Santiago Levy se autoasignó sueldo y prestaciones “de subsecretario”
Se le hizo “chiquito” el nivel de director
Planteó manejar al IMSS “como una empresa”


Valentín Cardona

27 de julio de 2004

 

Cuatro meses después de asumir la dirección del IMSS, Santiago Levy Algazi movió todos los tabuladores de sueldos, percepciones, remuneraciones y prestaciones de la nómina de confianza de la institución. Y como se le hizo “chiquito” el sueldo -‘respecto a su responsabilidad’- empezó de “arriba para abajo”. Nada tonto, aprovechó el desconcierto y la algarabía de la llegada del autodenominado gobierno “del cambio”.
El 4 de diciembre de 2000, en la sesión extraordinaria del Consejo Técnico (CT) del IMSS, Santiago Levy recibió de manos de Mario Luis Fuentes Alcalá la dirección del IMSS. Luego de que Juan Moises Calleja García, secretario general del instituto declaró el quorum legal, cedió la palabra a Fuentes Alcalá, quien después de dar la bienvenida a la “extraordinaria sesión”, instó al Consejo a que “tome conocimiento y dé la aprobación a la propuesta del sector gubernamental”.
En su despedida, Fuentes Alcalá aprovechó para expresar reconocimientos. A los trabajadores del IMSS, “que son los que día a día hacen posible cumplir con el compromiso social de esta institución excepcional”; Al CT, “por perseverar para que la reforma que vive la institución se logre y, a la vez, cumplir con la gran misión histórica que tiene encomendada”; y a Levy, “servidor público capaz que ha acreditado compromiso y deseo de servir a nuestro país”.
Estoy seguro, agregó, “que pondrá todo su empeño y capacidad para que el Seguro Social siga cumpliendo el destino social que tiene encomendado. Por ello mi felicitación amplia y extensa al nuevo director del Seguro Social”.
Así de sencillo se adueñó Levy del IMSS. En sus primeras palabras, dijo: “Asumo con profundo sentido de responsabilidad la Dirección General del IMSS que me ha confiado el presidente de la República, el licenciado Vicente Fox. Una vez más, le reitero a él mi gratitud y respeto, y mi compromiso para responder con esfuerzo, dedicación y honestidad. Agradezco la presencia de todos ustedes en este acto”.
Siguió Levy: “Tengo el privilegio de ser amigo de Mario Luis Fuentes; desde que nos conocimos, hace ya más de seis años, hemos estado construyendo una amistad basada en nuestro amor por México y en nuestra pasión por los asuntos sociales. Mario Luis, quiero reconocer públicamente tu trabajo al frente del instituto, tu inteligencia, lealtad y honestidad. Te agradezco las múltiples discusiones que hemos tenido sobre política social y te pido que continúen para aprender de tu experiencia al frente del instituto y de tu visión. Aquí seguirá siendo tu casa, Mario Luis Fuentes, muchas gracias”.
A nombre del sector patronal habló Ernesto Rubio del Cueto, quien en primer lugar expresó a Fuentes Alcalá “nuestro más amplio y formal reconocimiento por su entrega y eficaz labor realizada al frente del instituto en estos diez últimos meses…”.
Continuó: “A la vez, queremos dejar constancia de nuestro más amplio beneplácito por el nombramiento del doctor Santiago Levy como director general de esta institución, pilar de la paz y de la justicia social que deben reinar en el país. Su brillante trayectoria profesional como servidor público, su probidad, manifiesta honradez y conocimiento del instituto, nos asegurará una firme y eficaz conducción institucional en beneficio de los crecientes derechohabientes”.
A nombre del sector obrero se pronunció Filiberto Rodríguez Daniel, quien reconoció a Fuentes Alcalá porque “en sus ocho meses de labor ininterrumpida, llevó al IMSS hacia delante”. Dijo a Levy: “es un motivo de profunda satisfacción para la representación obrera, el que en un momento de suma importancia, como es éste, el que haya recaído en mi persona para darle la bienvenida a usted, señor doctor Santiago Levy Algazi por este honorable cuerpo colegiado y el cual usted presidirá”.
Siguió: “El movimiento obrero organizado, aquí representado, lo recibe con el mejor de los propósitos y con beneplácito por todos y cada uno de los derechohabientes que están bajo el amparo de esta noble institución. La salud es de considerarse un derecho sagrado desde el punto de vista constitucional, ya que uno de los objetivos centrales es el de conseguir el acceso para todas las mexicanas y mexicanos de nuestro país…”.

ASUNTOS BREVES

De acuerdo con las “versiones públicas de las versiones taquigráficas” de las sesiones del H. Consejo Técnico del IMSS firmadas por Juan Moisés Calleja García, que el autor obtuvo del CT previa apelación ante el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública Gubernamental (IFAI), Levy tuvo su segunda sesión con el CT el 13 de diciembre de 2000.
Ese día la algarabía estaba en pleno, el reciente director todavía recibía felicitaciones y causaba beneplácitos por su nombramiento. Luego de rendir su primer informe al CT, Levy instruyó a Gabriel Martínez González, su director de Planeación y Finanzas, a exponer a los consejeros los estados financieros a octubre de 2000; el informe sobre los daños a inmuebles institucionales por siniestros naturales y una “nota informativa” sobre la situación del presupuesto para el año 2001.
Poco antes del término de la sesión, en asuntos generales, Levy irrumpió, “yo tendría un par de asuntos muy breves, si me permiten unos segundos”, dijo a los integrantes del CT y se soltó:
“Informarles en primer lugar que en cumplimiento del Decreto del Ejecutivo Federal del 29 de julio de 1988, donde, cito: ‘Se ordena que los titulares de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal y los servidores públicos hasta el nivel de director general en el sector centralizado, rindan un informe por escrito de los asuntos de su competencia en el acto de entrega y recepción del despacho a los servidores públicos que los sustituyan en el cargo’.
“Así como de conformidad con el Artículo Sexto del Acuerdo de la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de la Contraloría publicado en el Diario Oficial con fecha 5 de septiembre del mismo año, relativos a las disposiciones que se aplicarán en la entrega y recepción referida, la actual Dirección General del Instituto está realizando la, cito nuevamente: ‘verificación del contenido del acta correspondiente’, misma que de acuerdo con el precepto referido deberá realizarse en un término no mayor de 15 días hábiles a partir de la fecha de entrega y recepción del despacho, a efecto de que el servidor público saliente haga las aclaraciones y proporcione la información adicional que se le solicite.
“La Dirección General del Instituto mantendrá informado a este Consejo Técnico sobre los avances y conclusiones de la entrega y recepción en cuestión.
“Por otra parte, además de reiterar nuevamente el reconocimiento a la labor realizada por el licenciado Mario Luis Fuentes al frente de esta Institución, con fundamento en la Ley del Seguro Social, en la Ley Federal del Trabajo, en el Contrato Colectivo de Trabajo que rige a esta Institución, solicito a ustedes la indemnización respectiva en los términos de la cláusula 56 del Contrato Colectivo de Trabajo referido. En sus lugares podrán encontrar ustedes el documento que contiene el análisis jurídico en detalle que sustenta esta indemnización”.
Levy se despidió: “En virtud de que ésta es nuestra última sesión del año, en primer lugar quisiera expresar a todos y cada uno de ustedes mis mejores deseos de salud y bienestar en unión de sus seres queridos. Proponer como fecha de nuestra primera sesión del año 2001 el 10 de enero e invitarlos, si ustedes tienen unos minutos adicionales, a que tomemos un brindis que hemos organizado para todos con motivo del fin de año al concluir esta misma sesión”.
Y sí, “todos” pasaron a beber “buenos” vinos…

QUIERO SER SUBSECRETARIO

Como último punto de la agenda de la sesión del 25 de abril de 2001, Santiago Levy solicitó al CT su “anuencia”, para que los consejeros escucharan de Luis Guillermo Ibarra, el director administrativo, “un proyecto de reestructuración del instituto”. Según Levy, se trataba de una propuesta muy sencilla: “achicar la Dirección General, y achicar el tramo de control del director general”.
Levy pidió al Consejo su “apoyo” y, por tratarse de un proceso de “reestructuración” que contemplaba aumentos de salarios y “achicamiento” del número de plazas, solicitó a los consejeros “discreción”. Les explicó, además, que la medida “desafortunadamente” costaría dinero al instituto en ese año, pero les aseguró que en 2002 “les permitiría ahorrar y tendrían una estructura un poco más pequeña, un poco más ágil”.
Ibarra justificó: “… los sueldos otorgados por el instituto a sus trabajadores de mando, son menores a los pagados en el sector central de la Administración Pública Federal para puestos que demandan niveles similares en habilidad, responsabilidad y complejidad. Ante esta circunstancia, se ha iniciado un proceso de varias etapas en las que se buscará valuar todos los puestos del instituto, de tal manera que se esté en posibilidad de contar con sueldos más competitivos”.
Ibarra planteó que el “achicamiento” se realizaría en tres “fases”, la primera, sería la evaluación de los puestos para “renivelación salarial hasta nivel de Coordinación Administrativa”. En la segunda, dijo, “vamos a tomar el resto de los puestos de mando, aquí estamos hablando de los Jefes de División y lo que se llama la Nómina de Apoyo o Nómina anteriormente denominada como Confidencial. Esta nómina es una nómina que no está registrada ni autorizada por la Secretaría de Hacienda y sería la segunda fase de nuestro proceso”.
Levy interrumpió y prometió, “esa nómina paralela va a desaparecer por completo”.
La tercera fase, según Ibarra, incluiría “la revisión selectiva de algunos de los puestos que muestran mayor rezago en relación con el mercado laboral, por ejemplo: estamos hablando del caso de los puestos relacionados con tecnologías de la información; pero sí tenemos otros puestos adicionales que habría que revisar caso por caso para ver cómo los podemos ir ajustando”.
Ibarra habló del proceso de “renivelación salarial”, de la “compactación de algunas áreas y la creación de otras compensando lo que vamos a reducir”. Cuando llegó al punto concreto de la “renivelación” salarial explicó: “se llevó a cabo un proceso de evaluación de todos los puestos desde nivel de director general hasta coordinador normativo y el resultado de la evaluación es el que ustedes pueden apreciar en sus carpetas -que cada consejero tenía en su lugar-.
“Los puestos pasan, en el caso del director general, de un ADA-1, que es un subsecretario bajo, el nivel más bajo de subsecretario, equivalente yo diría a un subsecretario por ejemplo de Promoción Turística, con una función muy chiquita, pasa a un ADB-1, que ya estamos hablando de un subsecretario de Comercio, de un subsecretario de Hacienda. Básicamente es el movimiento”.
Acostumbrado a interrumpir, Levy acotó: “Aquí, por ser éste un asunto personal, sí quiero ser muy claro. La propuesta es que el director general sea un subsecretario de Estado, o sea, que tenga el nivel que tiene un subsecretario de Estado y que no pase de ese nivel de subsecretario de Estado como son todos los subsecretarios en las diferentes Secretarías de Estado”.
Ibarra retomó: “… Las Direcciones Normativas pasan de ser Direcciones Generales de muy bajo nivel, del primer nivel, pasan a ser ahora Jefaturas de Unidad con un nivel DIC-1. Las modificaciones en los sueldos se ven en la propia presentación que les hacemos. No sé si hubiera preguntas en este sentido…”.
Y Levy de nuevo interrumpió con “un comentario general”, dijo: “Parte del proceso de modernización del instituto que queremos llevar a cabo y es como una concientización amplia que guía mucho de nuestro quehacer, es visualizar al instituto como una empresa, reflejando su aspecto de seguridad social solidario en sus fuentes de financiamiento, pero conceptualizando su operación administrativa como una empresa, de forma tal que podamos incorporar procesos modernos de informática y de gestión y traer en muchos casos, queremos incorporar en muchos casos gente que ha tenido experiencia en el sector privado, como poder traer, por así decirlo, sangre nueva, procesos nuevos, ideas nuevas, sin perder nuestro carácter de institución de seguridad social.
“En la medida en que el financiamiento nuestro proviene de la solidaridad social y que nuestra Ley nos obliga a una serie de cosas con las cuales se refleja este aspecto solidario; pero que en la administración propia de muchas cosas muy puntuales tengamos un enfoque más empresarial, por así decirlo, de tal manera que tengamos estructuras más pequeñas pero que la gente que esté, esté mejor pagada y que, además, evitemos conductas que a veces pueden ser proclives a desvíos y cosas de esa naturaleza”.
Ibarra terminó ofreciendo “disculpas” a los consejeros: “Primero que nada agradecerles la disposición y, segundo, yo creo que algunos de los puestos que ustedes presentan sí tienen en términos de la valuación los elementos para poder ser renivelados. Pido la disculpa porque desafortunadamente hemos ido haciendo el proceso de arriba para abajo.
“La siguiente fase de la reestructuración, la fase número dos, contemplará todos los puestos que nos están faltando en esos niveles. De hecho, al final de la propuesta van a ver el costo de este pedacito de la propuesta, o sea, los costos se van a ir incrementando en la medida en que vamos a tener que cubrir más plazas de semejantes características. Y lo que también es cierto es que esperamos tener más gente capacitada para ayudarnos a hacer las valuaciones que hoy día, desafortunadamente, por el número de personas que tenemos con conocimiento se nos ha hecho complicado.
“Entonces, pido disculpas porque sí les habíamos dicho que en un mes íbamos a tener una respuesta, pero la verdad es que no hemos tenido la capacidad para poderlo hacer…”.

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