Peñoles: el arte de matar con plomo
El tóxico emitido por la metalúrgica se expande sembrando muerte
En 2008, 80 bebés nacieron envenenados
Juan Monrreal López
Abril 18 de 2009
http://www.democratanortedemexico.com
Torreón, Coahuila.- En 2008, al menos 80 niños de esta ciudad nacieron con más de 10 microgramos de plomo por decilitro en la sangre, prueba plena de que el envenenamiento por plomo arrojado por la empresa Peñoles sigue dañando la salud de los infantes, y que a decir de estudios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), del año 2005, existían alrededor de 35 mil criaturas “emplomadas”.
El secretario de Salud de Coahuila, Raymundo Verduzco Rosán, intentó minimizar el hecho de la aparición de los recién nacidos envenenados; tramposo como es, afirmó, sin mostrar cifras que los casos de envenenamiento con el metal “se encuentran a la baja”. Incluso, fue a más: redujo el área de la ciudad que con certeza es depósito de las emisiones de la metalúrgica Peñoles.
Ya desde 1999, la Agencia de Protección al Ambiente (EPA) había dictaminado que cuando menos en 4 kilómetros y medio de radio, Peñoles envenena el ambiente y a todos los seres humanos que habitan en este espacio.
Cuestionado como funcionario, Verduzco Rosán -que entre otras irregularidades compra sus puestos mediante apoyos económicos a los candidatos priistas- redujo el área de contaminación a 3 kilómetros, actitud que da una idea del nulo trabajo de este burócrata, así como los compromisos que mantiene el auto llamado “Gobierno de la Gente”, que mantiene el gobernador Humberto Moreira Valdés con la empresa Peñoles.
De acuerdo con las declaraciones de Verduzco Rosán, durante 2008 nacieron 19 mil torreonenses. En este universo, se registraron 80 nuevos casos de enherbolados, confirmando que los envenenamientos siguen, 11 años después de que el pediatra Manuel Velasco descubriera en algunos niños la presencia exagerada de microgramos de plomo por decilitro de sangre, develando la infamia que Peñoles está cometiendo.
Ahora, ante el peso contundente de la realidad, el secretario de Salud de Coahuila se vio imposibilitado a negar que sea Peñoles la fuente de contaminación y envenenamiento de los infantes. Verduzco Rosán tuvo que reconocer que de las chimeneas de Peñoles emerge la nube negra que corroe huesos, pudre la sangre y atrofia el cerebro.
Confundido, Raymundo Verduzco, asumió que cuando menos el 60 por ciento de los casos se encuentra fuera del perímetro reconocido como el sector más peligroso, lo que da visos de que la pandemia de envenenamiento se extiende por toda la ciudad, pero además, que el llamado programa de “metales” echado a andar por el gobierno del estado -en la época de Enrique Martínez y Martínez- para combatir las intoxicaciones con plomo, es un fracaso.
Las cifras negras
Los 80 bebés con exceso de plomo en la sangre al nacer, son sin duda prueba contundente de la perpetuación del delito de envenenamiento propiciado por las actividades de la metalúrgica Peñoles, que de acuerdo a la ley, pero también conforme al expediente integrado por la Procuraduría General de la República (PGR), este ilícito se persigue de oficio.
Sin embargo, tanto las autoridades federales como el gobierno de Humberto Moreira Valdés no ven, no escuchan e incluso justifican todo a favor de la empresa que mantiene como un arte matar con plomo.
Se conoce que el plomo daña por ingestión, es decir, al vivir en un ambiente que se encuentra contaminado –aire, paredes, muebles, suelo, etc…-, al contacto con las manos y llevarlas a la boca, el plomo se incrusta al cuerpo iniciando el envenenamiento.
Sin embargo, esto se controlaría si efectivamente las normas de existencia de plomo por pie cuadrado se respetaran.
Internacionalmente se permite un máximo de 40 microgramos por pie cuadrado, pero la desfachatez de las autoridades junto con la firma minera es tanta, que aquí en Torreón se permiten 34 miligramos por metro cuadrado: 3 mil 400 microgramos, 85 veces más!!! En los Estados Unidos y de acuerdo a las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo máximo tolerable son 120 microgramos por metro cuadrado, lo que enseña una irregularidad irrefutable convalidada por de las autoridades sanitarias estatales y federales.
En estas condiciones el envenenamiento es inevitable, tal y como sigue sucediendo.
Conforme al expediente “Comparativo histórico de niveles de plomo en sangre de población infantil de cero a 15 años de edad 1998-2005” sellado por la Unidad de Salud ambiental (USA), el 30 de julio de 2005 existían 34 mil 796 niños envenenados. Una situación igual a la de 1998. Nada había mejorado pese a las medidas de propaganda desatadas por la firma junto con el gobierno de Enrique Martínez y Martínez.
Los números de enfermos se dividían así:
24 mil 43 almacenaban en sangre menos de 10 microgramos por decilitro de sangre.
6 mil 236 portaban entre 10 y 14 microgramos.
3 mil 696 estaban envenenados con 15 hasta 24.9 microgramos.
798 niños poseían 25 a 44.9 microgramos.
Pero también existían 63 niños con 45 a 70 microgramos de plomo en sangre de acuerdo al estudio.
En aquellos días, el presidente de la comisión de Salud de la Cámara de diputados era José Ángel Córdova Villalobos, convertido por obra de Felipe Calderón en el actual secretario de Salud. Desde entonces, ninguna medida nueva se ha tomado realmente contra el veneno despedido desde las chimeneas de Peñoles, que sigue esparciéndose sobre la ciudad, como tuvo que reconocer el secretario de Salud de Coahuila, Raymundo Verduzco Rosán.
Peñoles, empresa ingrata
La empresa Peñoles es una empresa ingrata con la ciudad. También ha hecho extensivo este trato con sus trabajadores pertenecientes a la Sección 64 del Sindicato Nacional de Mineros Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), quienes mantienen una huelga desde hace 60 días por pedir aumentos salariales y eso, realmente raquíticos.
A Torreón, Peñoles le ha pagado al menos con 34 mil 796 niños enfermos de plumbalgia, pero además, la extensión del veneno que emite desde sus chimeneas no tiene visos de ser controlado por las autoridades. Tampoco se ve disposición seria de la empresa por intentar buscar soluciones de fondo.
Por el contrario, “el compromiso de la empresa con la comunidad” rompe con la Ley General de Salud, junto con la Ley de Protección al Ambiente.
En el primero de los casos, Peñoles ejerce una facultad exclusiva del sector salud mexicano. La firma creó el Fideicomiso de Metales Pesados de la que depende la Unidad de Salud Ambiental (USA), una especie de consultorio médico dependiente totalmente de la empresa.
Así, se tiene que la metalúrgica Peñoles produce la pandemia, diagnostica sobre sus alcances, envenena a los niños y los registra. Luego les entrega algo de “medicamento”- consistente en quelantes, leche y calcio-, haciendo que una tarea exclusiva del sector salud sea desempeñada como actividad particular sin control oficial, tal como se asienta en la Ley General de Salud.
Las llamadas “bioremediaciones” de suelo que efectúa la empresa son una charada. La remediación se circunscribe al simple barrido de las calles aledañas a la planta metalúrgica, convirtiéndose en una burla para la comunidad, de donde Alberto Bailleres, dueño de Peñoles, ha amasado la multimillonaria fortuna que lo mantiene en la lista de Forbes, junto al “Chapo” Guzmán.
De esto, ni Humberto Moreira Valdés ni su secretario de Salud, Raymundo Verduzco Rosán mencionan nada. Miembros del PRI confiaron a Demócrata Norte de México que Moreira Valdés recibió sustanciales apoyos de Peñoles para su campaña: “de allí el silencio”.
Y no es todo. El 8 de febrero último, 378 trabajadores de la metalúrgica, agrupados en la Sección 64 del SNTMMSRM, decidieron estallar la huelga, una vez que el consorcio rompió las pláticas de negociación contractual.
Trabajadores y empresa no llegaron a entendimiento alguno. La cerrazón de la corporación llegó cuando los trabajadores exigieron negociar el tabulador salarial. Las peticiones no son onerosas para la compañía, tomando en cuenta, por ejemplo, que el secretario general de la Sección 64, Daniel Cossío Ríos, gana 146 pesos diarios, después de estar 26 años al servicio de la metalúrgica.
Las peticiones salariales estriban en un incremento del 9 por ciento directo al tabulador; 4 por ciento en prestaciones y un bono especial por única vez, del 1 por ciento.
Peñoles es la primera metalúrgica de América Latina y la cuarta a nivel mundial. Además, las ganancias netas en 2008 ascendieron a 6 mil 764 millones 300 mil pesos, según reportó la propia empresa a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Peñoles incrementó sus utilidades netas en un 74.8 por ciento respecto al año 2007.
No obstante lo anterior, trabajadores han denunciado reiteradamente a Demócrata Norte de México la existencia de una estrategia tramada entre la Secretaría de Trabajo que encabeza Javier Lozano Alarcón y Peñoles para romper el movimiento de huelga y usarlo como escarmiento hacia otros sectores de obreros que desafíen las políticas laborales establecidas por Felipe Calderón.
Uno de los indicadores de que la corporación busca acabar con la huelga de cualquier forma, es la constante campaña negativa que sostiene en el Canal 9 de televisión local, propiedad de Multimedios Estrellas de Oro, también propietaria del periódico Milenio.
Orquestada por Leopoldo López Rodríguez -director de Vinculación con la comunidad-, la campaña de propaganda negativa tiene en el locutor “estrella” de Multimedios, Ángel Carrillo Romero, su principal vocero, pero también en Eduardo Holguín, un ex burócrata ligado a Diódoro Carrasco Altamirano, exgobernador de Oaxaca y ex secretario de Gobernación, ahora converso al panismo.
Carrillo Romero ha usado la influencia de la cadena de medios para ubicar laboralmente a sus familiares. Su papá trabaja para el gobierno de Coahuila. Su esposa, Ruth Lomas Monroy, cobra en el Instituto Municipal de la Mujer de Gómez Palacio, Durango. Sólo por citar algunos parientes beneficiados por el halo del “poder de Multimedios al que Carrillo Romero explota a todo lo que da”, declaró un trabajador de Multimedios Estrellas de Oro a Demócrata Norte de México, quien además aprovechó para denunciar el trato despótico que reciben de Carrillo Romero.
Entrevistado en el programa local Café Político, el sábado 4 de abril, Daniel Cossío Ríos, secretario General de la Sección 64, dijo que las pláticas se encuentran rotas “que la empresa sigue buscando crear un sindicato corporativo para romper el Contrato Colectivo de Trabajo”, además, hizo evidente que varios de los trabajadores de la metalúrgica se encuentran enfermos de saturnismo, pero que la empresa lo niega e incluso Leopoldo López tildó de “mentirosos” a los trabajadores cuando estos mostraron con exámenes del Seguro Social las altas concentraciones de plomo que tienen en el torrente sanguíneo.
Esta es la empresa Peñoles, la que ha coptado con el poder del dinero a políticos, medios de información, periodistas y autoridades sanitarias. Entre los corruptos sin duda se encuentran Humberto Moreira Valdés y Raymundo Verduzco Rosán, quienes disfrutan de los cañonazos de Peñoles mientras que cerca de 40 mil niños de Torreón tienen cancelado su futuro a causa del envenenamiento que sufren por el plomo que Peñoles arroja sobre sus vidas.