El falso Frenk
Diez de Bonilla procederá penalmente contra el secretario

Jani Luna González
31 de enero de 2003

La noche del 3 de octubre de 2002 y con motivo de la comparecencia del secretario de Salud Julio Frenk Mora ante la Comisión de Salud y Seguridad Social del Senado de la República, el presidente de la Comisión, Elías Miguel Moreno Brizuela dijo al secretario:
— El pensamiento de un funcionario del Instituto Mexicano del Seguro Social, el licenciado Diez, Diez, no se qué más, que dice: que tratando precisamente con este frente de enfermos y de infectados por el VIH, los equiparó y les dijo que era como si las aseguradoras aseguraran coches chocados. Esto es muy grave, espero que no sea la visión del seguro popular, sería bastante grave.
. Señor secretario, me gustaría escuchar ese compromiso firme, delante de todos nosotros, de esta soberanía.
Y al efecto, Julio Frenk le respondió:
— Quiero decirle, señor senador, que el incidente con el licenciado Diez de Bonilla fue expresado por las organizaciones de la sociedad civil que forman parte del Conasida, y tan no es una postura de las instituciones, que representantes del IMSS -y aquí están los jefes de estas organizaciones y no me dejarán mentir- públicamente ofreció una disculpa por ese comentario. Y reflejo de ello, es que la persona en cuestión ha dejado de prestar sus servicios en el IMSS desde el lunes pasado.
De manera que yo reitero que lamentamos ese señalamiento, nos parece carente de tacto y de respeto y, que las instituciones de salud, incluyendo desde luego al IMSS, tienen el mayor respeto hacia los pacientes que padezcan cualquier enfermedad.
Y, particularmente, hemos incluido la lucha contra el estigma como una de las estrategias centrales en el combate al VIH/SIDA; de manera que nosotros no tenemos ninguna duda en totalmente desasociarnos de ese allanamiento y, como digo, esto ha tenido consecuencias.

LAS CONSECUENCIAS

Y en efecto, como Frenk lo pronosticara, tuvo consecuencias. La tarde del jueves 30 último, José de Jesús Diez de Bonilla Altamirano, excoordinador general de Atención y Orientación al Derechohabiente del IMSS, llamó por teléfono a la oficina del secretario de Salud y pidió hablar con el licenciado Colunga, secretario particular de Frenk, la reportera presenció la llamada.
Blanca Mendoza, secretaria de Colunga, contestó la llamada a Diez de Bonilla y le pidió el mensaje, “mire Doña Blanquita, pues nada más decirle por favor al señor licenciado Colunga, que tengo desde octubre esperando una respuesta de un documento que yo le mandé, que desde el 18 de octubre le mandé un oficio al señor secretario y desde entonces no tengo respuesta, y que se que le dijo al licenciado Derbez que en cualquier momento me la mandaban, pero no he recibido ninguna respuesta del señor secretario a mi documento.”
— Blanca: ¿Lo trajo aquí?
— Diez de Bonilla: Sí, lo tengo totalmente sellado y todo.
— Blanca: ¿A su nombre?
— Diez de Bonilla: Claro.
— Blanca: Espéreme un momento por favor.
Luego de unos minutos Blanca volvió al teléfono: “Me está comentando que está en una reunión con el doctor Julio Frenk, y que no a recibido respuesta por parte del secretario, dígame nada más cuando lo mandó.”
— El 22 de octubre. Yo lo tengo aquí en mi mano y lo recibieron ustedes exactamente el día 22 de octubre. Con mucho gusto le mando una copia.
Y así fue, Diez de Bonilla le mandó una copia por fax.
La carta que Jesús Diez de Bonilla Altamirano envió al secretario -copia en poder de Imagen Médica- de entrada suena dura, dice:
— “Me refiero a su intervención en la comparecencia ante los señores senadores que integran la Comisión de Salud del Senado de la República del pasado 3 de octubre del año en curso, circunstancia que aprovecho para hacerle importantes precisiones respecto de los señalamientos bajo las cuales se injurió a mi persona y que han quedado asentados en el contenido estenográfico levantado en ese evento.
“Desde luego, estimo imperante hacer valer mi más enérgico desacuerdo y con ello, las aclaraciones necesarias para que prevalezcan la honorabilidad, justicia y respeto que se deben a mi buen nombre, por lo que denuncio las falsedades y denostaciones producidas no solo en agravio de mi persona, ya que el suscrito no contó con la oportunidad de replica, sino también la falta de respeto que se merece el recinto en el que se produjeron y la alta investidura de quienes así se expresaron, sin información confiable lo que vulnera la verdad de los hechos y consecuentemente mi dignidad y prestigio.
“En efecto, primeramente resulta inaceptable que se tomen en cuenta y de credibilidad a las acusaciones y comentarios vagos, sin sustento fidedigno alguno y totalmente subjetivos, expresados en tribuna y ante usted, por el senador Elías Miguel Moreno Brizuela Presidente de la Comisión de Salud y Seguridad Social, cuando señala (aparece textualmente en la versión estenográfica), refiriéndose a mi persona como “El pensamiento de un funcionario del Instituto Mexicano del Seguro Social, e/ licenciado Diez, Diez, no se que mas,.” cuando, sin conocer mi nombre completo, ¿cómo pretende ser conocedor de mis pensamientos?, y ubicar con expresiones incoherentes, imprecisas y fuera de contexto, supuestos señalamientos dichos por mí, en agravio de los pacientes con VIH/SIDA.
“Desde luego nada mas alejado de la realidad, motivo por el cual con el afán, insisto, de salvaguardar mi buen nombre, y de suplir la muy lamentable y equivoca información que le ha sido proporcionada, le comento.”

FALSEDADES

Entrevistado en su oficina y sin más rodeos, Diez de Bonilla explicó:
— Lo único que quiero decir, es que desde el día 22 de octubre de 2002 mandé al señor secretario Julio Frenk la más amplia explicación de las falsedades que él había declarado y, al día de hoy, no me ha contestado.
No he tenido ninguna respuesta, tuve un mensaje de su secretario particular, Colunga, de que me iban a hacer llegar una explicación y que, en la primera oportunidad, me la iban a dar, yo lo sigo buscando y le doy esta semana para que me localice o tendré que irme a la vía jurisdiccional respectiva -penal- para aclarar este asunto.
No estoy dispuesto a permitir que nadie hable de falsedades de mi persona y tengo todas las pruebas; mi salida está asentada en el Consejo Técnico del IMSS, el homenaje que me hicieron, así como la reunión con todo el órgano de Gobierno del Instituto y de lo que se expresó de mi persona y de mi trabajo. Así como la carta que le mandó la propia asociación de enfermos de VIH al señor secretario, explicándole que era falso lo que él había dicho.
— Entonces, ¿de donde surgió la tergiversación de su opinión en cuanto a la comparación de los enfermos de Sida con autos chocados?
— Surgió de un comentario que yo hice en el sentido de que el Instituto Mexicano del Seguro Social es una institución que maneja cinco tipos de seguros, y que en el seguro de enfermedades o en el seguro de salud es una institución solidaria porque nunca hace un examen previó como lo hacen las compañías de seguros privadas.
Si usted se va a asegurar por un seguro de vida, primero tiene que pasar un examen para ver si no tiene padecimiento, yo le explicaba a ellos que era tan solidario con una enfermedad tan compleja como el VIH y que es una epidemia. Les expliqué que no revisábamos los carros chocados como seguro, pero no me refería yo al VIH, y lo dice muy claro en el documento que le presenta la propia asociación al señor secretario.
La asociación le hace al secretario un comentario -sobre el por qué hice yo el comentario, y el ejemplo que yo he hecho y he platicado con todas las asociaciones de enfermos no nada mas con ellos- de que el instituto Mexicano del Seguro Social se basa en un acto solidario; el sano, con sus cuotas, nos da el dinero para pagar el enfermo, el que trabaja para la pensión. y que es una institución solidaria que no puede perder su principio solidario.
El IMSS no es una institución de asistencia social o de asistencia publica como debe de ser la Secretaría de Salud, porque aquí previamente ya pagó el derechohabiente, esa es la diferencia, entonces, para que entendieran la diferencia puse el ejemplo y lo retomaron estas gentes, porque precisamente hay una división entre ellos y en ese momento querían constituirse.
— ¿Ubica a esas personas?
— ¡Sí como no! El que lo comentó es un ex empleado del IMSS que trabajaba en la prosecretaria y que de alguna manera, conociendo al Instituto, ha querido aprovecharse y crear una asociación pegado con el laboratorio Roche que es el que los patrocina para que estén exigiendo nuevos medicamentos al Seguro Social.
Los laboratorios en muchas ocasiones se acercan a ellos con la “convicción” de que los van a asesorar, y lo único que quieren es que los enfermos presionen al Instituto para usar su medicamento.
— ¿El medicamento que estaban solicitando es de Roche?
— Es de Roche.
— ¿Cuántas personas fueron y por qué la división?
— Ese día estuvieron presentes alrededor de 20 diferentes asociaciones y de las dos asociaciones, han de ver sido unos 20 de la nueva asociación y 80 de la asociación anterior.
— ¿Cómo tomó el doctor Santiago Levy las palabras del doctor Frenk sobre un funcionario del IMSS?
— Le sorprendió en el sentido de que dijo: “no cabe duda que en muchas ocasiones el no tener asesores buenos lo hace a uno cometer errores y seguramente algún asesor de muy bajo nivel, de muy baja inteligencia y de conocimiento le pasó la tarjeta la señor secretario Frenk, y éste hizo ese comentario”.
Antes de este hecho, ni el señor secretario tenía el gusto de conocerme ni yo a él, y ahora porque es un personaje público y obviamente ahora tiene el gusto de conocerme porque fui y me le enfrenté para preguntarle el por qué había dicho eso.
— ¿Por que el doctor Levy no aclaró esta situación públicamente?
— Por no subirse al ring.

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