Perfluorocarbono en lugar de donadores
Jani Luna Gonzalez
28 de julio de 2011
En una emergencia médica en la que se presenta sangrado agudo por trauma, o en cirugías donde hay sangrado profuso, es muy común no contar con disponibilidad inmediata de sangre. En estos casos se requieren alternativas de transfusión, durante años, a estas alternativas se les conoció como sangre artificial, pero en realidad se trata de un Transportador Artificial de Oxígeno (TAO), que es precisamente la función de este compuesto químico, capaz de suplir la principal labor de los glóbulos rojos.
Hace más de 25 años, en el Centro Médico Nacional (CMN) La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el médico internista Adolfo Chávez Negrete inició sus investigaciones en busca de un sustituto eficaz de sangre.
Desde entonces, el doctor Chávez Negrete ha estudiado diversos suplentes sanguíneos como agua (hemodilución), dextranos, almidón –que se obtienen de la glucosa y pueden sustituir sólo el plasma–, pero ninguno de ellos resultó eficiente para transportar oxígeno.
Hablar de sangre artificial, explica el director de Investigación y Educación en Salud del Hospital de Especialidades del CMN Siglo XXI, implica referirse también a glóbulos blancos, plaquetas, factores de coagulación. Pero lo primero que se necesita en una urgencia es suplir la función de los glóbulos rojos como transportadores de oxígeno.
El trabajo del doctor Chávez Negrete y su equipo encontraron la alternativa a principios de siglo: el perfluorocarbono, una solución inerte y de gran estabilidad que demostró su eficacia al transportar oxígeno; además de ser totalmente inocuo.
El internista del Seguro Social recordó que otra ventaja de este TAO es que la dosis necesaria es relativamente baja. Se necesitan 5 mililitros de perfluorocarbono por kilogramo de peso; es decir, con 300 mililitros –el equivalente a una botella chica de agua- se puede mantener la oxigenación suficiente de una persona de 65 kilogramos de peso, aún cuando haya perdido 70 por ciento del volumen de sangre.
El perfluorocarbono sólo es una alternativa de la transfusión, no la sustituye; lo ideal, indica el especialista del Seguro Social, es la sangre misma. Sin embargo, la que se obtiene a través de la donación altruista siempre es insuficiente, por lo que este producto aparece como la mejor opción en caso de requerirse recuperar, de manera rápida, una gran pérdida sanguínea.
Este compuesto químico se utiliza actualmente en el CMN Siglo XXI, pero únicamente como parte del desarrollo de proyectos de investigación. A la fecha, indicó el doctor Adolfo Chávez Negrete, alrededor de cuatro mil derechohabientes se han visto beneficiados con el TAO.
El perfluorocarbono, especificó, es universal, se puede usar con cualquier tipo de sangre; lo único que requiere es refrigeración y cuenta con la ventaja de que su vigencia es de tres años, frente a los 20 días que tiene de caducidad la sangre.
El investigador del IMSS hizo notar su confianza en que este estudio, pionero en Latinoamérica, pronto pase a formar parte de los procesos básicos de atención en el IMSS, para emplearse no sólo en cirugías mayores, sino también en la disminución del número de muerte materno-infantil, ya que las hemorragias son responsables de las altas cifras de éstas.
Este avance coloca a México a la par de naciones desarrolladas como Alemania, Japón y Estados Unidos en la creación de sustitutos de sangre, un reto que los especialistas se han propuesto ante la escasez de donadores.
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