Cáncer y Sida
Simpatizantes que “ayudan a los que menos tienen”

Karina Ortiz García
17 de marzo de 2003

Tres días después de la apertura del periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados -el próximo sábado 15-, un grupo de poderosas organizaciones “simpatizantes” a la “Cruzada Nacional en Defensa de los Enfermos de Sida y Cáncer” (CNDESC), realizarán un plantón frente a la Cámara, con el objeto de que la Comisión de Ciencia y Tecnología “agilice” su dictamen sobre una iniciativa que en su parte medular expone:
— . Que adiciona un párrafo al artículo 23 de la Ley de la Propiedad Industrial, para que la industria farmacéutica nacional pueda fabricar los medicamentos requeridos para las personas que viven con cáncer y VIH/Sida.
Y es que, tres meses atrás, el 13 de diciembre de 2002, el diputado José Antonio Arévalo González, a nombre del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista, presentó en la Cámara la iniciativa con el objetivo fundamental, dijo, “de brindar una atención humana e integral a los pacientes con cáncer y seropositivos”.
En lo que podría considerarse como la mayor crisis del Sistema Nacional de Salud en la historia reciente y bajo el gobierno del “cambio”, encontró Arévalo González argumentos de sobra para sustentar su exposición de motivos.
Destaca, por ejemplo, que enfermos de Sida y cáncer “comparten” un común denominador: el alto costo de los medicamentos. Y que, en algunos grupos incrustados en el gobierno, “lamentablemente prevalece la idea de que no es redituable invertir en los pacientes con Sida y cáncer.”
De los precios, Arévalo González dice que son “inalcanzables para cualquier persona que no tenga seguro de gastos médicos, por lo que su única alternativa es acudir a las instituciones de salud pública, en donde no existe el abasto suficiente, a pesar que pueden comprar los medicamentos a un precio mucho menor por los volúmenes que manejan”.
Y acusa: “A este panorama, en donde la pobreza y la desigualdad son la diferencia entre vivir o morir por Sida o cáncer, se suma la actitud proteccionista de los laboratorios, que añaden a este drama la injusticia de que millones de enfermos no puedan acceder, por sí mismos, a los tratamientos adecuados”.
Por eso y más, dice Arévalo González, su iniciativa “constituye la fórmula legal para que la industria farmacéutica nacional pueda fabricar los medicamentos requeridos en los tratamientos de las personas que viven con cáncer y Sida, ya que actualmente su patente impide fabricarlos en nuestro país y con lo cual su costo se reduciría significativamente”.
Con la aprobación de la iniciativa, asegura el diputado verde, los costos se reducirían hasta en diez veces, y los miles de pacientes de la población abierta que no son atendidos por la seguridad social, “podrán adquirir los medicamentos necesarios para tratar el cáncer o las terapias antirretrovirales”.
Apenas el martes 11 último, poderosas organizaciones “simpatizantes” a la CNDESC, decidieron una serie de “estrategias” dirigidas a apoyar la iniciativa de Arévalo González, una que llama la atención dice: “. En virtud de que el 30 de abril terminan las sesiones en la Cámara de Diputados y hay un cambio en el Congreso, se consensó:
Realizar una manifestación organizada y pacífica, dentro del mayor respeto, enfrente de la H. Cámara de Diputados. el próximo martes 18 a las 11:30 horas, donde participen las organizaciones sociales, los pacientes, sus familiares y amigos”.
La invitación la hace María del Carmen Gutiérrez Ávila, directora de Relaciones Públicas de grupo “Por un País Mejor”, y la secunda María del Carmen Villafaña Peralta, directora general de la Fundación Best A.C.
En los documentos en que se emitieron los comunicados se encuentran impresos los “logotipos” de Farmacias de Similares, el Movimiento Nacional Anticorrupción, el Proyecto “Unidos para Ayudar” y la Asociación de Médicos Mexicanos en Defensa de la Salud y la Economía Familiar A.C., entre otras fuertemente vinculadas entre si.

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