La guerra de los medicamentos
González Torres se prepara para el segundo round

Karina Ortiz García
9 de mayo de 2003

El pasado 28 de abril, la Cámara de Diputados eliminó toda posibilidad al grupo “Por un País Mejor” de poder elaborar medicamentos para Sida y cáncer, al menos, por unos meses más.
La reforma al artículo 77 de la Ley de Propiedad Industrial finalmente estableció que la posible elaboración de los medicamentos queda sujeta a que sean “causa de emergencia o atenten contra la seguridad nacional” y, por si fuera poco, quedó amarrada y dependiente del criterio del sospechoso Consejo de Salubridad General.
Por el momento, el poderoso grupo empresarial dirigido por Víctor González Torres perdió la primera batalla frente a una siniestra conjugación de las aun más poderosas trasnacionales con el gobierno federal.
Pero la historia todavía no está escrita, la guerra de poder continúa.
Esta se da ante el vacío, el abandono interesado del gobierno federal por ejercer cualquier política de control sobre los medicamentos, sobre todo de los precios. En un largo período de desplegados en la prensa nacional, ambas partes abrieron la ofensiva cada quien con sus respectivas razones.
Por un lado, las trasnacionales, apoyadas por el gobierno y algunos “analistas”, advirtieron de los riegos de “frenar” la investigación farmacéutica, pero olvidaron mencionar sus ganancias y los estratosféricos precios a los que venden sus productos; eso sí, acusaron que la “familia” González Torres sólo pretendían “incrementar” sus ganancias a “costa” de los enfermos.
Y no es todo, las trasnacionales, los “ángeles” de la salud de los mexicanos, amenazaron con “retirase” del país y de llevarse los millones que según invierten en México. De risa, pues.
Por otro lado, Víctor González Torres abrió el frente cuando mantenía y mantiene una guerra añeja “para terminar con la corrupción en el IMSS”. Algunos de los desplegados de su grupo sugirieron que algunos diputados fueron tocados por la corrupción.
Silvia Álvarez Bruneliere, presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología se puso el saco y trató en el último momento de “limpiar” su nombre. No pudo, aun cuando amenazó con demandar a los “responsables”.
Eso sí, utilizando recursos públicos, en desplegados en la prensa nacional, sus compañeros de partido y algunos otros diputados le brindaron solidaridad.
Lo cierto es que el PAN no recurrió a los argumentos, sino a la aplanadora junto con algunos diputados del PRI, y que, por ese sólo hecho, la actuación de la Comisión y de la bancada panista está bajo la sospecha.

LO QUE SIGUE

La iniciativa de la reforma al 77 fue turnada por la Cámara de Diputados a la de Senadores, en donde se dará la segunda batalla.
Víctor González Torres dice que confía en la conciencia “nacionalista” de los senadores y en el buen juicio que han mostrado a favor de los “pobres enfermos de Sida y cáncer”. Considera “jarabe de pico” las amenazas de Álvarez Bruneliere y confiesa sentirse “contento” y en espera de la supuesta demanda. “Que lo cumpla”, reta.
Y sobre la única sospecha y acusación en su contra, Gonzalez Torres suelta: “se me ha atacado mucho que esto es para beneficio mío y de mi familia, pero ganar dinero no es un pecado”.
Eso, agrega, “es una tontería, y me gustó mucho ese ataque, porque el que piensa que si vender 10 veces más barato y aparte ganar dinero es malo, tiene muy pocos argumentos”.
No quieren ver, sostiene, “que en el fondo hay un beneficio para el país, para los enfermos de Sida y cáncer, y para las instituciones del gobierno”, porque concluye, “todo se va a abaratar”.
Y mientras el segundo round -para septiembre en el Senado- se llega, González Torres se encauza de lleno a la que dice es por ahora su “máxima” preocupación: “la Cruzada Contra la Corrupción del Seguro Social, que está afectando a 40 millones de mexicanos”.
Para ello, se ha cambiado el nombre de la “Cruzada Nacional en Defensa de los Enfermos de Sida y Cáncer, por el de “Cruzada Nacional por la Salud para Todos”, que tiene por objeto “abaratar” los sistemas de salud; “quitar” la corrupción en el sector público y privado; y “quitar” la corrupción del IMSS.
Como primera medida se anuncia y convoca a una “manifestación pública” a las 5 de la tarde del próximo 21 de mayo, frente a las instalaciones del IMSS en Reforma.
De acuerdo con la información que se difunde de manera masiva, se exige a Santiago Levy que “quite y castigue” a los culpables del criminal desabasto, que según una encuesta de la Universidad de Guadalajara, es de 29 por ciento en el Distrito Federal y de 52 por ciento en Guadalajara.
Ya no podemos esperar, acusa González Torres, “en el IMSS están matando gente, ya no hablamos de corrupción, hablamos de asesinatos, y eso se tiene que quitar”.
Lamenta: “el presidente Fox no ha entendido que eso es lo más grave que hay ahorita en el país”.

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