Los miserables
Vega y Galina: “me vale madres el Estatuto”
Valdemar Gutiérrez: “yo seré el secretario general”

Valentín Cardona
11 de septiembre de 2006

Urgida por ungir nuevo capo, la mafia apoderada del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) vive momentos de cópula y todo lo mueve. Derrocha millones, reparte amnistía, prebendas y sanciones a discreción, en suma, la mafia echó a andar una sucia y poderosa maquinaria que anuncia que pasará por encima de cualquier criterio que se le oponga o que intente arrebatarle el poder.
Aunque hay quienes parece que todavía creen en los cuentos de hadas. Es el caso de Miguel Ángel Van-Dick Puga, secretario de Capacitación del gremio, que se inscribió en la contienda para pelear a Valdemar Gutiérrez Fragoso -secretario del Interior “con licencia”-, la secretaría general del sindicato.
Dice Van-Dick: “yo aspiro a que el ser humano que me invitó a formar parte de su comité, retome su espíritu democrático. Roberto Vega en este momento se debe de convertir en un verdadero defensor del Estatuto, en un verdadero defensor de la democracia y únicamente convertirse en el vigilante del Estatuto, como éste lo marca. Yo apuesto a que Roberto Vega retomará su papel de verdadero líder, de verdadero estadista, y finalmente garantizará la limpieza en un proceso democrático”.
En entrevista con este medio, Van-Dick reconoce que tras su inscripción se soltó franca la represión, “nos han informado que a compañeros y coordinadores que se habían adherido a nuestro movimiento ya les fue retirada la licencia sindical; en lo particular -abunda- a mí ya me cortaron las líneas telefónicas, a otros compañeros ya les quitaron los apoyos secretariales, ¡realmente sí hay represión, hay que denunciarlo!”.
Repite: “que sirva este medio para hacer un llamado a la conciencia del doctor Roberto Vega para que cumpla con su papel en la historia, y su papel es ser un verdadero demócrata, es ser el verdadero secretario del sindicato que la gente espera, y la gente espera de él un proceso digno”.
De acuerdo con trabajadores sindicalizados consultados por Imagen Médica, Vega y Galina ya jugó su papel en la historia y ganó su lugar: “traidor”. Y basan su agudo criterio en la “venta” de su Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP), en octubre pasado, al gobierno federal. Dicen que al “supuesto líder” los trabajadores le echaron en cara su traición y le mostraron su total repudio el 8 de mayo último, cuando en el Auditorio Nacional, y con motivo de un acto de los “sindicatos democráticos” en apoyo al entonces candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, más de diez mil almas le impidieron pronunciar discurso alguno mediante ensordecedora rechifla.
Testigos presenciales del destape de Gutiérrez Fragoso como “candidato de la unidad”, la madrugada del 24 de agosto pasado, cuentan que voces maduras, con “peso moral” en el gremio, se acercaron a Vega y Galina y le alertaron: “cuidado, la nominación no cumple con lo establecido en el Estatuto, tu candidato no pasa la prueba del ácido”. Adusto, envalentonado, descompuesto, Vega contestó: “¡me vale madres el Estatuto!”.
De Valdemar le advirtieron que sería presa fácil para la prensa, en virtud de haber sido recientemente relacionado como presunto encubridor de homicidio y de mantener nexos con presuntos narcotraficantes, como su hijo, preso en España al tratar de introducir a ese país cerca de un kilo de cocaína pura en forma de cápsulas en su estómago. Y peor, pues al ser un secretario débil, con cuentas pendientes con la justicia, al gobierno federal sería fácil conseguir casi cualquier negociación con él, a cambio de impunidad.
Como remate, a Vega y Galina “le mostraron elementos y pruebas contundentes” de que a su delfín, “le interesaba la secretaría general para robustecer a la mafia de unos cuantos y para proseguir con infinidad de negocios sucios que brotan a puños de las entrañas sindicales”, pero Vega ya no oyó, y Valdemar, enterado de lo dicho en su contra, tranquilo respondió: “yo seré el secretario general”.
Conocedor a fondo de lo blanco y lo negro del sindicato, líder que vivió momentos de gloria y de angustia dentro del gremio, pide la reserva de su nombre; asegurada, no le sorprende la actitud tomada por Vega y Galina en su “perturbada” defensa a ultranza sobre Gutiérrez Fragoso, y a quienes a solicitud del autor define en pocas palabras como “los miserables”. A Van-Dick llama “lo que pudo ser”.
Conciso y preciso en su definiciones, añade de los demás “candidatos”. María Esther Pérez Barragán: “una payasada”; Joaquín Castillo González: “parte de la mafia”; Francisco Camargo Hernández: “la mafia en sí”; Nemesio Soberanis: “el oportunismo”.
— ¿Se imagina a María Esther o Nemesio en la secretaría general?, se le pregunta.
— Cualquier cosa en lugar de ‘los miserables’.
Explica que, en su opinión, María Esther y Joaquín Castillo están haciendo el “juego” a Vega, y que de confirmarse la inscripción de Camargo Hernández, en efecto, la mafia estaría valorando el “sacrificio” de Valdemar; sin embargo, considera el relevo tardío y de alto riesgo para la estructura sindical, pues se trata de una persona que al igual que Valdemar, “arrastra un sucio historial”.
En breve entrevista telefónica con Imagen Médica, Camargo Hernández niega de plano los rumores y las versiones periodísticas sobre su registro, “no es cierto, Valdemar es mi amigo, todo mundo sabe que yo apoyo y trabajo a favor de su candidatura. Pregúntenle al doctor Vega, él es el que está llevando la sucesión”.
— Pero el doctor Vega se supone que no se debe de meter, –se le dice a Camargo.
— Él es el secretario general. Contesta.

Lo que el viento se llevó

El médico Miguel Ángel Van-Dick Puga accede a una entrevista con este medio al estar en un “acto de campaña” en la explanada del Centro Médico Nacional Siglo XXI. Van-Dick hace un llamado angustioso a Vega y Galina, al tiempo que expone sus propuestas a los trabajadores.
— ¿Cuál es su propuesta?
— Es romper con el estado actual de contención total del movimiento de los trabajadores, y generar una verdadera dinámica que los impulse, en donde los trabajadores ya participen directamente en las decisiones tanto del propio sindicato como del instituto, y digo de los dos, porque en el sindicato las decisiones son muy cupulares, y digo del instituto porque el instituto está adoptando modelos que han recomendado asesores externos que no responden realmente a las necesidades de salud de la población mexicana.
El activo más valioso de esta institución son sus trabajadores, sus trabajadores son gente de propuesta, gente muy inteligente que tiene ahorita el momento de generar este movimiento renovador.
— ¿Qué beneficios tendrían los trabajadores entre un candidato que se va “por la libre” y otro elegido por la cúpula?
— La diferencia es muy simple, que el candidato que se va a ir por la libre, en este caso, yo, es una persona como el resto de los trabajadores; es una persona que para ingresar al instituto como médico tuve que pasar un examen nacional de residencia, tuve que hacer una especialidad, luego tuve que obtener una propuesta sindical, ingresar como 08 y posteriormente andar ‘ranchando’ hasta que me dieron mi base de médico no familiar especialista en Medicina del Trabajo.
Luego, como los demás trabajadores, tuve la oportunidad al trabajar en las unidades médicas del IMSS, tanto en hospitales como en unidades de medicina familiar, de conocer la problemática y de ahí surgí como delegado sindical; siempre combativo, con un pensamiento social llegue hasta secretario general de la sección III Jalisco. Tengo toda una trayectoria de propuestas, de hechos, de alternativas, y así llegue hasta secretario de Capacitación y Adiestramiento del nacional.
La diferencia con el otro candidato, es que según sé, jamás ha trabajado en el instituto, le dieron directamente su propuesta en el sindicato, donde siempre ha estado y ascendido, pero jamás ha trabajado en una unidad y no ha sido delegado sindical.
Además, esta diferencia también se dio en el mismo momento en que el doctor Roberto Vega, ante la dirigencia nacional, nos dio la oportunidad de presentarnos a aquellos que aspirábamos; cuando le toca al compañero Valdemar, él dice que no tiene proyecto, “que lo irá construyendo”, cuando se refiere a la reforma estatutaria habla de que “habrá de reafirmarla, pero sólo con una maquilladita”.
Cuando me toca a mí, su servidor, también digo lo mismo, que no me habían informado pero que sí tengo proyecto, saqué mi computadora, saqué mi cañón, saqué mi pantalla y ahí lo presenté frente a todos, y ahí mismo el doctor Roberto Vega dijo: “este es el mejor proyecto, este es el sindicato al que debemos de aspirar”.
Mi propuesta se basa en seis ejes fundamentales -que vienen aquí en un manifiesto-, pero los voy a sintetizar en este momento en tres.
La relación del sindicato con todo lo exterior -y lo exterior es la Presidencia de la República, la Dirección General del IMSS, la Cámara de Diputados, los sindicatos, las universidades, los intelectuales del país, los organismos internacionales y todos con quien tenemos que interrelacionar para salvar a la seguridad social, y la relación del sindicato con el propio IMSS-, en donde nosotros impulsaremos el capital intelectual de los trabajadores para generar proyectos de mejora y así garantizar la viabilidad tanto en el sistema de salud como financiera del propio instituto.
El segundo gran proyecto es el sindicato con sus propios trabajadores, en donde propondremos y realizaremos una gran reforma estatutaria que garantice la evolución democrática sindical con voto universal, directo y secreto; la reforma fiscal en donde nos veamos obligados a transparentar la rendición de cuentas a través de un sistema de transparencia y en donde a través de un portal electrónico la gente pueda darse cuenta del manejo de sus cuentas previa aprobación en el congreso de normas auditables y contables para este proceso.
Y el tercer gran punto de esa gran reforma es el desarrollo de proyectos basados en la investigación, tanto del sindicalismo, como en seguridad social y en el sistema de salud.
— ¿Qué confianza pueden tener los trabajadores a un candidato que se va por la libre, porque estamos ciertos de que usted es integrante de CEN, y estamos ciertos de que la base trabajadora no confía ni en su secretario general ni en el CEN?
— La diferencia es la trayectoria y la propia historia de cada uno de los dos. En lo particular, yo hablaré de mi historia. Mi historia es de una lucha permanente por demostrar que el modelo actual de seguridad social debe de ser tripartita, el Estado tiene la obligación de garantizarlo pero sobre todo debe de conservar y preservar su carácter solidario, y a través de esa premisa avanzar hacía la universalidad del sistema de salud.
Nosotros podemos comprobar que el sistema puede llegar a la universalidad y si logramos el contacto con el gobierno federal, seguramente lograremos convencerlos de que somos la mejor opción para la universalidad en la salud.
— ¿Qué confianza hay de que todas estas propuestas se lleven a cabo, en el supuesto que llegara usted a ser secretario general?
— La gran confianza la tendrán porque en la reforma estatutaria el trabajador y la trabajadora tendrán el derecho legal de revocar el mandato, parte de la reforma implica que cuando un candidato no cumpla con lo establecido, estatutariamente el trabajador tendrá el derecho de revocarle este mandato, vamos a regresarle el poder a la gente.
— Se dice que ésta es una lucha de “mafia contra mafia”, porque de Valdemar se habla de sus antecedentes y presuntos vínculos con el narcotráfico; de usted, que está peleando el poder por el poder…, y que finalmente son lo mismo.
— No estoy de acuerdo con eso. Uno, en lo particular yo me comprometo -este comité tiene 500 licencias sindicales-, a que esas 500 licencias serán ocupadas por compañeros trabajadores que se dediquen a estar en contacto con la propia base y que además generen los proyectos para darle viabilidad al sindicato. Dos, que todos ellos tendrán que cubrir el perfil que implica la cartera que van a desarrollar, es decir, cada hombre según sus capacidades.
Esto es muy importante porque estamos hablando de una serie de características que implican conocimiento, que implican probidad, que implican compromiso, por eso la gente va a tener el poder para estarlos vigilando; en donde además, cada quien tendrá que tener su proyecto de trabajo y un proyecto de trabajo que tendrá que tener una serie de metas y una serie de indicadores para darle seguimiento a todo el programa.
Yo no pertenezco a ninguna mafia, yo soy médico no familiar, tengo una familia, y sobre todo, tengo una carrera de servicio institucional. Además, para garantizarle a la gente que esto no va suceder, vamos a dar transparencia en la rendición de cuentas, con eso tenemos que recuperar rápidamente la credibilidad para entonces sí sentarnos frente a las autoridades, con el valor que significa tener el poder de la gente, para tratar el asunto de la viabilidad del IMSS.
— ¿Qué aceptación han tenido usted y su campaña entre la base trabajadora?
— Realmente estoy muy sorprendido, nuestra campaña es de uno a uno, lenta, de mucha penetración. Cada vez que salimos a hablar nos cuestionan, el trabajador debate y exige y finalmente queda convencido y se compromete a hacer propia la campaña, porque representamos la esperanza de la gente, porque estamos generando una verdadera revolución de la base trabajadora en donde serán los trabajadores quienes tomen el poder de su organización para beneficio de los trabajadores.
En nosotros la gente ve esa esperanza para lograr el milagro de la base trabajadora, sabemos que es difícil luchar contra el poderío económico del sindicato, contra la estructura política de la institución, pero la gente está consciente de que el poder de su voto nos va a dar el triunfo en el congreso de octubre.
— ¿Cuál ha sido la reacción del secretario general ante la “rebelión” de la mitad de su Comité Ejecutivo Nacional?
— Yo aspiro a que al ser humano que me invitó a formar parte de su comité retome su espíritu democrático. Roberto Vega en este momento se debe de convertir en un verdadero defensor del estatuto, en un verdadero defensor de la democracia y únicamente convertirse en el vigilante del estatuto como éste lo marca.
Yo apuesto a que Roberto Vega retomara su papel de verdadero líder, de verdadero estadista, y finalmente garantizará la limpieza en este proceso democrático.
— ¿Hay represión, en qué lugar queda?
— Nos han informado que a compañeros y coordinadores que se habían adherido a nuestro movimiento ya les fue retirada la licencia sindical, en lo particular a mí ya me cortaron las líneas telefónicas, a otros compañeros ya les quitaron los apoyos secretariales. Realmente sí hay represión, hay que denunciarlo, -yo lo denuncio por este medio-, sí hay represión, pero que sirva este medio para hacer un llamado a la conciencia del doctor Roberto Vega, para que cumpla con su papel en la historia, y su papel es ser un verdadero demócrata, es ser el verdadero secretario del sindicato que la gente espera, y la gente espera de él un proceso digno.
— ¿Cómo va a ser la campaña, cuál será su recorrido?
— Nosotros vamos a tratar de abarcar toda la república, tenemos limitaciones de tiempo, tenemos limitaciones económicas, vamos a poner al servicio de los compañeros una cuenta bancaria que acabamos de abrir, porque esta es una campaña de los trabajadores para que nos ayuden con sus aportaciones para poder sostener este movimiento de la base.
— Este sindicato se ha caracterizado por sancionar a la gente que no está de acuerdo con sus propuestas sindicales, con su trabajo, con sus decisiones, con sus imposiciones, con las traiciones que ha cometido el secretario general, ¿qué confianza tiene usted de no ser sancionado ahora que esta haciendo campaña y que no es el elegido por la cúpula?
— Bueno, confieso de que me han llegado muchos rumores, así lo dejo, en el tono de rumores, en donde tanto al doctor Joaquín Castillo y a su servidor se nos va a sancionar. Yo espero que quede solo en rumores, de cualquier forma estamos ya armando la defensa legal para que esto no suceda.
Y reitero el llamado a la convicción sindicalista, a la convicción democrática del doctor Roberto Vega.
— ¿Y si hay sanción, podrá participar?
— Pues dependiendo, porque tenemos un plazo legal y también hay leyes, espero que no exista más abuso del poder.
— ¿Bajo que argumentos lo sancionaría el secretario general?
— La realidad es que no hay argumentos, ninguno, pero los pueden inventar. Lo que sí quiero decir es que en este cuatrienio, curiosamente, aunque Roberto jamás ha sancionado a nadie de su comité, pero a nivel nacional y hacía abajo, producto de las sanciones de los secretarios del Interior y de Honor y Justicia, hay el mayor numero de sancionados que ha habido en la historia del sindicato.
Y yo si quiero comprometerme con todos los trabajadores sancionados a que se revisará caso por caso. Aclaro de una vez que nuestro periodo sindical será de diálogo, será de respeto, nadie podrá ser sancionado por sus ideas; convocaré a una gran amnistía nacional de los trabajadores que permita la reconciliación del comité ejecutivo con las bases.

Con información de Jani Luna González.

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