Parece difícil “regresar al sindicato a la legalidad”, pero no lo es. Según Ismael Bautista, basta con la aplicación de los Estatutos que rigen al gremio “en su forma más severa” al secretario general y a los miembros de la Comisión Revisora.
Aclara: Es necesaria la destitución y la aplicación de la cláusula de exclusión a Roberto Vega y, a Federico Arellano, Valdemar Gutiérrez, Roberto Andraca, Eduardo Pérez, Joaquín Castillo, Arturo Varela, Víctor Rosales -miembros de la Comisión Revisora que participaron en la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo del bienio 2003-2005-, porque con sus acciones han llevado a los trabajadores a una confrontación con todos los actores productivos y políticos del país.
Para Bautista, el problema de legalidad en que se encuentra sumido el sindicato se da en dos vertientes, la primera se constituye por la descapitalización del sindicato en la gestión de Fernando Rocha Larrainzár, quien, acusa, se ocupó en su administración de robarse los recursos de los trabajadores. La segunda, indica, inicia con el golpeteo de Roberto Vega y Galina al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) y con la perdida de derechos de los trabajadores.
Dice que Rocha Larrainzár “desfalcó al sindicato”, y que se robó todo el patrimonio de los trabajadores. Y como ejemplo, menciona que el fondo de resistencia “está en ceros” y que el patrimonio que ascendía a más de mil 200 millones de pesos se “perdió”. Resume: “cuando Rocha entregó a Vega el poder, no le dejó ni un millón de pesos en caja”.
Bautista habla del proceso legal que contra Rocha corre curso en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, pero advierte que se dará a conocer “una vez que esté ratificada la denuncia”. “Es la primera etapa, en la que estamos tratando de llegar a que se le finquen responsabilidades por la pérdida del patrimonio”, señala.
Bautista no tiene duda de que entre Rocha y Vega están llevando al sindicato a la “destrucción”, porque en la administración de Vega se han ido perdiendo derechos de los trabajadores “poco a poco”, como muestra grave, “lo que acontece en el congreso de octubre de 2003, donde ya se venía dando la información que desde Fernando Rocha el Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) estaba en peligro y que lo iban a modificar”.
Explica: “Llegamos al congreso de octubre, pero el 4 de octubre, 7 días antes de la realización del congreso, Roberto Vega ya tenía firmado el RJP con el instituto, y en el congreso insiste para que lo apoyen con esta propuesta que él ya había pactado con el IMSS, y no pasa.
“Después convoca a un congreso extraordinario en marzo, y en ese lapso agarra y nos presenta tres propuestas diferentes que se distribuyeron en provincia, propuestas elaboradas por el instituto y no por el sindicato, y se dedica a impulsar su propuesta.
“En este lapso hay una confrontación con el presidente de la República, con Santiago Levy y con Carlos Abascal, pero porque él no quiere cumplir. Y estos poderes del Estado nos empiezan a aventar a la prensa encima para que se apruebe la reforma, por el incumplimiento de la responsabilidad que él tenía.
“Hay una violenta embestida de los medios, pero provocada por las mentiras de él. Así, llega al 12 de marzo, le rebotan su reforma, y empiezan una serie de batallas poniéndose él al frente, que van desde confrontar al Senado de la República hasta Santiago Creel. Después de todo este tiempo, nos peleamos con el sector obrero, con los empresarios, con el Consejo Técnico, y al final hay una gran división de los trabajadores.
“Entonces, lo que en realidad era una sencilla revisión de CCT en tiempo y forma, por quien sabe que oscuros intereses, mentiras y traiciones del secretario general, se convirtió en una pesadilla. Ahorita estamos en el cumplimiento de la advertencia que hace tres meses nos habían hecho los senadores, de que si no llegábamos a un acuerdo, nos iban a modificar la ley. La amenaza está cumplida y la van a seguir”.
DE TRAIDORES A HÉROES
¿Cuál ha sido el gran error de Roberto Vega? Se pregunta Bautista y responde, “que rompió con los niveles de negociación establecidos en el IMSS, y nos llevó a la confrontación con el Estado. Hoy resulta que los traidores y los mentirosos son héroes. Hoy dicen que están planteando una negociación, y que debe de haber diálogo”.
Suelta:
— Quieren el diálogo cuando se sentaron en una mesa de negociación con el secretario del Trabajo, donde sabíamos que no iba a haber resultados, porque era una mesa donde se sentaron traidores y traicionados; partiendo de un concepto como esos, jamás iban a lograr acuerdos.
Ahora resulta que Ricardo García Sáinz, Nestor de Buen y Miguel Ángel Sáenz Garza son asesores del sindicato, cuando estos tres personajes fueron factores importantes en la reformas de 1989 cuando quisieron renunciar a derechos adquiridos y destituimos a Punzo Gaona. Ahora se dicen los grandes defensores, y están en contra porque son flamantes miembros del PRD y lo que están negociando es algún puesto que les pudiera convenir.
Por otro lado entra la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), pero ellos dan una solidaridad condicionada, condicionada a dirimir sus grandes problemas. En esta última marcha, los trabajadores del Seguro Social marcharon con una gran sinceridad para tratar de detener la reforma, luchamos limpiamente en contra de la reforma, pero la reforma está viciada.
En el marco de esa gran concentración del 23 de julio, los trabajadores fueron en defensa de su régimen, pero Hernández Juárez confrontó directamente a Rodríguez Alcaine, lo cual habla de una confrontación entre dos centrales obreras, entonces, la reforma del IMSS ha servido para que se diriman los grandes problemas políticos del país.
Hernández Juárez contra Rodríguez Alcaine; el PRD contra el PRI y el PAN, y por consecuencia la confrontación con los poderes Ejecutivo y Legislativo. Hay otra confrontación de Agustín Rodríguez, como diputado, contra Armando Neyra, el secretario de la CTM.
¿A dónde queremos llegar?, nosotros tenemos una propuesta muy seria, nosotros creemos que para que la reforma se pueda detener necesitamos tener una interlocución sana, seria transparente, honesta, limpia, y para que eso se haga, la única posibilidad es regresando al sindicato a la legalidad.
Castigar a Fernando Rocha por la malversación de fondos, y que Roberto Vega sea depuesto por la Comisión de Honor y Justicia que encabeza el doctor Armando Ovalle Zavala y la Comisión de Vigilancia que encabeza el doctor Enrique Guinto Palacios. Que se abra una investigación, donde los elementos existen ya, y se le sancione, y que se pueda hacer cargo del sindicato un comité ejecutivo provisional que nos permita abrir las negociaciones desde una perspectiva más transparente, en donde éstas ya no sean en la Secretaría del Trabajo o en el Congreso, sino que sean en Reforma, que es donde deben de negociar los trabajadores.
Yo creo que debemos de retomar de inicio el mecanismo de diálogo legal que existe, le debemos de devolver a los trabajadores la voz, porque nos hemos quedado sin voz por la incompetencia de Roberto Vega. No hay otra forma que mediante el diálogo, pero no con ellos, tiene que ser a través de una limpieza, se tiene que recuperar la voz y en estos momentos Roberto Vega no tiene voz.
Los trabajadores del Seguro Social necesitamos primero arreglar nuestra casa y exigirle a las organizaciones políticas que se aparten del conflicto del Seguro Social, la solidaridad se da incondicional, no condicionada. No podemos permitir que se use al SNTSS para confrontar al Estado, nosotros somos los que vamos a salir perjudicados y exigimos recuperar nuestra voz. Y la única forma de recuperarla es poniendo en orden la casa.
— Se entiende esto, ¿pero qué hacer con Santiago Levy?, ¿cómo un comité de transición puede entablar pláticas con Santiago Levy cuando es repudiado por la base trabajadora por ser punta de lanza en el desprestigio a los trabajadores?
— Yo creo que este problema lo tenemos que abordar a partir de definir nuestra situación interna. Una vez limpia la casa y fortalecidos internamente, los trabajadores tendríamos que discutir la posición ante el Seguro Social.
Santiago Levy es una persona que representa los intereses del Estado, a nosotros no nos interesaría meternos en eso, porque el panorama está ya muy sucio, y no podemos caer en la misma confrontación, no podemos inmediatamente llegar y decir: ‘exigimos que el gobierno quite a Santiago Levy para que se abran las negociaciones’, ¡no!, porque caeríamos en lo mismo.
Levy tendrá que pagar el costo por haber llevado también a los trabajadores a una confrontación, y eso lo tendrá que pagar en su momento, lo que nos interesa es salir fortalecidos y poder negociar con quien tengamos que negociar.
Si el gobierno determina que tendrá que ser con él, pues tendrá que ser con él. Si el gobierno determina que así como nosotros quitamos el escollo de en medio, y que ellos tendrán que hacer los mismo, pues bienvenida la propuesta de un nuevo director. Sería excelente, porque las dos partes viciaron el proceso.
Pero desde la perspectiva de los trabajadores, no podemos caer en el mismo juego, debemos de negociar con el que sea el director y no caer en el error de hacer las cosas tras bambalinas, sino consensadas con los trabajadores. Tenemos que empezar y partir de cero, y limpiar todo el lodazal que hicieron a partir de una revisión de contrato que se dio.
Ahora Roberto Vega dice que sí hay propuesta, que la jubilación se vaya a los 35 años, ahora sí acepta que nos descuenten más. ¿Pero cómo se atreve a mandar dos propuestas si sabe que este año tenemos exclusivamente revisión de salario?, él dice que se puede, porque en asuntos generales podemos sacarlo. ¡El señor está equivocado!, esta es una más de sus torpezas.
¿Por qué?, porque ahora resulta que en un congreso de revisión salarial quiere meter lo que no le corresponde. Si el congreso no se lo acepta ¿qué va a hacer”, va a decir: ‘voy a hacer otro congreso extraordinario’. Esto de lo único que habla es del desconocimiento total de los estatutos, de la falta de capacidad política y de que nos ha llevado a la confrontación.
Lo que no se vale, es que a los trabajadores se les ponga en riesgo su futuro por alguien que ha estado mintiendo y traicionando a los trabajadores, este sindicato está plagado de gente que tiene mucha culpa.
Como dijo Roberto Vega, “si el problema se soluciona con que me vaya, me voy”. Sí, ¡que se vaya!, eso está clarísimo, es la única forma de empezar a resolver el problema del Seguro Social, que se vaya, que renuncie o lo corremos junto con Fernando Rocha y la Comisión Revisora.
— Parece que el CEN está regresando a las mismas propuestas “charras” que antes ya se hicieron…
— Sí, pero además, déjame decir algo sobre la incongruencia y la falta de capacidad de estos individuos. El traidor Eduardo Pérez Saucedo dijo a La Jornada: “nosotros les pedimos diálogo para poder dirimir el problema y que sea en el Seguro Social”, o sea, ¿qué está pidiendo este hombre?, ¿está loco?, primero nos llevaron a dar una vuelta turística contra todas las estructuras del Poder, a confrontarnos, y ahora el señor dice que nos regresamos a dialogar en el IMSS y que siempre sí va la propuesta.
Son totalmente incapaces, desgraciadamente el futuro de 380 mil trabajadores, sus familias, y los que vengan, están en manos de una bola de estúpidos, no hay otra palabra, porque van de estupidez en estupidez.
— ¿Dices que en manos de “una bola de estúpidos” está el futuro de 380 mil activos y más de 120 mil jubilados?
— Así es, lo grave es que nueve estúpidos estén decidiendo por nosotros. A los trabajadores nos debe quedar bien claro que si se aprueba la reforma, los únicos culpables van a ser Roberto Vega y su Comisión Revisora. No nos engañemos, los trabajadores hemos dado la batalla.