ANTES QUE LOS TRABAJADORES PONGAN MEDIO CENTAVO PARTIDO POR LA MITAD, FOX Y LEVY DEBEN A EMPEZAR A HACER SU TRABAJO
Capitulo 29
Gustavo Leal F.
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Como en 2003, cuando Roberto Vega Galina, Federico Arellano, Joaquín Castillo y Miguel Angel Van-Dick Puga -en su calidad de integrantes del CEN 2002-2006 del SNTSS- distribuyeron el folleto Reformas 2004. RJP (precedido de un Taller para facilitadores del proceso de fortalecimiento del RJP celebrado en Puerto Vallarta en diciembre de 2002), ahora en 2005, el CEN distribuye un disco que contiene el Seminario nacional para la formación de facilitadores en el proceso de difusión de la propuesta del Régimen de Jubilaciones y Pensiones.
Como en 2003, ha vuelto a corresponder al despacho Valuaciones Actuariales, S.C. desplegar una Propuesta de reforma del RJP que, ahora en 2005, contempla incrementos en las aportaciones de la generación actual y las nuevas al RJP.
No está de más recordar que la propuesta 2003 fue rechazada por el XXIII Congreso Nacional Extraordinario que resolvió, más bien, exigir una auditoria, como que la Propuesta 2005 de Valuaciones Actuariales S.C. fue primero comunicada en agosto del año pasado por el abogado Arturo Alcalde Justiniani –asesor jurídico del CEN-, horas antes de que el Senado de la República (vale decir: el PRI-Madrazo y el PAN-Creel) votara la nefanda Reforma Beltrones-Madrazo-Levy que cercena el Contrato Colectivo de los trabajadores del IMSS.
Apenas por estos días, a escasas seis semanas del Congreso de octubre 2005, empiezan los trabajadores a enterarse de esa propuesta anticipada por Alcalde Justiniani.
En mi opinión, antes de pedirles un centavo extra de aportación a los trabajadores convendría detenerse a escuchar atentamente las siguiente seis evidencias.
Primera: nueve mentiras (frecuentes) de Levy
Los resultados de un trabajo reciente elaborado por técnicos del IMSS, muestra que Levy mintió, al menos, en la siguientes ocho materias:
a) En el contexto nacional ¿el Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) del IMSS es el más oneroso? ¡No! Antes están el del ISSSTE, el del IMSS como asegurador y los Sistemas Pensionarios Estatales.
b) Por el RJP ¿el IMSS presentará deterioro en sus finanzas antes que cualquier otro fondo? ¡No! El del ISSSTE es entre 3 y 7 veces mayor y se precipitará más rápidamente.
c) ¿El monto de las pensiones del IMSS es el más inequitativo comparado con el resto nacional? ¡No! En 2002, sólo la Comisión Federal de Electricidad contaba con 20 mil pensionados, un gasto total de 3 mil 600 MP y pensiones promedio mensuales de 18,300 pesos.
d) En el período 2000-2004 el IMSS ha contado con mayores recursos por derechohabiente. ¿Mejoró Levy su atención? ¡No! Los asegurados disminuyeron y el presupuesto de medicamentos y materiales de curación, ya suma 26 mil MP en 2005: 600 pesos por derechohabiente Y, sin embargo, la eficiencia en el surtimiento de fármacos es sólo de 5.1. ¡La mitad!
e) ¿Es Levy un recaudador eficiente? ¡No! En lo que va de 2005, se han dejado de recaudar 1, 500 MP respecto a la meta establecida.
f) ¿Es Levy un administrador eficiente? ¡No! Mientras las organizaciones modernas tienden a bajar los niveles de inventario para mejorar su rotación, Levy amplió el stock y modificó los contratos con los proveedores a 3, 6 y 12 meses.
¿Resultado? Incertidumbre, serias dificultades en la planeación y mayores precios de compra. Tanto así que -para agosto, 2005- por el Sistema de Planeación de Recursos Institucionales (PREI), el IMSS tiene con 812 proveedores (de medicamentos y materiales de curación) un adeudo de 140 MP.
g) ¿Es Levy un inversor eficiente? ¡No! La actual Dirección del IMSS no dispone de una política de inversión coherente para equipamiento e infraestructura médica. Los recursos (12 mil MP) no se ejercen en su totalidad. En 2003 sólo se ejerció el 64 por ciento de lo presupuestado.
h) ¿Emplea Levy un discurso doble? ¡Por supuesto y con toda frecuencia! En sus informes oficiales sostiene que la infraestructura y el equipamiento puede ser catalogada como “buena”. En ellos afirma que sólo el 1.8 por ciento presentan “malas” condiciones, en el primer nivel.
Sin embargo, en la información proporcionada a medios de comunicación, Levy divulga que existe “grave deterioro” debido a la falta de recursos por lo que pesa el RJP.
i)¿Es Levy un director “austero”? ¡No! El incremento del costo de la nómina de mando para la “elite Levy”, se multiplicó por 3: de 480 MP a mil 467, en el período 2002-2005.
Mientras el incremento salarial 2001-2005 se incrementó así: Director General 36 por ciento; Directores Normativos 37; Coordinadores 62 y Delegados 132 por ciento.
El personal contratado por Honorarios de Servicios Profesionales creció en 300 por ciento y su gasto se multiplicó por 4: de 2 a 8 millones.
Todos estos recursos de la “elite”, se roban al presupuesto de operación.
Segunda: un director “financiero” incompetente
En la sesión del H. Consejo Técnico del 23 de enero de 2002, Levy sostuvo que:
a) Los ingresos que se aprobaron para el Instituto son 164 mil MP y el Presupuesto de Egresos estableció una meta de acumulación de reservas por 10 mil 364 MP.
b) Con esos ingresos y acumulando esas reservas, el gasto que resta al IMSS monta 153 mil millones.
c) “La primera observación que haría”, subrayó Levy, es que “el presupuesto de gasto es 1 por ciento inferior en el 2002 respecto al 2001”. Para la atención a los derechohabientes, el rubro de Materiales, Suministros, Servicios Generales e Inversión Física, va “a caer 4.2 por ciento en términos reales respecto a lo que ya habíamos recortado. De compararlo respecto a lo que fue el presupuesto inicial de 2001, el recorte sería aún mayor”.
d) Y puntualizó: “el deterioro de las instalaciones va a continuar”.
e) “Con toda franqueza, no son buenas noticias. Implica que estaremos operando con márgenes extremadamente estrechos y con problemas graves de operación, al mismo tiempo que estamos acumulando esos 10 mil MP. Cuando nos suban otros rubros y metamos los 10 mil 364 MP a las reservas, podemos gastar más. Porque ahora la Ley responsabiliza a todo el Consejo Técnico de que se cumpla con la meta de acumulación de reservas”.
Tercera: los costos en la atención
A nadie sorprende que, tres años y medio después de esta decisión “estratégica”, en el marco de la otra gran “revolución” -también fracasada- conocida como Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAES), el pasado 10 de junio, el Dr. Felipe Robledo Ogazón, Jefe de la División de Cirugía I del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional, girara un Memorando Interno (dirigido a los Jefes de Servicio de Gastrocirugía, Angiología, Neurocirugía, Anestesiología, Quirófanos, Urología y Oftalmología) comunicando que : “debido a que el abasto de insumos y algunos medicamentos se ha visto retrazado por causa de adjudicación y licitación que se regularizarán en un lapso de alrededor de 4 a 6 semanas, se solicita de ustedes el disminuir las cirugías electivas e ingresos hospitalarios con el fin de no tener problemas en la atención a los derechohabientes”.
Cuarta: ¡pésimo financiamiento!
Frente al deliberadamente equivocado discurso apocalíptico que divulgó Levy desde 2002 -vía sus, ya cuatro Informes-, en el año 2003 el SNTSS organizó -gracias a la paciente labor del Dr. Miguel Angel Saénz Garza- un sencillo cuerpo de cifras contundentes que exhiben de cuerpo entero la incompetencia “técnica” de Levy y muestran, con claridad, como no debe financiarse la seguridad social si de lo que se trata es de impactar venturosamente sobre el estado de salud de la población.
Esta historia inicia con los tecnócratas priístas de Zedillo: Luis Téllez, Gabriel Martínez, Eduardo González Pier, Gerardo Cajiga, entre otros, que Borrego decidió no detener, y termina con los tecnócratas priístas que ¡increíblemente! Fox designó en el IMSS, hace ya 5 largos años y medio.
Me refiero, por supuesto a la fracasada reforma Zedillo de 1997 y a ese caos que denominaré “gestión”- Levy.
En efecto, los tecnócratas encabezados por Levy, además de cubrir a sus antecesores priístas, son –junto con Fox- los responsables directos del estado actual del Instituto: Luis Guillermo Ibarra Ponce de León, Luis Miguel Chong, José Antonio Alvarado, y Evelyn Rodríguez, entre otros. Todos deberán rendir cuentas en cuanto tome posesión el gobierno electo en 2006.
Quinta: las cifras del Dr. Sáenz Garza son irrefutables
El Seguro de Enfermedad y Maternidad y el de Guarderías en porcentajesem
El 11 de nov del 2003, mientras Levy comparecía ante los diputados de la Comisión de Seguridad Social, el Dr. Vega Galina, secretario general del SNTSS le dijo textualmente:
1) “Como el Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) cambió su financiamiento con la Ley Zedillo, disminuyendo las cuotas patronales a más de un 30 por ciento y aumentando las del gobierno, en junio de este año, se informó ‘que este seguro estaba desfinanciado y operaba con un déficit cada vez mayor, porque no se compensó con el aumento de la aportación del gobierno’”.
2) “En el Seguro de Guarderías, la Ley Zedillo también disminuyó la aportación patronal, del 1 al 0.8 por ciento, sin ninguna justificación. La demanda no está satisfecha y el IMSS tiene más de 9 años de no construir o poner en funcionamiento guarderías operadas por él mismo”.
A este par de cuestionamientos directos, titubeante, Levy sólo pudo mal responderle a Vega: “en efecto, como usted señala, en la ley del 97 se cambia la estructura de financiamiento del SEM. Se desgrava la aportación de los patrones y se compensa con una aportación del gobierno federal. Los ingresos que tuvo el SEM con la ley de 97 son ligeramente superiores, no por mucho, dos mil millones, a los que hubiese tenido el instituto de haber estado vigente hoy en día la ley de 73”.
La insuficiencia de cuotas obrero patronales, la evasión y la elusión así como el adeudo del gobierno federal con el SEM, en millones de pesos contantes y sonantes
Sólo cinco meses después -el 21 de abril de 2004-, en una reunión de trabajo con la Comisión de Seguridad Social en el Senado de la República, el Dr. Vega dijo:
1) “Hay una insuficiencia de cuotas obrero patronales de 37.5 MP diarios y 20 mil MP anuales por evasión y elusión. O sea, 33 mil 500 MP anuales que resolverían en buena medida sus problemas financieros sin afectar a los trabajadores”. Y agregó:
2) “El IMSS no ha sido capaz de hacer cumplir al Gobierno federal con el artículo 12 transitorio, por lo que le adeuda 12 mil MP por concepto del SEM”.
¡No hay duda: Levy es un incompetente redondo! No sabe hacer su chamba y, sin embargo, culpa a los trabajadores de su impericia profesional.
El principal responsable de esta anomalía es Vicente Fox quien, frivolamente, lo designó para atender una responsabilidad que rebasa su capacidad profesional.
Las fuentes del desfinanciamiento estructural del IMSS y en particular del SEM
El 8 de junio de 2004, Vega se refirió a las fuentes del desfinanciamiento del IMSS. En una reunión ordinaria del SNTSS con la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, sostuvo que: “el problema financiero que catastróficamente se ha planteado es en realidad un problema administrativo que puede y debe corregirse. El Instituto, desde el inicio de la vigencia de la nueva Ley, ha estado cubriendo indebidamente los gastos de las prestaciones en especie, de seguros de enfermedades y maternidad, de los jubilados y pensionados, bajo el amparo de la Ley de 1973; gasto que le corresponde cubrir al Gobierno Federal como costo de la transición”. Y precisó:
“Para 2002 el número total de jubilados y pensionados con derecho a la asistencia médica era de 2 millones de personas. El IMSS calculó que el costo de la atención para ellos y sus beneficiarios era, en promedio, de 5 mil 723 pesos anuales por cada uno. De tal forma que el costo total que el IMSS ha erogado en otorgar ese cargo, sólo en 2002, fue de 12 mil MP”.
Por tanto, remató: “sin considerar ningún aumento en 2003 y el primer trimestre del 2004, el costo total de estos 18 meses que el IMSS ha gastado en otorgar prestaciones en especie de Seguros de Enfermedades y Maternidad, representa 18 mil MP”.
A esa cantidad habría que agregarle el gasto acumulado 1997-2001 por el mismo concepto que, conservadoramente calculado, asciende a 41 mil MP. Así el adeudo del Gobierno Federal con el IMSS suma 54 mil 805 MP. Esta es una cantidad que el IMSS debe de recuperar y que la Dirección del Instituto tiene la obligación de cobrarle al Gobierno antes de cargar la culpa a sus trabajadores”.
Lo que pesa constituir reservas
Finalmente, Vega argumentó: el IMSS constituye reservas desde 2001. Pero, “si efectivamente hubiera algún problema de extrema gravedad, lo primero que debería de hacerse es tomar recursos de las reservas para solventarlos, mientas se analizan los problemas estructurales que pudieran haberle dado origen, para encontrar una solución adecuada en lugar de continuar incrementando dichas reservas en proporciones que van del 7.5 por ciento del total de los ingresos del Instituto para el año 2004”.
En 2004 debió incrementar sus reservas en 13 mil MP; cifra 30 veces mayor que la establecida en el presupuesto del año 2003. Ello disminuyó su gasto de operación en la misma cantidad.
En suma, dijo Vega: “en 23 mil MP 2003 y 2004, y más de 35 mil MP en lo que va de la presente administración. Es absurdo fallecer por inanición, mientras año con año aumenta su ahorro para gastos del futuro”.
Conclusión: ¿puede haber peor manera de financiar y gestionar la seguridad social que la de la “gestión” Levy? Difícilmente! Estos priístas que cubrieron a priístas, deberán todavía responder ante la sociedad toda. El próximo gobierno estará inevitablemente obligado a llamarlos a rendir cuentas.
Sexta: con Fox y Levy, en el IMSS, puros impactos sociales regresivos
Con independencia del pobre programa PREVENIMSS, el impresentable Programa de Desarrollo Humano Oportunidades -antes PROGRESA- y el así llamado Programa de Mejora de la Medicina Familiar, el caso de las Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE) muestra lo que sucede cuando un asunto estratégico como el del financiamiento de la seguridad social, se deja en manos de incompetentes.
Los responsables directos de la vergonzosa “agenda médica” Fox- Levy son el Dr. Onofre Muñoz, director de Prestaciones Médicas, la Dra. Beatriz Zurita, coordinadora de Planeación y Desarrollo y el Dr. Héctor Aguirre Gas, a cargo de las UMAES.
Hasta ahora, el CEN del SNTSS ha mantenido un bajo perfil frente a estas singulares “iniciativas” e, incluso, ha divulgado una posición sanitariamente poco ajustada a los hechos: que las UMAES pudieran representar una “modernización” o “reforma estructural” del IMSS.
Esa “agenda médica” Levy-Muñoz es un insulto a los derechohabientes, a la ciudadanía y a los trabajadores del Instituto, en este caso particularmente a los médicos y enfermeras. No hay propuesta más penosa y ofensiva para ellos que el así llamado “modelo catalán”.
¿Hasta dónde opera con las UMAE el principio de bilateralidad que establece el Contrato Colectivo de Trabajo?
Su sola presencia lo cuestiona de raíz y lo mismo habría que decir del así llamado Sistema Institucional de Afiliación, Recaudación y Fiscalización del IMSS (SIAREFI)
Las UMAE no representan “modernización” alguna de la atención médica institucional. Antes al contrario: organizan un proceso de racionamiento en lo que antes se conocía tercer nivel que, ahora, se reduce a un conjunto inconexo de hospitales dotados de “autonomía operativa”.
El Consorcio Hospitalario de Cataluña (CHC) -que cobró 20 MDD- y la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS, recomendaron abiertamente su instrumentación y el Consejo Técnico de Levy ya ha autorizado 20. A pesar que la validez “operativa” del modelo “catalán” está en debate en la propia Cataluña: esta Comunidad Autónoma exhibe uno de los más grandes déficits sanitarios de entre los 17 del Reino de España.
En su nuez, las recomendaciones del CHC “devuelven” el presupuesto histórico a lo que antes era el tercer nivel, nombran un director por UMAE, con un salario varias veces superior y un grupo de apoyo salarios también superiores, mientras los equipos de salud se quedan con el mismo, sin infraestructura, con desabasto y una demanda de atención acrecida.
Sin embargo, la responsabilidad “financiera” de la UMAE recae en todos: en el director, su grupo cercano y los médicos de base “gestores”, así como las enfermeras que, con el “genial” modelo UMAE, ahora son corresponsables de la salud “financiera” del hospital.
¿Y cómo van a ser corresponsables? La propuesta de Beatriz Zurita es sencillamente cínica: dosificar la atención, “gestionarla” a través del control de la “variabilidad de la práctica clínica”. Cualquier médico sabe que eso es clínicamente imposible.
Es ese diseño de las UMAES el induce a que los equipos de salud propendan a atender sólo lo que pueden: es decir, “paquetitos” ajustados a la “variabilidad clínica” del antiguo tercer nivel de atención y no la patología que enferma y mata a los mexicanos.
Y esto sucede, cuando en 1999, se reportó en México el fallecimiento de casi quinientas mil personas. La mitad de ellas se debieron a cinco causas: enfermedades del corazón, tumores malignos, diabetes melittus, accidentes (de tráfico) o enfermedades del hígado.
Este es el cuadro frente al cual se demanda atención médica resolutiva y no sólo llamados abstractos a la prevención general.
Esa estructura de las UMAES (que contempla cobros y “acuerdos de gestión”), constituye un incentivo directo a la corrupción y mercantilización de los servicios, por no mencionar siquiera el desplome en los niveles de calidad y resolutividad médica.
¿Es esto una “modernización” como sostiene el CEN del SNTSS?
Con el “modelo” Levy-Muñoz-Zurita-Aguirre Gas, no hay mejora alguna para los derechohabientes: los pacientes siguen siendo “cosas” mal atendidas. La ventaja es para los pacientes privados que son bienvenidos: para ellos “aparecen” todos los recursos, aunque sus pagos no ingresen al nuevo esquema de “salud financiera de la UMAE”. Su dinero se reparte entre las mafias que controlan los servicios. Ahora, con Levy, esos servicios “se venden”.
Levy y el gobierno de Fox no han hecho nada por mejorar la atención médica que recibieron de Zedillo y el último PRI. Todo está mucho peor.
Los trabajadores del IMSS saben que la situación en las actuales UMAES ya es crítica.. Pero tienen temor, porque la estructura UMAE, tan salta por sobre la bilateralidad, que ahora puede despedirlos.
A las piezas del Banco Mundial; los trabajos de Funsalud, los informes de la OMS y de la OCDE, hay que agregarles el “modelo catalán”. El CHC aporta algo que no se habían atrevido a decir todavía nadie: que el médico se vuelva un “gestor”, que renuncie al principio casuístico de la práctica médica. Que renuncie al extraordinario arsenal del encuentro médico paciente y a la correspondiente atención, en aras de mantener el equilibrio “financiero” de la UMAE. Esta “propuesta” del CHC y de Beatriz Zurita es un insulto a la tradición sanitaria mexicana.
Mientras los focos del “debate” sobre la seguridad social se han orientado hacia la situación del RJP y su defensa, las agresiones de Levy-Muñoz-Zurita y Aguirre Gas a la materia médica -que constituye la columna vertebral del IMSS- avanza soterradamente.
Ningún país democrático con políticas responsables de salud y seguridad social deja las grandes decisiones estratégicas de esta arena en las torpes manos de funcionarios improvisados, apenas dotados de una mediana formación “financiera” y pretendidamente “gerencial”.
El Congreso que celebrará el SNTSS el próximo octubre, puede empezar a poner las cosas en su lugar y desenmascarando esa ridícula “agenda médica”.
Salida. ¿Qué hacer?
Escuchadas estas seis evidencias, cabe preguntar: ¿deben los trabajadores actuales y futuros del IMSS incrementar gradualmente el monto de su aportación al RJP pasando del 3 al 10 por ciento, un 1 por ciento anual en cada revisión salarial? ¿deben incrementarla antes de que Fox y Levy empiecen a hacer su trabajo y sin que el IMSS-Patrón ponga absolutamente nada en su calidad de empresa?
En mi opinión la tarea inmediata consiste en identificar con precisión la voluntad de los trabajadores y exigirle a Fox que ya no se atreva a tocarle una sola pluma más a las instituciones de seguridad social.
Por lo que toca al gobierno entrante, hay que exigirle, también, una auditoría integral a todos los fondos del IMSS. Sólo abriendo los libros se podrán fincar las responsabilidades del caso.
Una vez que ese nuevo gobierno establezca las mesas para definir el proyecto de país incluyente sobre el cual debe montarse el modelo de salud y seguridad que se merecen los mexicanos del siglo XXI, habrá que partir de lo que despreciaron siempre los tecnócratas priístas y panistas: la voz y decisión de aquellos que prestan los servicios; la de los equipos de salud institucionales.