LA SUBROGACIÓN DE GUARDERÍAS
María Luisa López
3 de julio de 2009
Más allá de las falsas declaraciones de funcionarios panistas y priístas, se necesita saber que el sistema de salud capitalista en México es el culpable de los crímenes que ahora han dejado 48 infantes muertos y otras decenas de heridos en la guardería privatizada ABC, de Hermosillo, Sonora.
El Seguro de Guardería surgió en 1973, como un derecho y demanda legitima de las mujeres trabajadoras, las que ya se incorporaban a la planta productiva en un 40 por ciento en esos años. Es al Seguro Social al que le corresponde resolver la problemática del cuidado de los hijos mientras se labora en las empresas, pues la seguridad social no es sólo servicio médico, es también vivienda, recreación y servicios.
Por ello es el IMSS el único encargado de atender ese derecho de las madres trabajadoras brindándoles no sólo tranquilidad y certidumbre, sino además proporcionando los servicios de aseo, alimentación, cuidado a la salud, recreación y primera educación para sus hijos. Se decidió que el instituto “establecerá instalaciones especiales cercanas a los centros de trabajo y habitación” según la Ley de IMSS en sus artículos 201, 203 y 204.
En 1983 surgió el llamado “esquema participativo”, con el cual el Seguro Social dejó de asumir su responsabilidad de brindar directamente el servicio, limitándose sólo a capacitar, dejando a las asociaciones civiles como encargadas de edificar y administrar locales para transformarlos en guarderías. Así aumentó el número de locales subrogados, pasando de 757 a mil 374 tan sólo en tres años, de 2006 a 2009. En cambio, el número de guarderías ordinarias administradas por el IMSS se estancó por más de diez años en solo 142 guarderías.
Para llegar a esta situación actual, el PRI y el PAN impusieron “reformas” a la Ley del Seguro Social en 1995 y que entraron en vigor en 1997. Anterior a estas modificaciones, el artículo 11 de la Ley del Seguro Social, clasificaba de la siguiente manera: I. Riesgos de trabajo; II. Enfermedades y Maternidad; III. Invalidez, vejez, cesantía en edad avanzada y muerte y IV. Guarderías para hijos de aseguradas.
Con el cambio de 1995, el artículo 11 quedó: I.Riesgos de trabajo; II. Enfermedades y Maternidad; III. Invalidez y Vida; IV. Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez y V. Guarderías y Prestaciones Sociales. Al quedar integrados dos seguros en un rubro se tiene que compartir el presupuesto con prestaciones sociales. Antes se dedicaba el 1por ciento del salario base de cada trabajador sólo por el seguro de guardería. Ahora se tiene que otorgar el 20 por ciento del monto a “prestaciones sociales”; esto desmanteló y redujo drásticamente el Seguro de Guarderías.
A esto se suma el crecimiento de la subrogación de servicios, la cual siempre ha estado presente en la Ley del IMSS, sin embargo, estaba limitada. Con los gobiernos neoliberales y empresariales, crece la subrogación de todos los servicios, entregándolos a la iniciativa privada.
La ley del IMSS continúa modificándose para el bien de los patrones: en 2003 la Cámara de Senadores presentó una iniciativa de ley que pretendía legalizar lo que en los hechos ya funcionaba, esta reforma no pasó; sin embargo, al amparo de la ilegalidad se crearon tres modelos de guarderías que operan con la complicidad del IMSS en aras de bajar el costo de la operación.
Tenemos los siguientes modelos: las guarderías participativas, instauradas desde 1983; la vecinal comunitaria a partir de 1997, la vecinal comunitaria única, concontratos de tres años ylas ordinarias a cargo Instituto. Esta ilegalidad ha crecido al amparo del artículo 213 de la ley del Seguro Social que dice: “El instituto podrá celebrar convenios de reversión de cuotas o subrogación de servicios, con los patrones que tengan instaladas guarderías en sus empresas o establecimientos, cuando reúnan los requisitos señalados en las disposiciones relativas”. Las facilidades a los patrones han abaratado costos y lastimando la calidad del servicio desplazando a trabajadoras capacitadas.
Las políticas de privatización son las verdaderas causas del deterioro de las mil 426 guarderías subrogadas, así como de cero crecimiento en las guarderías ordinarias del IMSS desde 1999. Aunque las ordinarias no están en mejores condiciones, pues al igual que a los servicios médicos, se les ha recortado el presupuesto, se ha perdido la calidad en la alimentación de los niños y en la atención por la falta de personal. El desmantelamiento de la institución daña el servicio y las modificaciones al Régimen de Jubilaciones y Pensiones también golpea a los trabajadores de guardería, a los que impusieron un seguro privado de responsabilidad que pagan con su raquítico salario.
El ir privatizando la seguridad social impactó a todos los servicios: hay un deterioro creciente en las prestaciones sociales, en los centros de seguridad social, velatorios, deportivos… Con el adelgazamiento de la plantilla de personal de base, por ejemplo, los monitores en los centros de seguridad social son profesores ajenos a la institución que trabajan por una cuota, sin ningún derecho ni reconocimiento laboral.
Si esto acontece dentro del IMSS, podemos imaginar en qué condiciones están las guarderías subrogadas al sector privado, donde los dueños de estas guarderías buscan la ganancia y no el cuidado de los niños. Además, el Seguro Social durante la administración de Santiago Levy les redujo el presupuesto, menguando la alimentación, el material didáctico, la contratación de personal y, sobre todo, en el mantenimiento de las instalaciones. Es hasta el accidente de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora que quedó al desnudo este problema.
Uno de los responsables principales de este crimen es el Estado mexicano y sus instituciones: el Gobierno federal, con su política privatizadora; el Legislativo, por dictar leyes que desmantelan la Seguridad Social; los sindicatos como el del Seguro Social, por ser cómplices y permitir retrocesos en las conquistas de los trabajadores, lo que no salva desde luego a los empresarios (muchos familiares de funcionarios), que nos han condenado al empleo precario, entre ellos, desde luego, los dueños de la guardería ABC, que son muestra de negligencia, corrupción y voracidad.
La solución de fondo no radica sólo en que se supervisen las guarderías subrogadas o que cambien reglamentos, lo que debemos exigir es la derogación de estas leyes impuestas a la Ley del Seguro Social, la construcción de suficientes guarderías ordinarias con un servicio de buena calidad, abasteciendo la demanda de todas las madres trabajadoras, para brindar un servicio de calidad como nuestros niños lo merecen. Lo demás es de criminales…
ASAMBLEA NACIONAL DE TRABAJADORES DEMOCRATICOS DEL IMSS