Uno: voces
Mientras Europa busca un fórmula social capaz de compatibilizar crecimiento, globalización y protección social, en el México electoral del 2005, apenas escuchamos algunas ofertas para la salud y la seguridad social.
Andrés Manuel López Obrador “rechazó los intentos de privatización” y se comprometió a dar más apoyos al IMSS. Ofreció, también, garantizar pensiones a todos los trabajadores y mejorar los servicios de salud”3. Agregó que “la salud y la educación no pueden ponerse al mercado como si se tratara de productos, no deben ser un privilegio: es un derecho de todos los mexicanos, vamos a garantizar que nadie padezca”.
Tomás Yarrington, declaró “impulsar la aprobación de las reformas estructurales en materia fiscal, energética, financiera y de pensiones”4.
Y después de una reunión con el PRD, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) -de la cual forma parte el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS)- “perfiló un acuerdo para que esta agrupación apoye a quién resulte electo candidato presidencial para los comicios de 2006”5; acuerdo desmentido por la misma UNT casi inmediatamente6.
Todo esto sucede después de más de cinco años de un patético foxismo “social” que, traicionando la oferta de “cambio”, se empeñó en desbarrancar al IMSS.
Pero Fox sigue dando tumbos: en junio comunicó que su “gobierno” tiene “un compromiso mayor: es indispensable que las tres instituciones emblemáticas de los trabajadores Infonavit, Fonacot e IMSS, estén sanas y fuertes y garanticen los propios servicios que los trabajadores pagan, porque no les hacen un favor”. Y subrayó: “una gran tajada de los recursos del IMSS se van al pago de pensiones y jubilaciones de los propios trabajadores de la institución. Hay que reorganizar y restructurar al IMSS”7. Claro que no explicó el cómo.
Pero también se escucharon otras voces. El secretario de Trabajo,Francisco Salazar, puntualizó que “el gobierno federal endosará la solución al problema del IMSS a la siguiente administración, ya que será difícil concluir una negociación con el sindicato en lo que resta del año. El gobierno no se encargará de juzgar ni a la institución ni al sindicato. La solución no puede ser en un solo golpe. No puede ser una imposición. Tiene que ser negociada. Entendemos que el problema es muy profundo y no se puede resolver con unas pequeñas aspirinas. Tenemos que considerar que las mejores soluciones son las que se hacen gradualmente”8.
Por su parte, León Halkin, presidente de la CONCAMIN y miembro patronal del Consejo Técnico, exigía “remover obstáculos en el IMSS, incluidos algunos involucrados en la negociación, para alcanzar acuerdos y evitar la confrontación en la modificación del Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP). Lo mejor sería que hubiera actores nuevos o revitalizados, asesores nuevos, fórmulas nuevas, buscar una mesa que permita diálogo y no confrontación, porque sentarnos con los actores que ya conocemos en confrontación franca, no nos va a llevar a nada”9.
Resulta pues oportuno examinar las perspectivas de que podrían servirse los 374 mil trabajadores activos y 130 mil jubilados que conforman el SNTSS, teniendo en la mira su futuro Congreso de octubre 2005, las elecciones presidenciales del 2006 y los últimos comunicados zapatistas.
Dos: un Congreso para los congresistas
El XLIV Congreso Nacional Ordinario de octubre 2005 debe ser ganado por los congresistas para los trabajadores, derechohabientes del IMSS y la ciudadanía. No es un Congreso más.
Y sólo se va a ganar para los trabajadores en la medida en que los congresistas sean electos democráticamente en la tradición que tienen las corrientes democratizadoras del sindicato para defender el Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP). Aunque no es lo único: no sólo hay que defender el RJP.
Tres: Levy y sus intereses en la sucesión del CEN del SNTSS
Debe ampliarse la difusión de un hecho presente ante la renovación del Comité Ejecutivo Nacional del SNTSS, la relación con Levy y el Congreso de octubre 2005.
En la perspectiva de la defensa del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), el Congreso debe evitar que triunfe cualquier candidatura para el nuevo CEN que contemple negociar el RJP para llegar al poder.
Hay intereses visibles en el actual CEN -algunos de ellos perfectamente identificados10– que ya están en operación. Son los congresistas, votados en un amplio proceso de elección, los que deben evitar cualquier negociación de esta naturaleza.
El Congreso de octubre 2005 podría, entonces, no resolver ni aprobar nada –más que el incremento salarial histórico que cohesiona a las 37 secciones- y aguardar, con una posición francamente ofensiva, el cambio presidencial de 2006.
Lo que no debe haber es prisa, así como que el SNTSS asuma el discurso apocalíptico fabricado por Levy desde el principio de la administración Fox. Estos funcionarios están por irse.
El Congreso no debe comprometer ninguna posición con ellos y puede aguardar, para exigirles desde ahora compromisos muy precisos, a los funcionarios que designe el nuevo gobierno.
Cuatro: penalizar electoralmente al PRI y al PAN y exigirle compromisos precisos, desde ahora, al candidato del PRD a la presidencia de la República.
En el PRD se resume, hoy, un símbolo relevante para el futuro inmediato de la seguridad social. Es el único partido político que se manifestó en contra de la “reforma” Beltrones-Madrazo-Levy al RJP de los trabajadores del IMSS, la madrugada del 5 de agosto de 2004.
Es cierto que esas manifestaciones no son profundas: son apenas unas cuantas declaraciones generales, pero no por ello dejan de ser valiosas.
En el marco de una seguridad social a la altura del México del Siglo XXI, estos pronunciamientos pueden anticipar una votación de los trabajadores del IMSS a favor de una opción política que supo defenderlos.
Con ello, los trabajadores del IMSS indicarían dos preferencias básicas.
1.- Penalizar directamente al Lic. Roberto Madrazo por haber orientado a la bancada priísta en el Senado de la República (en contubernio con Levy Beltrones), para que se decidiera de manera unilateral esa inútil “reforma” Levy.
2.- Pero el voto a favor del PRD, también penaliza a Fox, cuyo partido seguramente se desplomará en la votación nacional del 2006 -previsiblemente con Creel y el Yunque a la cabeza- y a todos los panistas que han votado irresponsablemente modificaciones a la Ley del IMSS: la más reciente: la de los labriegos; el fraudulento Seguro Popular y los amagos para “reformar” unilateralmente la Ley del ISSSTE.
Ese voto en contra del PRI y del PAN penalizaría, de paso, al funcionariado del foxismo, que en materia de salud y seguridad social se ha dedicado a destruir la red que le heredaron los priístas, aunque simultáneamente perciban salarios insultantes para la mayoría de los trabajadores mexicanos: Levy, González Roaro y Frenk, más de 200 mil pesos mensuales; es decir: cerca de 20 mil dólares, que no gana ni el Presidente de los Estados Unidos. Un auténtico insulto que no sucede en casi ninguna otra administración pública del orbe. Todos ellos resultarían penalizados.
Cinco: dar cuerpo a la convocatoria zapatistas presente en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona conocida como “La Otra Campaña”
Paralelamente, los trabajadores del IMSS podrían promover foros públicos con los trabajadores del campo y la ciudad para evaluar la gestión de la clase política en su conjunto: poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, partidos políticos, opinión pública, intelectuales, medios de comunicación, sindicatos patronales, confederaciones de trabajadores, fundaciones, ONG y grupos de presión, entre otros.
Se evaluaría particularmente a la clase política priísta (desde 1982), la panista (desde 1989) en la materia, destacando la calidad de las “políticas”, diseñadas e instrumentadas así como la identificación por una -verdadera- consulta popular del modelo de país, de salud y seguridad social a que aspiran los mexicanos del siglo XXI.
Se trataría la gestión global de nuestra “clase ecuestre”, como, en su tiempo, llamó atinadamente a la suya Cicerón11, por supuesto desde la “clase de a pié”.
Estos foros y sus resultados rebasarían el horizonte electoral que traza el año 2006 e impactarían directamente sobre los usos y costumbres que privan en esa clase política y sus decisiones.
Seis: exigirle, desde ahora, al candidato del PRD a la presidencia de la República una auditoría integral al IMSS, al ISSSTE y al “Seguro””Popular”
Empujar la candidatura del PRD conllevaría algunas exigencias. De resultar triunfador, el candidato debe instruir inmediatamente que se levanten auditorías integrales a todos los fondos del IMSS, del ISSSTE y del fraudulento “Seguro” “Popular” de Fox y Frenk.
Sería de desearse que para la materia de salud y seguridad social, esa candidatura no recurra a generalidades como la “del combate a la pobreza”,“revisar la edad de jubilación”, “suprimir pensiones a los expresidentes y “mejorar la atención del IMSS y el ISSSTE”12, que no se comprometen con ningún mejoramiento preciso de la política pública.
Como se trata de “pensar” un nuevo país posible para todos, no de parchar la mala obra que sobre él han impuesto los gobiernos tardo-priístas y foxistas, levantar esa auditoría (desde la Auditoria Superior de la Federación), sentaría bases para comprender los determinantes de gestión y toma de decisiones así como aceptar que podrían fincarse responsabilidades legales contra los presuntos responsables del estado actual de las grandes instituciones.
En el IMSS, el actual CEN -tal y como lo acordó resolutivamente el 23 Congreso Extraordinario de 2003- ha dado algunos pasos iniciales. Falta que siga rindiendo cuentas sobre el avance del asunto.
Siete: exigirle, desde ahora, al candidato del PRD un proyecto de país para montar sobre él, el modelo de salud y seguridad social
Lo que se requiere es un proyecto de país viable para todos los mexicanos del Siglo XXI.
Después de ese gran fraude llamado foxismo, no es suficiente aludir sólo a poner en acción la industria de la construcción y defender la energía. Sigue faltando el proyecto global de país y, dentro de él, la propuesta demodelo de salud y seguridad social que debe palpitar a su interior.
Y no hay manera de definir ese modelo, sin la voz y capacidad de decisión del operador principal de ésta política pública: el equipo de salud que conforman médicos, enfermeras, profesiones afines y administradores dignos.
Los que saben de la seguridad social son sus trabajadores y no los tecnócratas a los cuales recurrió el PRI y ahora Fox. Esos trabajadores, que son los que saben, han sido silenciados a lo largo de los últimos 23 años: de Guillermo Soberón a Julio Frenk; de Arsenio Farell a Santiago Levy.
Ocho: exigirle, desde ahora, al candidato del PRD: ¡nunca más un Levy o un González Roaro en la seguridad social! Los nombramientos de directores deberían ser ratificados o revocados por el Congreso de la Unión
Es del todo relevante que esa candidatura honre, por primera vez en la historia reciente, un compromiso para nombrar un director general del IMSS e ISSSTE que estén a la altura de su materia de trabajo. Debe sentar un precedente: que el Poder Ejecutivo no vuelva a atreverse a designar para la tarea a tecnócratas con capacitaciones gerenciales promedio.
De resultar triunfante, esa candidatura debe entregar la gestión moderna de esas nobles instituciones a quienes la hacen posible: a los equipos de salud que son, además, quienes las conocen realmente. Sólo ellos pueden opinar con autoridad sobre los riesgos efectivos de quien presta servicios de salud y seguridad social.
Se trata, en México y en el mundo, de una seria responsabilidad, que suele ser cara, costosa y generalmente deficitaria; una responsabilidad que demanda una imaginación y audacia decisoria que en México han acanallado los directores generales del tardo-priísmo y el foxismo.
Nueve: exigirle, desde ahora, al candidato del PRD crecimiento sostenido de la economía y empleo formal
Resulta fundamental que esta opción estructure una oferta definida, modulada y alcanzable para que México entre en la ruta de un crecimiento económico sostenido, capaz de generar empleo formal en el corto plazo.
Esta es una tarea de la cual abdicaron los tecnócratas salinistas, zedillistas y foxistas (aunque casi todos, priístas), y que se aprecia en el estado de la migración internacional, remesas, y la penuria que padecen las grandes instituciones de la seguridad social para consolidar mejores números de afiliación.
El empleo formal es precondición de cualquier proyecto de país y su consecuente modelo de salud y seguridad social. Sin ella no hay posibilidad de definir ningún modelo. Como las aportaciones al IMSS son tripartitas (o bipartitas en el caso del ISSSTE), si el Estado no promueve ese empleo formal, sólo queda recurrir a aberraciones como PREVENIMSS, la reforma “integral” del ISSSTE o el fraudulento “Seguro” “Popular”. Este último, además de ser un fraude sanitario, incentiva la informalidad.
Diez: el amparo frente a la “reforma” Beltrones-Madrazo-Levy
Después de una primera etapa en la cuál el CEN del SNTSS optó por una ruta casi puramente legal con movilización acotada de los trabajadores, se ha comunicado que el recurso pasa a un tribunal administrativo. Ello implica empezar nuevamente de cero. Ojalá no sea un año perdido.
Por cuanto el CEN ha tomado esta opción preferente legal -a cargo del abogado Arturo Alcalde Justiniani-, sería de desearse que el mismo CEN se obligue a rendir cuentas a sus representados e informe a la sociedad, sobre el saldo de lo litigado hasta ahora y antes del Congreso de octubre 2005, así como el por qué y cómo del siguiente paso que se propone dar13.
Para completar el proceso de rendición de cuentas y mientras se aclara el panorama jurídico por el que se ha optado, el CEN del SNTSS podría comunicar a sus representados y a la sociedad, cuánto han cobrado por sus servicios profesionales -hasta antes del cambio de tribunal-, el equipo de asesores jurídicos sindicales encabezado por Alcalde Justiniani.
Dada la naturaleza controversial de la estrategia asumida por el CEN -que no ha alcanzado unanimidad entre los trabajadores- y por respeto mínimo a aquellos que no la han compartido, podría aguardarse también que,ese equipo de asesores jurídicos, no cobre esos honorarios.
Ojalá que como tal equipo, se honre a si mismo, y en esta misma medida, a los trabajadores de la seguridad social -que les están pagando esos servicios con sus cuotas sindicales-, y done esas percepciones enteras al SNTSS, para que con ellas se financie la divulgación de los Estatutos de la organización14 a las 37 secciones que lo integran.
Once: el Congreso de octubre 2005, las UMAES y la bilateralidad del CCT
Además del incremento salarial histórico que, a partir del pasado Consejo celebrado en abril, establezca el Pliego Petitorio que mandatará a la Comisión Revisora a cargo de la defensa del CCT, el Congreso de octubre 2005 podría empezar a discutir la garrafal “agenda médica” de Santiago Levy y Onofre Muñoz, su Director de Prestaciones Médicas.
Hasta ahora, el CEN del SNTSS ha mantenido un bajo perfil frente a las acciones “médicas” de la actual administración institucional e, incluso, ha divulgado una posición sanitariamente poco ajustada a los hechos respecto a las UMAES: que ellas pudieran resumir una “modernización” o “reforma estructural” del IMSS15.
Estrictamente hablando, la “agenda médica” Levy-Muñoz es un insulto a los derechohabientes, a la ciudadanía y a los trabajadores del Instituto, en este caso particularmente a los médicos y enfermeras.
Con independencia del muy pobre programa preventivo PREVENIMSS y la insultante presencia del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades -antes PROGRESA- al interior de un institución, que como el IMSS, está diseñada para atender daños médicos de alta complejidad, hay dos “estrategias” de Levy, avaladas por Onofre Muñoz, que deben ser remitidas al siguiente tema básico, ¿hasta dónde está funcionando efectivamente el principio de bilateralidad que establece el CCT?
Esas dos “estrategias” son: el así llamado Programa de Mejora de la Medicina Familiar y las Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAES), bajo la responsabilidad del Dr. Héctor Aguirre Gas.
La sola presencia de las UMAES, cuestiona de raíz ese principio de bilateralidad16: no representan “modernización” alguna de la atención médica. Antes al contrario:a través de ellas se organiza un proceso de racionamiento de esa atención en lo que antes se conocía como tercer nivel y que ahora, como UMAE individual, se reduce a un conjunto inconexo e incoherente de hospitales dotados de “autonomía operativa”.
Documentos del Consorcio Hospitalario de Cataluña (CHC) y de la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS, recomiendan abiertamente la instrumentación del “modelo” UMAE y, según Levy, “establecidas en el Reglamento de Organización Interna del IMSS”, ellas ya “se encuentran en fase de implantación, contándose con 20 autorizadas por el Consejo Técnico”.
El IMSS de Levy pagó 20 millones de dólares al CHC por el trabajo. No hay propuesta más pobre, penosa y ofensiva para los médicos y enfermeras mexicanos que esta “visión” de un así llamado “modelo catalán”, adoptada mecánica y acríticamente por Levy, Onofre Muñoz, Beatriz Zurita y Aguirre Gas.
En su nuez, las recomendaciones del CHC “devuelven” el presupuesto histórico a lo que antes era el tercer nivel, nombran un director por UMAE con un salario varias veces superior y un grupo de apoyo con un salario también superior, mientras los equipos de salud: médicos y enfermeras, se quedan con el mismo salario, sin infraestructura, con desabasto y una demanda de atención acrecida.
Sin embargo, la responsabilidad “financiera” de la UMAE recae en todos: en el director, su grupo cercano y los médicos de base “gestores”, así como en las enfermeras que, con el “genial” modelo UMAE, ahora son corresponsables de la salud “financiera” del hospital.
¿Y cómo van a ser corresponsables? La propuesta de Beatriz Zurita -desde la Coordinación de Planeación y Desarrollo en la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS- es sencillamente cínica: dosificar la atención, “gestionarla” a través del control de la “variabilidad de la práctica clínica”. Todo médico sabe que eso es clínicamente imposible.
De tal suerte que la propia estructura diseñada para las UMAES, induce a que los médicos y enfermeras propendan a atender sólo lo que pueden17: es decir, “paquetes” ajustados a la “variabilidad clínica” del antiguo tercer nivel de atención y no a la patología que está enfermando y matando a los mexicanos.
Todo esto sucede, cuando en 1999 se reportó en México el fallecimiento de 443, 950 personas. Aproximadamente la mitad de ellas, el 52.1 por ciento se debieron a las siguientes cinco causas: enfermedades del corazón (isquémicas e infarto agudo al miocardio), tumores malignos (órganos digestivos: estómago, hígado y vías biliares así como órganos genitourinarios: cuello del útero y próstata), diabetes melittus, accidentes (de tráfico) o enfermedades del hígado (alcoholismo y hepatitis).
Esta estructura que, además contempla cobros y “acuerdos de gestión”, representa un franco incentivo a la corrupción y mercantilización de los servicios, por no mencionar siquiera el desplome en los niveles de calidad y resolutividad médica.
¿Es esto una “modernización” como sostiene el CEN del SNTSS? Con el “modelo” Levy-Muñoz-Zurita-Aguirre Gas, no hay mejora alguna para los derechohabientes: los pacientes siguen siendo “cosas” mal atendidas. La única ventaja es para los pacientes privados que, por supuesto, son bienvenidos: para ellos “aparecen” todos los recursos, aunque sus pagos no ingresen al nuevo esquema de “salud financiera de la UMAE”. Su dinero se reparte entre las mafias que controlan los servicios dentro de la UMAE. Ahora, con Levy, esos servicios “se venden”.
Levy y el gobierno de Fox no han hecho nada por mejorar la atención médica que recibieron de Zedillo y el último PRI. Todo está mucho peor. Los trabajadores del IMSS saben que la situación en las actuales UMAES ya es muy crítica. Pero tienen temor, porque la estructura UMAE, tan salta por sobre la bilateralidad, que ahora puede despedirlos.
A las piezas del Banco Mundial; los trabajos de Funsalud, los informes de la OMS y de la OCDE, hoy día hay que agregarles el “modelo catalán”. El CHC aporta algo que no se había atrevido a decir todavía nadie: que el médico se vuelva un ente “gestor”, que renuncie al principio amplio y experiencial, casuístico, único, de la práctica médica. En una palabra: que renuncie al extraordinario arsenal del encuentro médico paciente y a la correspondiente atención, en aras de mantener el equilibrio “financiero” de la UMAE. Esta “propuesta” del CHC y de Beatriz Zurita es un insulto a la tradición sanitaria mexicana.
Finalmente, cabe patentizar que la lógica global del bien público que constituye cualquier Centro Médico Nacional, no cabe en el modelo UMAE: ¿quién se hará cargo de sus áreas comunes y la operación como un todo?
Mientras los focos del “debate” sobre la seguridad social se han orientado hacia la situación del RJP y su defensa, las agresiones de Levy-Muñoz-Zurita y Aguirre Gas a la materia propiamente medica que constituye la columna vertebral del IMSS (y que concentra, afortunadamente, el grueso del gasto de operación), han avanzado de manera soterrada.
El Congreso de octubre 2005, puede empezar a discutir esta ridícula “agenda médica”.
Ningún país democrático con políticas responsables de salud y seguridad social, deja las grandes decisiones estratégicas de esta arena en las torpes manos de funcionarios incompetentes, apenas dotados de una mediana formación “financiera” y pretendidamente “gerencial”.
El Congreso de octubre 2005, puede empezar a poner las cosas en su lugar.
Doce: el Contrato Colectivo de Trabajo se defiende con una propuesta sindical modernizada, democrática que informe y movilice
¿Qué han aprendido los trabajadores del IMSS en la defensa de su Contrato Colectivo durante el foxismo? Han aprendido que cuando hay adecuada y correcta información de sus representantes, solo la movilización pesa para detener a los “gerentes sociales” priístas designados por Fox para “reformar” las Instituciones en que se desempeñan.
En estos cinco oscuros años de maquillaje sanitario, fabricación de consensos apocalípticos y mentiras sobre el “cambio”, los trabajadores han ganado la certeza de que:
1) quienes aspiren a conducir los destinos futuros del SNTSS deben modernizar la propuesta sindical en consonancia con la materia de trabajo: la atención médica. Ojalá la seguridad social mexicana ofreciera un horizonte más amplio de protección social. Mientras tanto, lo que sí brinda es atención médica. Los candidatos a conducir al SNTSS deben partir de ella.
2) Los procesos estatutarios deben dilatar la representación democrática de los trabajadores de acuerdo con esa materia de trabajo, para que con esa representación, ellos mismos deliberen y tomen las decisiones sindicales.
Hoy día el proceso de toma de decisiones se concentra básicamente en un CEN que acuerda sobre la base de consensos entre los secretarios de las 37 secciones que integran al SNTSS y donde la gran mayoría de los trabajadores tienen una participación acotada.
3) La representación democrática se puede dilatar actualizando los profesiogramas con que ya dispone el CCT. Por ejemplo, la rama médica y de enfermería así como las profesiones afines, tienen casi todo que decir. Su presencia estratégica sería más que deseable para una agrupación que reúne 374 mil trabajadores activos y 130 mil jubilados y pensionados que prestan servicios de seguridad social.
En síntesis, los trabajadores han aprendido que la modernización de la propuesta sindical pasa por la actualización de la materia de trabajo y la dilatación de su representación democrática.
Estos aprendizajes que han surgido de ese incoherente marco llamado foxismo, patentizan la urgencia de profundizar el debate estatutario. Estos aprendizajes están ya siendo empujados por diferentes secciones frente al Congreso de Octubre de 2005. ¡Enhorabuena!
Con la mejora del servicio como arma, sólo esa representación será capaz de detener las campañas de desprestigio que ha enderezado el foxismo sobre los trabajadores que operan,hacen posible y prestan seguridad social.
Julio, 2005
– – – – – – – – – – –
1 Una versión más amplia de este trabajo puede encontrarse en Trabajadores, núm 49, agosto-septiembre, 2005, Revista de la Universidad Obrera de México, D.F.
2 Universidad Autónoma Metropolitana – Xochimilco.
3 Reforma, 19 de junio, 2005.
4 Reforma, 23 de junio, 2005.
5 La Jornada, 8 de junio, 2005.
6 Milenio Diario, 10 de junio, 2005.
7 La Jornada, 9 de junio, 2005.
8 El Economista, 4 de julio, 2005.
9 El Economista, 8 de julio, 2005.
10 Imagen Médica (2005), “La sucia sucesión. Fernando Rocha se juega todo”, 21 de abril
11 Cicerón (2000), Discursos I, Verrinas, Biblioteca Básica Gredos, Madrid
12 Todas ellas presentadas por el Lic. Andrés Manuel López Obrador el 17 de julio como parte de los llamados 50 Compromisos.
13 Hasta ahora, el Dr. Vega Galina, secretario general del SNTSS, sólo ha expresado que “ni el sobreseimiento del juzgado laboral en relación con el amparo interpuesto en contra de las Reformas a la Ley del Seguro Social en sus artículos 277D y 286K, determinan de ninguna manera que el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) ha sido derrotado en su lucha por defender los intereses contractuales de sus agremiados. Significa simple y llanamente, que el juzgado de lo laboral se declara incompetente para resolver sobre el asunto y, en consecuencia, turna el expediente a un juzgado de lo administrativo, bajo el argumento de que ‘la Ley del Seguro Social no es de carácter laboral sino administrativo’. En este sentido, el juicio se traslada de un tribunal a otro para su resolución sin que el SNTSS desista de emplear los distintos recursos jurídicos a su favor, para defender los intereses de los trabajadores…Por lo que mantendremos informados a los trabajadores y a la opinión pública sobre el desarrollo de los hechos”, (negritas en el original) La Jornada, 23 de mayo, 2005.
14 Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) (1992) Estatutos 1993, Secretaría de Prensa, México, D.F.
15 Al comunicar los Resolutivos del LIX Consejo Nacional Ordinario, la “lista de asistencia al LIX Consejo Nacional Ordinario” comunicó que: “5. No nos oponemos a la modernización del IMSS ni a sus reformas estructurales, como las UMAES, pero para que éstas funcionen debe acordarse con el Sindicato y evitar la posible afectación a lo pactado en el Contrato Colectivo de Trabajo y sus Reglamentos, para que no se viole la bilateralidad que es obligatoria, porque en caso contrario recurriremos a los medios legales necesarios para corregir esas violaciones, por considerarlos actos arbitrarios de la administración del IMSS en detrimento de la armonía laboral que debe existir, ya que el funcionamiento de esas nuevas estructuras se deben apegar escrupulosamente a lo previsto en el Contrato Colectivo de Trabajo y sus Reglamentos”, La Jornada, 19 de abril, 2005.
16 Lo mismo habría que decir del así llamado Sistema Institucional de Afiliación, Recaudación y Fiscalización del IMSS (SIAREFI), cuya principal responsabilidad recae en manos del Lic. Alvarado, Director de Afiliación y Cobranza del IMSS-Levy.
17 ¿Una prueba más? El pasado 10 de junio de 2005, el Dr. Felipe Robledo Ogazón, Jefe de la División de Cirugía I del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional, Instiuto Mexicano del Seguro Social giró el siguiente Memorando Interno dirigido a los Jefes de Servicio de Gastrocirugía, Angiología, Neurocirugía, Anestesiología, Quirófanos, Urología y Oftalmología: “Debido a que el abasto de insumos y algunos medicamentos se ha visto retrazado por causa de adjudicación y licitación, y que estos se regularizarán en un lapso de alrededor de 4 a 6 semanas. Se solicita de ustedes el disminuir las cirugías electivas e ingresos hospitalarios con el fin de no tener problemas en la atención a los derechohabientes. Sin más por el momento recibam un cordial saludo”. La redacción corresponde a la copia del original.