativa Beltrones es el mismo que votó la ISES y el Seguro Popular
Ese PRI deberá enfrentar ahora no sólo las inminentes movilizaciones de los trabajadores del IMSS, sino también la penalización directa sobre su oferta electoral para el 2006. Fue ese mismo PRI quien votó con Zedillo-De la Fuente las Instituciones de Seguros Especializadas en Salud (ISES) y con Fox-Frenk el fraudulento Seguro Popular. ¿Con qué cara presentará a la elección del 2006?
Novena evidencia: el nuevo gobierno frente al Fobaproa y el IMSS
Como en el caso del Fobaproa-IPAB, confiemos que el nuevo gobierno que brote de los comicios de 2006, además de auditar integralmente al IMSS del PRI-Fox, también cumpla con:
1) un proyecto de país con crecimiento sostenido de la economía y empleo formal
2) para montar sobre él, el modelo de salud y seguridad social;
3) considerando que la mejor manera de definir ese modelo es dando voz y capacidad de decisión al operador principal de esta política pública: al equipo de salud
4) y materializando, por primera vez en la historia, un compromiso explícito para nombrar un director general del IMSS a la altura de sus nobles funciones; nombramiento que debería sancionar el Congreso de la Unión.
Con ello podría, tal vez, iniciar la política de salud y seguridad social que se merecen el México del siglo XX1.
Final
Este libro representa una valiosa aportación para el examen de las fuerzas e intereses legítimos que pesan sobre la arena de la política pública. Si acaso, debo observar, que el volumen reúne valiosos materiales sobre una sola de esas fuerzas y su voz. ¡Enhorabuena!
Ojalá que el futuro cercano nos depare muchos trabajos similares más; trabajos que nos permitan acabar de escuchar el coro entero de todos aquellos que están construyendo la seguridad social del inmediato mañana.
Notas de Pie
Una versión preliminar de este trabajo fue presentada en el Foro “EL REGIMEN DE JUBILACIONES Y PENSIONES DE LOS TRABAJADORES DEL IMSS”, SNTSS, Sección 3- Jalisco, Guadalajara, 30 de julio, 2004.
2 Con la “inexplicable” ausencia de los diputados perredistas Diana Bernal y Emilio Zebadúa.
3 Con el voto a favor de los diputados priístas Marco Antonio García Ayala (secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, SNTSSA) y Concepción Castañeda (secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, SNTISSSTE).