La oscura Fundación IMSS A.C.
Molinar Horcasitas-Pérez y Pérez, la turbia mancuerna

Parte I

Valentín Cardona
2 de noviembre de 2007

Apenas y comenzaba el continuismo del presidente “espurio”, Felipe Calderón, cuando las órdenes ya habían sido dadas a todos los peones calderonistas: les había sido implantada hasta la médula la tarea de continuar a como diera lugar con las sucias prácticas del foxismo.

A sólo 19 días de estar en el puesto, muy sonriente por el alto salario al que se hizo acreedor, el director del IMSS, el fracasado “politólogo” Juan Francisco Molinar Horcasitas, hizo pública la que parece ser una peligrosa y cercana relación con el “coyote mayor” de los medicamentos en México, el “hombre llamado corrupción” José Antonio Pérez y Pérez, magnate y dueño de Fármacos Especializados, la principal firma surtidora de medicamentos de patente del IMSS y de todas las instituciones de salud del gobierno federal.

El 20 de diciembre de 2006, la que se conoce ahora como la “turbia mancuerna” selló un pacto de mutua protección y ayuda al acudir juntos a la inauguración de una supuesta “Sala de Eco Endoscopía” en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del IMSS.

La remodelación del local y el costo de los equipos habrían corrido a costas de Pérez y Pérez, se dijo que con una inversión cercana a los 10 millones de pesos; de ser cierto, apenas y un ligero pellizco a una incalculable fortuna amasada en perjuicio de los intereses de la institución, sus trabajadores y sus derechohabientes.

Sonriente y feliz en su visible estreno, Horcasitas soltó una frase de lo que se espera en el IMSS con él y hacia delante, y que delata el continuismo vulgar de las más sucias prácticas corruptas sembradas en el IMSS por Santiago Levy Algazi en el trágico foxismo. En efecto, al referirse a las dádivas “donadas” por Pérez y Pérez, Horcasitas dijo que “la integración de estos nuevos equipos va a beneficiar muy rápidamente a los pacientes, sobre quienes se deben enfocar todos nuestros esfuerzos: es un paso dentro de una línea que tenemos que continuar, la que se ha fijado desde antes de mi llegada al Instituto; son decisiones correctas que se han tomado en el pasado y que se deben reforzar”, como se dio a conocer en un escueto comunicado de prensa elaborado por Comunicación Social del IMSS para pregonar tan magno “evento de filantropía”.

“don” coyote con piel de filantropía

El “donativo” de Pérez y Pérez cayó a las arcas de la misteriosa y oscura Fundación IMSS A.C., de la que forma parte como “miembro directivo”. La Fundación es presidida por Rafael Fájer García en calidad de presidente del Consejo Directivo. Según Fájer, “gracias a la filantropía de don José Antonio Pérez y Pérez, director de Fármacos Especializados, este proyecto se convirtió en realidad, ya que su donativo permitió la remodelación y la adquisición del equipo”.

En el Consejo Directivo de la Fundación se mantiene al exsecretario de Salud, Jesús Kumate Rodríguez, como mero elemento de “ornato” y por su capacidad de “seducir a filántropos”, reveló a Imagen Médica un “amigo” de la Fundación.

De la fauces de “don” coyote salieron reveladoras palabras que ponen al descubierto el sometimiento de Horcasitas a las transnacionales farmacéuticas, pues Pérez y Pérez además la hizo casi de vocero de esa poderosa industria.. Dijo en cuanto a “su aportación”: “… es un compromiso que hacemos una vez identificadas las necesidades y en la medida de nuestras posibilidades, estamos colaborando para que haya estos adelantos en la medicina del país. Como siempre lo he dicho, hemos vivido muchos años del medio médico y del medio institucional; entonces tenemos el deber social de corresponder para que haya una mejor aplicación de la medicina, que esta sea moderna y especializada”.

Siguió: “… anteriormente se mencionaba que el IMSS era una institución que no estaba abierta a la participación de la sociedad civil; hoy se ve una total apertura y disponibilidad para que haya nuevas aportaciones de estrategias, de nueva tecnología, de investigaciones, de apoyo de la iniciativa privada. Hay futuras inversiones que se van a hacer en coparticipación de la industria farmacéutica”.

Y no sólo eso, “comprometido con el sentir de la fundación”, don coyote adelantó que “con el apoyo de la industria farmacéutica será ampliado el proyecto del Centro de Mezclas de la Clínica 25 de Monterrey, con lo cual se convertirá en la unidad más avanzada de Latinoamérica”; según él, esa acción “permitirá seguir mejorando la calidad médica para el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades neoplásicas en beneficio de los derechohabientes y permitirá un ahorro en los costos”.

“apoyo desde fuera”

Tanta formalidad se le dio al evento que, flanqueado por el coyote, Horcasitas cortó el listón de inauguración de la supuesta sala con fines médicos, acto seguido recibió los aplausos de los presentes, entre los que se encontraba Jesús Kumate Rodríguez, secretario de Salud con Miguel de la Madrid y “figura de ornato” para la Fundación. Kumate Rodríguez opinó así de “la interacción” entre la iniciativa privada y el gobierno: “lo importante es que los recursos aumentan; la participación de la iniciativa privada abre una puerta que no se había usado para allegar recursos que son necesarios, más en este momento en que la población crece, envejece y la atención es más cara”.

Emulando al exsecretario de Salud de la transa, Julio José Frenk Mora, y tal vez en busca de hueso que roer, Kumate agregó: “es un camino que marca cómo puede ser la atención sin perder soberanía, en este caso sin cambiar los lineamientos del Instituto ni perder la esencia del mismo; simplemente, si viene apoyo de fuera, habrá un mejor servicio”.

Y como remate, Kumate justificó su dicho. “Esta coparticipación es ya una dinámica a nivel mundial que México comienza a tomar: la salud no tiene límites, aun la inversión de países como Estados Unidos, que gasta diez o doce veces más que nosotros en salud, es insuficiente. Los gastos en salud en cualquier lugar nunca serán suficientes ni justos, por lo que si hay una solidaridad desde fuera, bienvenida”.

Otros de los asistentes a rendir pleitesía a Pérez y Pérez fueron el director del Hospital de Especialidades, convertido en el foxismo a Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), Juan Mier y Díaz; el jefe del servicio de Endoscopía, Juan Manuel Blancas Valencia; y persiguiendo siempre a Horcasitas, Santiago Echevarría Zuno, director de Prestaciones Médicas del IMSS, por cierto, médico al que llegó la prosperidad luego de coordinar la fallida campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa en el año 2000.

La oscura fundación

De acuerdo con testimonios recogidos por Imagen Médica, el donativo de Pérez y Pérez fue inflado a cambio del respectivo recibo de donación “deducible al cien por ciento de impuestos”. Según un especialista en ultrasonografía, el equipo donado no tendría un costo superior al millón de pesos, y eso, “ya inflado”.

El autor solicitó entrevista con el presidente del Consejo Directivo de la Fundación , Rafael Fájer García, además de información de relevancia para transparentar las aparentemente fraudulentas operaciones de la Fundación. Secretaria de por medio, Fájer García negó la entrevista y declinó proporcionar cualquier dato.

De la poca información que se obtiene de la página web de la Fundación , se desprende la posible colusión de servidores públicos y un entramado complejo que supone conflicto de intereses entre sus funcionarios y el IMSS. Y es que Pérez y Pérez, aparte de ser “miembro directivo” y filántropo de la Fundación , es proveedor del IMSS a gran escala. De hecho, pocos años atrás, en el seno del Congreso de la Unión se pidió se abriera una amplia investigación sobre el “peso” de Pérez y Pérez dentro del gobierno federal y por el perjuicio que causaba a las instituciones de salud al revender medicamentos de patente a sobreprecio sin que nadie pudiera hacer absolutamente nada.

Pero nada pasó. Al contrario, en el foxismo Pérez y Pérez creció desmesuradamente, sin barreras pues. Igual que los Bribiesca, igual que Hildebrando, igual que la no menos oscura Fundación Vamos México de la hoy desprestigiada y exprimera dama Marta Sahagún de Fox.

Curiosamente, igual que Vamos México, la Fundación IMSS se constituyó en el gobierno de la transa, a mediados del foxismo, y aunque el nombre de los socios se esconde bajo el anonimato, se sabe que sus precursores son prominentes empresarios y hasta funcionarios ligados a la institución y con acceso a información “privilegiada” para todo tipo de concursos y licitaciones.

A la vieja usanza, la Fundación IMSS tiene dos socios muy importantes, se trata de los directores general y de Prestaciones Médicas del IMSS. Es decir, Molinar Horcasitas y Echevarría Zuno accionan en la Fundación de manera temeraria bajo los títulos de nobleza de presidente y vicepresidente “honorarios”, respectivamente.

La Fundación , en efecto, goza de la facultad de otorgar a discreción recibos totalmente deducibles de impuestos bajo el amparo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Y no sólo eso, “participa también en el Programa de Intercambio de Deuda Pública en Apoyo a Proyectos de Alto Impacto Social, Servicio de Administración Tributaria, instrumento que el gobierno de México otorga a este tipo de organizaciones para cumplir su cometido”.

Y por si algo faltara, “para la obtención de recursos financieros en los Estados Unidos de Norteamérica, la Fundación IMSS A.C., está inscrita ante el National Registry of Scientific and Technological Institutions, Tax Law/January, 2002, en el Convenio de Doble Tributación México-Estados Unidos de Norteamérica y en el Consejo de Fundaciones de ese país”.

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