Valdemar según Bulmaro
La sucia sucesión, pacto de lealtades

Jani Luna González
18 de octubre de 2006

Hoy es el secretario de Prensa del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) y ocupa una oficina en el edificio del Comité Ejecutivo Nacional del sindicato en la calle de Zamora. 12 días atrás -el día de la entrevista- Bulmaro Guerrero Cárdenas se encontraba en su oficina de la Sección V, en Tlalnepantla, en abierta campaña a favor de Valdemar Gutiérrez Fragoso, hoy, secretario general “electo” del gremio, aunque aún sin tener en su mano la “toma de nota” por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
En sus palabras, Guerrero Cárdenas desmenuza cómo fue elegido Valdemar Gutiérrez “candidato de la unidad”, y desde ese momento casi considerado secretario general. El resto se trató de un teatro montado especialmente para simular la democracia, en el que Roberto Vega y Galina decidió gastar una millonada, recursos pues de los trabajadores.
Bulmaro advierte que en los años que siguen el financiamiento al Régimen será “obligación” del gobierno, y que como sindicato, Valdemar Gutiérrez buscará una revisión integral del CCT, que dice, “está estancado y rebasado”.
Para nuestros lectores, queda aquí la entrevista integra en sus partes fundamentales.
¿Cuál es su opinión respecto a los candidatos a la secretaria general del SNTSS?
— Yo pienso que el sindicato debe tener candidatos a elección de las distintas corrientes que la integran, de los distintos grupos con intereses bastante definidos. Para esta ocasión nosotros tuvimos una reunión con el CEN -los 19 miembros y los 37 secretarios generales seccionales- y ahí buscamos una opción que pudiera garantizar la confluencia de los distintos grupos del sindicato, y que por sí misma promoviera la unidad del sindicato que debe ser férrea, monolítica.
Nosotros no somos un partido político, somos un sindicato que defiende intereses bien concretos de los trabajadores: el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), y obviamente, la más destacada de las prestaciones, la prestación estrella que es el Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP).
Nosotros no tenemos por qué darle importancia a las diferencias ideológicas de la gente, nosotros tenemos una relación laboral, somos trabajadores al servicio de una institución. Entonces, buscamos que para salvar las diferencias se promoviera la candidatura de un compañero que tuviera la simpatía, la amistad con todo el país, porque el sindicato es nacional.
¿Entonces usted cree que el sindicato se debe dirigir o administrar por simpatía, por amistad, por buena relación con los integrantes del CEN?
— Sí, desde luego, porque lo que nosotros tenemos es una relación bien concreta que resuelve problemas concretos, no es una relación política. Buscamos en primer lugar que hubiera acercamiento con los dirigentes de todo el país, eso es primordial en todos nosotros; desde luego que tiene que ver la capacidad de negociación, la capacidad política de los compañeros. — ¿Y el conocimiento de lo que es la seguridad social, los problemas médicos, laborales, en qué término quedan?
— Nosotros tenemos mayor simpatía o tenemos una mejor relación con aquellos compañeros del CEN que nos resolvían los problemas, que tenían esa capacidad y de ahí se derivó la amistad, la confianza, porque todo se basa en la confianza, aquí es qué tanto confías en una persona, y eso es lo fundamental. Esta relación de confianza entre nosotros se va tejiendo durante mucho tiempo, desde que entras, tenemos más de 3 años la mayoría de los secretarios generales conociendo al CEN, y los hemos escuchado en las reuniones, los hemos visto en situaciones difíciles y observamos como se comportaban.
Vimos a muchos de ellos en situaciones muy violentas, algunos queriéndose agarrar a golpes delante de nosotros en reuniones formales de plenos de comité, así a puñetazos.
¿A quiénes?
— A Van-Dick y a otros miembros del comité. Los vimos cómo se comportaban, cómo salían en un consejo seccional -con toda la formalidad que debe tener un consejo porque es un órgano de gobierno de muchos trabajadores- delante de toda la gente agarrándose a golpes, como Héctor Ulises y el doctor Castillo. Y así vas viendo, observas a las personas como son, si son atrevidos, si le entran a los cocolasos contra los enemigos reales, que son el gobierno y las autoridades institucionales.
Todo el mundo los está observando y así vas descartando, eso es lo que nosotros vimos. La mayoría de los secretarios generales vimos en Valdemar una persona siempre con seriedad, con responsabilidad; cuando hablábamos con él teníamos una respuesta afirmativa o negativa, nunca nos faltó al respeto y jamás nos levantó la voz.
Cuando nos preguntó el doctor Vega “¿quién les parece el mejor?”, pues nosotros opinamos que el doctor Valdemar, por la relación que tiene con nosotros, por el trato que teníamos con él. No hubo proselitismo de ninguna especie, nosotros lo decidimos y eso es algo que nadie quiere reconocer. Nosotros buscamos a una persona que respondiera a esa imagen de trabajador disponible, que tuviera disposición para trabajar con nosotros.
Hasta ahora no conocemos cuál es la propuesta del doctor Valdemar para los trabajadores, a los trabajadores no les importa si es “carismático, buena gente, o te responde”. Los trabajadores quieren ver propuestas y hechos, porque no confían en ninguno de los candidatos a la secretaria general. ¿Cuál es la propuesta?
— Así es, es un problema muy grave de nuestra sociedad. ¡Desconfiamos de todo!, porque en nuestro país tenemos largos siglos de atropellos y vejaciones por parte de las autoridades, engaños, mentiras y todo lo que sabemos de la historia de nuestro país; pero ahora es mucho más grave: no confiamos en nada ni en nadie.
Y en nuestro sindicato no podemos hacer la excepción, ¡es peor!, porque se levantaron expectativas muy grandes de defensa, de resistencia sindical que no se cumplieron y que no hemos podido explicarle a la gente el por qué no se cumplieron. ¡No hemos atinado a decirle a la gente fue por esto y por esto!
—- En aquellos tiempos, mucha gente estaba dispuesta a una huelga costara lo que les costara, no confían en este sindicato por “traidores”, pero ¿qué hacer?, Valdemar no ha dicho por ningún lado su propuesta.
— Nosotros creemos que es necesario recuperar la confianza de la gente, pero ¿cómo se puede lograr la confianza de la gente?: ¡trabajando!, ¡dando resultados! La bondad de una política se mide por sus resultados, podríamos decir mil cosas de lo que queremos hacer, hacer mil promesas, decir vamos a levantar tantas guarderías, que se cumpla al 100 por ciento todo lo demás, hacer promesas que no se pueden cumplir; pero no sería lo más congruente de acuerdo con el tiempo que estamos viviendo.
Nosotros no hacemos promesas que luego no cumplimos. Eso es lo que le reclaman al doctor Roberto Vega, “que él se comprometió”, “que él les dijo”; la gente tiene razón al estar enojada porque no ha visto cumplidas sus expectativas ni las promesas que les hizo en campaña.
La propuesta que yo conozco a fondo del doctor Valdemar es muy sencilla, no abarca temas de actualidad, de economía, de política, ni de filosofía. No es rebuscada ni sofisticada, es muy sencilla. Nosotros tenemos la concepción de que el sindicato tiene bien definidas cuáles son sus tareas y está bien claro ¡que es el CCT!, y de ahí que lo vamos a hacer. Yo conozco candidatos que no lo defendieron, que fueron promotores de la mutilación del mismo y que ahora dicen que no, y que tratando de sorprender a mucha gente inocente se presentan como radicales.
¿Pero cómo defender el CCT además de las probables movilizaciones y de las demostraciones de fuerza política que organice el sindicato?, tiene que haber una revisión de cada una de las categorías para ver dónde están estancadas, por qué hace mucho no crecen. Enfermería está rebasada por la realidad, incluso, a las enfermeras especializadas se les obliga a hacer trabajos que no les corresponde, como de almacén o las ponen a despachar medicamentos en los hospitales.
Eso para nosotros es grave, se tiene que revisar a fuerza paso a paso. En siquiatría, en hemodiálisis, las compañeras realizan este trabajo sin recibir el salario constitucional. Por ejemplo, hay problemas de infecto contagiosidad y no se los pagan, y son enfermeras que perciben un salario de enfermeras generales cuando deberían de tener un salario de enfermeras especialistas.
En las clínicas hay muchas enfermeras que hacen especialidad y hacen administración y aspiran a ser jefes de piso, pero no hay esa categoría en Medicina Familiar, entonces las hacen jefes de piso y a las compañeras de primer nivel las mandan a quirófano de tercer nivel, ¿qué respuesta laboral tendrán?, ¿qué pleitos no tendrán después porque no saben como opera un quirófano o una sala de tercer nivel?.
Eso se descuido por mucho tiempo, y esta es una propuesta concreta que resuelve un problema concreto de enfermería.
Tenemos asistentes médicas y trabajadores de intendencia con distintas jornadas de trabajo -unas son de 6 y otras son de 8 horas- que tienen salarios distintos, ¡se tienen que revisar todo el CCT para fortalecerlo en este sentido!
Hay muchas prestaciones que están rebasadas, como las guarderías. Aunque ahí hacen comida,  las compañeras no pueden ingerir alimento de ahí, y les dan una miseria, como cinco pesos al mes para que compren su comida; esa es una prestación fija, pero como no está anexada al aumento salarial se está quedando estancada. ¡Eso es defender el CCT!, y no nada mas el decir “yo voy a pelear porque no me quiten el CCT”.
No nada más hay que decir “que se quede como estaba hace 40 años”, tienes que mejorarlo, y en ese sentido iría la primer propuesta: revisar el CCT para las 214 categorías e ir superándolas. Como el CCT está rebasado por mucho, hay muchos ejemplos. En Informática los compañeros ya no tienen nada que hacer en relación a la captura, porque ya lo hacen desde los centros de trabajo, ¿qué hacemos con los compañeros?, ¿a dónde los mandamos?, ¿cómo lo resolvemos?
Este trabajo ya lo veníamos haciendo con Federico Arellano, pero no se ha concluido. Ya no necesitamos elevadoristas porque los elevadores ahora son automáticos, pero tampoco podemos correr a la gente porque es inviolable ese derecho, ¡no te pueden correr!
¿Y del RJP?
— En el RJP en estos cuatro años no va a ver problema, porque ya está el acuerdo nacional de las 65 mil plazas que se van a ir metiendo. Eso resuelve el problema para unos cinco o seis años. El problemas es cómo le hacemos nosotros para financiar el régimen, ¿qué propuesta tenemos?, pues tenemos que exigir al gobierno que le inyecte dinero al régimen, porque de otra manera ¡no se puede!
Nosotros como trabajadores sí estamos inyectándole más de 5 mil millones de pesos anuales, estamos dándole -con el incremento que se nos está haciendo del 1 por ciento, porque se estaban dando 1500 millones de pesos con el 3 por ciento, pasamos al 4 y a partir de octubre sigue el 5 por ciento- aproximadamente 2500 millones de pesos, que los actuales trabajadores estamos aportando para sostener el régimen de los activos; no de los de nuevo ingreso, porque ese ya es otro régimen.
No habría mucho problema en cuanto al régimen, pero sí se tiene que hacer un trabajo político para ver lo del financiamiento que le toca al gobierno como gobierno y a la institución como patrón. El otro problema es la Ley del Seguro Social, la reforma de 2004, porque impide al instituto usar dinero de las cuotas obrero patronales para financiar el régimen, para pagarlo, ¡por fuerza se tiene que llegar a un acuerdo! La iniciativa la ha promovido el doctor Vega sin éxito.
El doctor Vega ya se va, y el que llegue tiene que arreglarlo, ¿cómo con un sindicato dividido?
— Una tarea fundamental es trabajar con la base, para que las grandes decisiones que se tengan que tomar sean responsabilidad de todos, ¡que se entienda desde el principio!, la responsabilidad debe de ser de todos, para que no nos sigamos calificando unos a otros de traidores.
¿O sea que la propuesta es revisar el CCT en general?
— Y fortalecer el régimen
¿Nada más el régimen?, ¿no hay que fortalecer el propio sindicato?, ¿no se tiene que acabar con las mafias que están enquistadas dentro del propio instituto a nivel nacional como en La Raza y muchas clínicas que tienen el problema de adicciones con sus propios médicos?, ¿qué hacer con médicos adictos que atienden derechohabientes?…
— La drogadicción es un problema del país. En la juventud, en los trabajadores, es grave. Yo tengo noticias de aquí de Tlalnepantla, de muchos estados, es un problema muy grave que es competencia del gobierno federal.
No soy analista, pero el problema que yo estudié es la transición que se ha dado en el país, en donde hay un vacío del poder, pierde el PRI y entonces las estructuras de gobierno se ablandan y forzosamente hay un vacío que aprovechan los que están haciendo su agosto.
Es un problema que tenemos que resolver todos porque no es un problema de un grupo social o de un grupo de edad, o de trabajadores, es un problema de todos. Yo mismo he platicado con las autoridades del instituto y les he preguntado “¿cómo le entramos?”. Incluso hay compañeros que han presentado proyectos para recuperar del alcoholismo a otros compañeros, tenemos un grupo de Alcohólicos Anónimos, y todo un grupo de especialistas que se dedicaban a recuperar compañeros.
Sí se está haciendo algo al respecto, pero es imposible frente al problemón del país; el presidente que esté tiene que tomar cartas en el asunto y entre todos, las instituciones y los gobiernos de los estados.
¿Cómo tenerle confianza a un candidato a la Secretaria General que está presuntamente relacionado con el narcotráfico?
— Lo que yo puedo decir es que nosotros no tenemos pruebas. Yo conozco a Valdemar desde hace cuatro años -desde que Vega era candidato- y él no consume nada. Yo anduve ahora con él en la campaña y ni siquiera hubo alcohol.
No se presume que consuma, sino que él y su familia estarían relacionados…
— De su familia no sabemos, o sea, nosotros no tenemos noticias documentadas al respecto, ¡deveras lo digo!, nosotros no conocemos a fondo eso. Pero si así fuera -que yo no lo sé y no puedo contestar algo que no sé-, el problema no es para el doctor Valdemar, porque él tiene hijos que ya son mayores de edad.
Tenemos algunos la desgracia de tener hijos o hijas que hacen mal las cosas, en todo caso, la responsabilidad de un padre sería: “bueno pues yo te conozco, yo sé quien eres, sé que cometiste una falta, y yo mismo te entrego a las autoridades”. Eso es tener una moral muy alta.
Yo así lo veo, yo lo vería más como una desgracia, yo no lo sé de cierto, yo no tengo pruebas, hemos visto documentos, fotocopias, todo mundo las conocemos pero no lo sabemos. El comportamiento del doctor Valdemar frente a nosotros ha sido intachable, se dicen muchas cosas de él, pero nosotros no las vemos.
Hay una pregunta que yo he hecho, si todo esto fuera cierto, ¿cómo se comportan las mafias?, el comportamiento es muy duro, ¿qué le pasa al delator? Yo no se que haya pasado y no puedo hablar al respecto porque no sé y no tengo información.
Si nosotros, los secretarios generales de todo el país supiéramos algo, de verdad yo creo que otra decisión hubiéramos tomado, pero a nivel nacional el doctor Valdemar tiene una imagen muy distinta a la que le han dibujado; es muy feo, se siente muy feo que le hablen a uno así.
Yo lo acompañé a 34 estados y la gente lo conoce porque ha ido a todos sus eventos oficiales, a sus consejos y sus congresos y nunca ha hecho un tango ni nunca se ha salido de quicio. Lo han visto trabajar, tu ves a la gente trabajar y con eso te basta y además si después te demuestran otras cosas, nosotros no tendríamos inconveniente ante una realidad así, en retomar el caso.
Hay algo cierto, tu hablas de la gente en tu trabajo como la ves trabajar y eso es lo que nosotros medimos, vimos, analizamos, nosotros no revisamos a la gente por lo que dicen muchos de ellos, ni tampoco por lo que ellos dicen de sí mismos.
¿Conoce usted bien el sindicato?
— Yo ya tengo tres años y medio yendo al sindicato nacional y no lo conozco, ¡es un monstruo!, cientos de trabajadores nomás de nómina, más de ochenta compañeros miembros del CEN, no los conozco, los he visto de cara, pero de nombre no sé quienes son; para que alguien llegue a dirigir allí necesita conocer, experiencia, una persona que acaba de llegar no puede.
Yo observé, por ejemplo, cuando estaban organizando la ida a un congreso de cambio -en el congreso de cambio el nacional lleva el control, lo hace el seccional pero el control lo lleva el nacional-, ¿a quién mandas para empezar?, ¿cómo se llama?, ¡no sabes!; si a mi me hubieran dicho lánzate, les hubiera dicho no, porque no conozco.
Yo no podría ser un candidato a ciegas de un lugar que ni conozco, no es lo mismo una sección que un nacional. Por ejemplo, Nemesio -a quien le decimos “renecio” porque habla y habla, y está bien porque él tenía su derecho y fue candidato- no ganó ni en su unidad electoral porque no lo quieren y porque es muy testarudo, ¿cómo le iba a hacer cuando llegara al nacional? -si se diera el caso-, se requiere gente que conozca.
Esto no es un partido político, en donde te haces diputado y con que sepas caminar y llegar ahí ya la hiciste, ¡aquí no!, aquí es un sindicato, es distinto, hablamos de cosas concretas, no de cosas abstractas, por eso yo quiero mucho a Carlos Monsivais, pero él no la haría aquí.
Aquí también han dicho que yo soy un tonto, pues sí, les digo, si fuera yo muy inteligente estaría en el Instituto Pasteur de París y peleándome por el premio nobel.
A usted lo acusan de que le echa más ganas a la campaña que a su secretaría, y que le está pagando a los delegados, que los está chayoteando para que voten por Valdemar…
— A mi me llama mucho la atención que en la prensa y en la radio propalan mentiras sin fundamento.
Yo creo que no…
— Yo entiendo lo que es la información, porque me dieron un ejemplo y ya lo entendí: “si un perro muerde a un ser humano no es noticia, es noticia si el ser humano muerde al perro”. Yo entiendo eso, pero nosotros no tenemos dinero para pagarle a la gente, decían que 10 mil pesos, y no nada más aquí, sino en todo el país, sácale cuentas, son más de 80 millones de pesos, si tuviéramos esa cantidad yo sugeriría mejor que nos la gastemos. Si tuviéramos dinero para comprar gente, pues que a todo dar.
Para convencer a la gente yo les he dicho que nosotros como sección siempre hemos estado confrontados con el nacional, que siempre hemos estado divididos…
Es el “patito feo”, –como le dijo Rocha.
— Así es, esa es la verdad, yo estoy de acuerdo que cuando tú tengas una posición contraria lo manifiestes, pero eso no quiere decir que para toda la vida estés peleado. Nosotros no estuvimos de acuerdo en al mutilación del RJP y se los hicimos saber, ellos lo supieron, pero eso no me hace a mí enojarme con el doctor Vega y odiarlo y ya no quererlo ni saludar y cada vez que lo vea mentarle la madre, ¡no!, yo estoy en contra de muchas cosas que el doctor Vega promovió, y él lo sabe, pero eso no me hace su enemigo porque nos une un interés común, que es el CCT y todo lo que ya platiqué.
Otra cosa que he dicho y sigo diciendo a la gente es que no nos dejemos apantallar por esos pseudo radicales de ahora. Los que promovieron abiertamente la mutilación al RJP fueron Van-Dick y el propio Castillo, ¿su trayectoria los califica bien?, ¿ellos son realmente auténticos representantes de la disidencia?, ¿no son los mismos que siempre han gozado de las mieles del poder y ahora que les cierran la llave están enojados y empiezan a hablar mal?, ¡no todo lo que brilla es oro!, sabemos perfectamente las intenciones de Van-Dick
¿Cuáles son?
— Pues seguir manteniéndose en el nivel de vida que se acostumbra dar, porque ahora va a perder todo, ahora va a tener que viajar en colectivo, cuando cada viernes se iba en avión y regresaba en avión los martes.
Todos los secretarios que vienen al DF de fuera hacen lo mismo…
— Me refiero a eso, que pierden ese nivel de vida y ese es su coraje, pero yo no veo cuál es su trayectoria como para dejarme ir con la finta de que ellos sí son mejores que yo.
Y la otra, es que conociendo al sindicato nacional, una vez que el CEN y todos los secretarios generales seccionales se deciden por algo, ellos ganan por el número de votos que llevan. Y no hay una sección en contra de Valdemar en este caso.
Yo tengo mucho respeto a Margil Yañez, él se promovió para candidato y la suerte no le favoreció, el dedo no apuntaba hacia él. Antes del escrutinio, le dijo al secretario general en turno -el doctor Rosado- “yo no juego, sus dados están cargados, yo no le entro y yo voy a ser candidato”. Entonces Margil con toda dignidad vino aquí y la Sección V le dio todos sus votos, la mayoría, a pesar del secretario general y demás, la gente se movilizó y la gente armó sus planillas
Y se dieron los trancazos…
— Así es, pero eso es tener dignidad, a mí me parece indigno de cualquier hombre y de cualquier mujer llegar a una reunión y decir “sí, yo estoy con ustedes y vamos a hacer tal cosa”, y después retractarse públicamente. No son gente de fiar en ese sentido.
Mis respetos para “Renecio”, él es bienvenido, aunque no quiso venir aquí; si me hubiera hablado o hubiera venido yo lo hubiera presentado con la gente, pero no tuvo la capacidad como la tuvo Margil de organizar sus planillas.
Lo pseudo radicales de ahora no salieron de la Sección V, y vinieron a amenazar y a decir que me iban a dar en la madre y me empezaron a volantear como si yo fuera el candidato, me volantearon en Oaxaca y en la 35 con cosas horribles. Hicieron cosas horrendas y hasta le dije a Valdemar “oye vale, yo no soy el candidato, diles que te tiren a ti, yo paso”.
Y de todos modos que hagan lo que quieran, porque les vamos a ganar con votos.
— ¿Ya está listo para irse a Morelia?
— Ya, ya está todo pagado, cada sección paga su viaje, su comida, todo. Ya estamos listos.
Cada vez que hay elecciones, los que se postulan y cada dirigente dedica su tiempo a ello, y la posición que tengo, en la que me encuentro, es a nivel nacional, mi relación es a nivel nacional, por eso a mí me toca participar abiertamente en forma directa en el cambio del CEN.
Conforme a la convocatoria tengo toda la responsabilidad y el derecho de participar, el Estatuto también me lo permite. Cada vez que hay un cambio en un comité seccional, los miembros del CEN seccional que así lo decidan se separan del cargo por más de un mes para dedicarse al proselitismo, y eso está bien visto, nadie lo ve mal, porque así debe de ser.
Y los delegados sindicales también, cuando hay cambio, a partir de noviembre ya no se dedican propiamente a su tarea, se dedican a hacer campaña para que los compañeros vuelvan a votar por ellos. A mi ya no me va a tocar participar en al sección.
No, pues usted se va a ir al CEN nacional
— Quien sabe, no sabemos todavía. Entonces, a mí me toca este cambio y por eso participo, además, conforme al Estatuto, la Secretaría del Interior se hace cargo
¿Quién es su secretaria del Interior?
— Flora Barrientos Venegas, ella es la responsable los días que yo no estoy. O sea que la Secretaría General nunca está descuidada, se ha trabajado bien. En una reunión plenaria se comentó que yo me iba a ir porque el doctor Valdemar me invitó a estar con él, yo fui como agregado, pero no tuve ninguna tarea oficial en la campaña, nada más fungí como acompañante.
La propuesta de Valdemar fue que en cada región los secretarios generales se le sumaran a la campaña. Los del norte, pues a andar con él todo el norte; los del sureste andar con él todo el sureste y así. A mí me tocó la suerte que me invitó a todas y pues fui a todas.
No hay que olvidar que el sindicato es nacional, y definitivamente la secretaría general de una sección tiene mucho que ver con el comité nacional, hay una relación muy directa
La secretaría seccional es la que hace el trabajo limpio y también el trabajo sucio…
— Así es.

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