Roberto Vega Galina pierde liderazgo
Juega con fuego y se quema

Valentín Cardona
21 de mayo de 2003

 

La mañana de ayer, 20 de mayo, Roberto Vega Galina, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) convocó a una sorpresiva y matutina conferencia de prensa.
Y es que en la mayoría de los diarios de circulación nacional, el Movimiento Nacional Anticorrupción (MNA) hizo publicar desplegados en el que aclaran que la manifestación convocada para el día de hoy a las cinco de la tarde -del Ángel de la Independencia a las oficinas del IMSS en Reforma- en contra de la grave corrupción en el IMSS “no es en contra de la Institución, la cual tiene nuestro respeto y admiración…”
Tampoco, cita el desplegado, “en contra del personal sindicalizado que labora, y que al igual nos merece todo nuestro respeto; por lo que también, invitamos a todos los trabajadores del Instituto a sumarse a esta lucha justa.”
La reacción de Vega Galina no fue para menos, pues aprovechando el descontento de los trabajadores del IMSS y ante la falta de definición de su líder, el MNA aplicó el madruguete e invitó a los trabajadores a sumarse a su lucha.
Para colmo de Vega Galina, en el desplegado se acompañan dos fotografías en donde los trabajadores se disculpan ante los derechohabientes: “Estimado derechohabiente: la falta de medicamentos y material de curación no es culpa de los trabajadores, es responsabilidad de las autoridades del IMSS”, dicen.
Y como remate, el pie de foto reza: “Estos testimonios gráficos, fueron captados en el Centro Médico “La Raza”, donde se puede apreciar la denuncia que hacen los propios trabajadores, quienes también son víctimas del desabasto de medicamentos, producto de la tan citada corrupción.”
Y es cierto, las respuestas tardías de Vega Galina a sus bases, ya dieron muestras de que ha sido rebasado, un caso es el del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”, en donde los trabajadores de la sección 34 mostraron “indisciplina” y rebasaron a sus representantes. Días después, los inconformes fueron “alineados”.
Por si faltara algo, el primero de mayo, unos 20 mil trabajadores del IMSS enarbolaron como principal demanda el abasto de insumos y medicamentos, y culparon del desabasto, de manera contundente, a “las autoridades del IMSS”.
Pero Vega Galina permaneció impasible, a pesar de la forma respetuosa en que sus bases le hicieron el reclamo. Caro pagó el desprecio. El 20 de mayo de 2003 quedará inscrito como el día en que Vega Galina perdió el liderazgo. Lo cierto es que miles de trabajadores del IMSS podrían ver en el MNA a un representante, al menos, de una de sus demandas más sentidas.
A falta de visión política, y al igual que “las autoridades del IMSS”, Vega Galina dijo que los trabajadores del IMSS “no estaban” con el MNA, y pidió al MNA “pruebas” de la presunta corrupción que acusan existe en el IMSS. La respuesta del Movimiento fue simple: “si hay desabasto, hay corrupción”.

VEGA LO SABÍA

Cuatro horas después del arrebato de Vega Galina, se realizó la conferencia de prensa del “Grupo Por un País Mejor” -al que pertenece el MNA-, y de inmediato surgieron las preguntas de una veintena de reporteros relacionadas con la posición del decaído líder sindical. Víctor García Lizama, vicepresidente del Grupo, respondió todas las preguntas correspondientes a la posición del líder sindical.
— Hoy en la mañana, en respuesta a las declaraciones de ayer, el líder del SNTSS desmentía que los mismos trabajadores del IMSS pusieran esta denuncia contra el Seguro Social a pesar de las pruebas, y nuevamente llama al movimiento a presentar pruebas…
— Yo he estado en contacto telefónico con el doctor Vega, y él no me ha dicho nada de lo que usted me dice que el día de hoy dijo, y que seguramente dijo. Entonces, cuando él nos diga alguna cosa, pues le diremos lo que corresponda decirle.
Pero inclusive hace dos días hablé por teléfono con él, y quedó de comunicarse conmigo el día de hoy, estoy en espera de que lo haga, porque en efecto, dentro de los propios trabajadores sindicalizados hay una gran manifestación en el sentido de que ellos no son culpables de la mala atención que tuvieran los derechohabientes, que esto se debe a falta de insumos de tipo médico, y desde luego de medicinas.
O sea, yo ahorita me mantengo en la misma posición de diálogo con el doctor Vega. En el desplegado que se publicó el día de hoy, en el punto cuarto, se hace un reconocimiento del Seguro Social como una institución de la República que ha traído enormes beneficios al pueblo de México, y a los trabajadores sindicalizados que merecen igualmente nuestro respeto, y se les invita también a sumarse.
Si Roberto, de antier para hoy ha cambiado de opinión, pues bueno, no me lo ha dicho a mí, y en tal virtud, yo no voy a hacer comentarios respecto a lo que él no me ha platicado.
— ¿Pero sí les ha manifestado apoyo a la manifestación?
— Pues mostró simpatía. En la llamada telefónica que yo tuve con él el viernes, el doctor Vega me mostró simpatía para el evento que estamos realizando. Me dijo que él no podía decidir sólo sobre participar o no participar, que el día de hoy tendría una reunión estatutaria, que ahí lo plantearía y que finalmente se comunicaría con nosotros para decirnos si podían participar activamente o no.
En realidad ha habido un buen diálogo, y sí, desde luego nos pidió que de nuestras denuncias de corrupción en el Seguro Social, que hiciéramos a un lado a los trabajadores sindicalizados, porque señalaba el doctor Vega que ellos no tienen que ver nada en estas cuestiones: ni en la venta de los medicamentos en los tianguis, ni cosa por el estilo.
— ¿Ustedes se quedan conformes con esta posición?
— Claro que nos quedamos conformes con esta posición de diálogo con el doctor Vega, y en espera de que nos diga si va a participar o no va a participar.
— ¿Están de acuerdo en que los trabajadores sindicalizados no tienen que ver nada con la corrupción?

— Pues nosotros no tenemos pruebas de que los trabajadores sindicalizados tengan que ver con la corrupción y si su dirigente nos dice que no tienen que ver con la corrupción, nosotros no tenemos porque contradecir al dirigente en tanto no tuviéramos elementos para decirlo.
Y si por otro lado vemos que los propios trabajadores sindicalizados han puesto en muchos de los hospitales del Seguro Social sus mantas advirtiendo a los derechohabientes que ellos son ajenos a este problema y que se sienten apenados, avergonzados del servicio debido a estas cuestiones que ellos mismos han señalado -la falta de medicamentos y la falta de insumos-, para prestar el mejor servicio, pues no tenemos por qué dudar de lo que está diciendo.

SE QUITA O SE QUITA

Víctor González Torres, presidente del Grupo, dijo en la conferencia que es muy “fácil” quitar la corrupción en el Seguro Social, para él, la fórmula es simple: “que quiten a las distribuidoras y que compren a los laboratorios”, con eso, aseguró, “se acaba la corrupción y se arregla el Seguro Social”.
El pueblo, refirió González Torres, “es el juez supremo y es la víctima”, entonces, agregó, “es él el que tiene que denunciar, por eso se recurre a una manifestación pública.” Luego, preguntó, ¿a quién afecta más la corrupción?, y él mismo contestó: al derechoahabiente.
Explicó:
“ El pueblo se va a manifestar porque él es el que tiene que decir por qué no me dan mi medicamento si pago mi Seguro; me quitan de mi salario y no me dan medicinas. Ahí hay una terrible injusticia y el pueblo está demandando justicia.
Aclaró:
“ Similares tiene un potencial de venta tan grande, que no necesita venderle al Seguro, yo llevo 10 años en este combate, es cosa idealista. Yo no niego que en un país honesto, a las empresas honestas nos va a convenir, porque hay legalidad; pero en un país corrupto, los corruptos se benefician. ¡Nosotros no somos corruptos!, por eso queremos un país honesto.
— Si estamos hablando que esta es una institución donde la corrupción ha permeado por todas sus áreas, ¿por qué exonerar de primera instancia a los trabajadores sindicalizados? Se le preguntó.
— Ellos no tienen vela en las compras, las compras no las hacen ellos. La gran corrupción es la forma de comprar, ahí son los miles de millones, yo no puedo acusar a nadie si no tengo los elementos, acusé a los corruptos del Seguro porque en el Seguro hay corrupción, ¿por qué?, porque están comprando al que vende caro.
El pueblo, repitió González Torres, es el “juez supremo” y hay 40 millones de mexicanos que saben que la corrupción en el Seguro es imparable. La gente, abundó, tenía miedo a hablar, pero cuando empiece a hablar ¡cuidado!, porque aquí se ha afectado severamente a millones de mexicanos, se ha matado gente por falta de medicamentos y, cuando esto explote mañana, ¡va a ser imparable!, va a salir todo lo malo que hay, porque esto no lo digo yo, lo dicen los derechohabientes.
Y acusó: “La gente se queja, habla por teléfono y dice que hay un desabasto brutal. Cuando hay desabasto, hay corrupción. Tanto desabasto no es normal, el Seguro es una empresa tan desorganizada, que se roban las cosas y se encuentran en tianguis, ¡todo es desorden! ¿Por qué hay desorden? Porque la corrupción y el desorden van siempre juntos: son hermanitos.
— Ayer ustedes dijeron que el Seguro les ofreció comprarles tres veces más de medicamentos…
— Nos quiso comprar algunas partidas más, pero obviamente lo mandamos a volar, somos gente de palabra
— ¿Quiénes le ofrecieron?
— Me dijeron en la junta de compras -los gerentes del norte- que nos querían comprar mucho más, les dije: por supuesto que nones, no somos de utilería. Ya tenemos suficiente, no necesitamos más dinero, no han entendido que lo que queremos es ayudar al país.
Finalmente, concluyó González Torres: “nosotros tenemos un sólo fin: se quita la corrupción del Seguro o se quita, ¡a lo que cueste! Se quita o se quita”.
Pero otra pregunta prolongó la conferencia:
— ¿La solución sería quitar a Santiago Levy?
— No es la solución, la solución es quitar a las distribuidoras. Eso lo platicaba hace rato con Ricardo García Sainz y opinamos igual: quitar a las distribuidoras que son la fuente de corrupción; quitar a los corruptos y castigarlos; quitar a Fármacos, investigarlos y hacerles una auditoría fiscal seria y severa, y ahí sale todo de cómo dieron el dinero.
Por eso, concluyó, “el Congreso sí los va a investigar, porque es una demanda del pueblo, yo no creo en la Contraloría, para mí es una fórmula inventada para proteger. El pueblo, unido, jamás será vencido.”

LOS OTROS ERRORES

En semanas y días pasados, se ha denunciado en televisión, radio y prensa escrita, el robo de medicamentos de hospitales del IMSS y su venta discrecional en “tianguis” de diversos rumbos de la ciudad de México y la zona conurbada. En esos delitos se ha hecho referencia a que en la comisión de los ilícitos se ha contado con la participación activa de “trabajadores” del Instituto, pero Vega Galina nunca salió en defensa de sus agremiados al menos para reclamar la “generalización”.
Además, tampoco ha aclarado que si bien es cierto que el robo hormiga es millonario, no es la causa fundamental del desabasto, menos, que el propio Instituto reconoce que el problema del desabasto no es por falta de recursos, y que, sin embargo, la explicación convincente permanece bajo el sospechoso silencio.
Por si fuera poco, no ha hecho pronunciamiento alguno sobre el “ultimátum” que a manera de burla hiciera Vicente Fox a Julio Frenk Mora, Santiago Levy Algazi y Benjamín González Roaro para resolver “ya” el problema del desabasto, y que de forma por demás grotesca los tres gerentes de la salud prorratearon hasta fin de año, y eso, al “90” por ciento. Silencio cómplice, a secas.
Lo cierto es que en la rueda de prensa, González Torres fue cuestionado por los periodistas con agudeza lógica sobre la participación de los trabajadores en el robo de medicamentos y su posible relación con el desabasto. Hábil, González Torres los defendió: “no tenemos evidencias”, remarcó. Y más aun, los justificó: “el Seguro Social es una empresa tan desorganizada, que se roban las cosas y se encuentran en tianguis. ¡Todo es desorden! ¿Por qué hay desorden? Porque la corrupción y el desorden van siempre juntos: son hermanitos”.
“ Ellos -los trabajadores- no tienen vela en las compras”, remachó.
Como cierto es también que Vega Galina tal vez aprenda que no se puede ser líder portando una camiseta con el logotipo del Sindicato en el frente, y la fotografía de Levy en la espalda, pues cuando los trabajadores pierden el miedo y hablan, ¡cuidado!

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