Alonso Raya:
“El seguro popular es un fracaso”
La seguridad social, asunto sumamente delicado

Jani Luna González
3 de Octubre de 2003

Agustín Miguel Alonso Raya es diputado federal por representación proporcional y quien encabezará, los próximos tres años, la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, con éste, suma el PRD tres períodos consecutivos al frente de la Comisión.
Alonso Raya forma también parte del Comité Nacional del Sindicato de Maestros, y es el dirigente del Movimiento Democrático Nuevo Sindicalismo. “Soy de la parte disidente que está dentro de la estructura del sindicato, hay algunos que pelean de fuera y hay algunos que peleamos desde dentro”, dice en entrevista con Imagen Médica.
¿Cuáles son los retos que ha visto usted que enfrenta la Comisión de Seguridad Social?
— Enormes retos. Discutir, reflexionar y analizar la conveniencia de elaborar y de proponer a esta Cámara una Ley de la Seguridad Social, que unifique y que profundice en su conceptualización, que unifique los sistemas de salud y, sobre todo, que garantice el pleno acceso a este derecho a todos los mexicanos.
Que revise el asunto de la pensión universal, el seguro del desempleo; que revise de fondo las actuales pensiones que tienen tanto el ISSSTE como el Seguro Social y las causas por las cuales se han vuelto deficitarios los fondos de pensiones en una y en otra institución. O sea, cuáles fueron las causas; que profundice en la cuestión del diagnóstico y evidentemente que localice las propuestas que permitan encontrarle una salida estructural y de fondo al asunto de las pensiones.
Han habido fuertes críticas al interior del PRD sobre el papel que han desempeñado en las últimas dos legislaturas al frente de la Comisión de Seguridad Social, en cuanto a que en este tiempo se han deteriorado más las instituciones de seguridad social.
— No ha sido problema de la Comisión, el deterioro de las instituciones está íntimamente vinculado al esquema presupuestal y a la concepción que debe jugar el Estado. Es decir, en Europa en lo general, particularmente en el caso de los países nórdicos, se cobran altos impuestos, pero al mismo tiempo se tienen calidad en servicios como educación salud y pensiones.
Aquí el problema es qué queremos y cómo lo queremos, y el debate de las pensiones no está en el sistema de las pensiones mismas, está en el asunto de los ingresos y en el asunto de hacia donde los egresos y para qué. Entonces, ¿qué hacemos con el ISSSTE?, porque no solamente está en problemas con las pensiones, está deteriorado, está en la inanición y está en franca crisis en los servicios médicos.
¿Cómo ve al seguro popular?
— El seguro popular es un absoluto fracaso, y no porque yo lo quiera. ¿Por qué razón?, porque el seguro popular debiera apuntar, en todo caso, a lo que debiera ser como un proceso. El problema es que si los derechohabientes, los que cotizan, no tienen acceso a la medicina, tienen servicios de pésima calidad, tienen que andar llevando agua, papel, gasas y medicamentos, bueno, los no cotizantes ni siquiera son atendidos en las clínicas, es decir no hay ninguna capacidad, es demagógico un planteamiento de esa naturaleza sin recursos.
Lo ideal sería que fuese exigible y atendible para todo mundo el acceso pleno a los servicios de salud, el problema que eso implica es modernizar el conjunto de la infraestructura, ampliar las plazas de los médicos, meter más camas en promedio por habitante, etcétera. Y eso es lo que no tienen las instituciones, eso tendría que llevarnos a la unificación plena, en conjunto, de los servicios de salud y eso tampoco está, porque evidentemente que gastas más al tenerlos en destacamentos distintos.
¿Por parte del PRD tienen contemplado meter algún punto de acuerdo o iniciativa para echar atrás este seguro popular que ya fue aprobado por la legislatura pasada?
— Vamos a revisarlo bien, de fondo en la Comisión. Lo que me gustaría, más bien, es que sea producto de la discusión de la Comisión y que se fije una postura. El PRD lo que piensa es que el seguro popular es una propuesta y es una política demagógica, porque no tiene recursos detrás, no tiene respaldo y porque no está funcionando en la práctica.
Es decir, a los médicos los obligan a que den cada día más consultas para efectos de su record y poder otorgar más dinero a tal o cual clínica, pero eso va en demérito del servicio, es como decir haz más con lo mismo que te pago, con la esperanza de que algún día lleguen recursos aquí a tu clínica. Lo único que estás haciendo es deteriorar más el servicio médico, para los propios derechohabientes y cotizantes, entonces, eso no responde.
¿Tienen contemplado citar a comparecer al doctor Levy y a González Roaro?
— Indiscutiblemente a todos, y al propio Frenk si es necesario, en coordinación con la Comisión de Salud.
¿Cuándo empiezan a coordinarse como Comisión?
— Bueno, primero tenemos que acelerar la instalación de la Comisión, porque no nos han entregado, desgraciadamente, ni siquiera las oficinas. Por mí, ojalá se pueda la próxima semana, para proceder a la discusión inmediata de toda esta serie de problemas y a establecer la agenda y, sobre esa base, abrir los temas, los debates, y establecer comisiones que agilicen el trabajo, no tenemos por qué darle muchas largas.
Se prevé lo que los trabajadores y líderes sindicales llaman la embestida neoliberal en el ISSSTE ya muy próximamente. ¿Está preparada la Comisión para empezar a recibir las propuestas de reforma al ISSSTE, las nuevas de reforma al IMSS y todo lo demás que se anuncia para este año?
— A reserva de lo que ya la Comisión como tal en pleno acuerde, mi idea es abrir una audiencia ordenada y, sobre todo, a que tengamos y trabajemos mucho con expertos, con técnicos, para revisar de fondo, y con comparativos internacionales establecer qué es lo que está pasando. Aquí el problema es que el gobierno se empeña mucho en imponerte una visión que plantean fundamentalmente los organismos financieros internacionales que no necesariamente es la más adecuada, no necesariamente es el camino.
Yo creo que todos estamos de acuerdo en que hay que hacer una reforma, pero hagámosla de acuerdo a las condiciones del país, sobre la base de nuestra realidad y a partir de los intereses de este país, de estos trabajadores y de estos empresarios de los mexicanos.
O sea, busquémosle una salida, busquémosle una perspectiva que contribuya al crecimiento, que contribuya a un México mucho más productivo, en ese sentido estaremos abiertos a discutir, a dialogar, a reflexionar, a escuchar diferentes propuestas; pero también, a encontrar caminos que no necesariamente nos subordinen ni nos aten a las propuestas del consenso de Washington.
¿O sea que en su Comisión sí va a haber apertura real a hablar con expertos y críticos de la seguridad social y todas la ramas que incluye?
— Totalmente. Es un asunto sumamente delicado, de tal nivel de sensibilidad y de incertidumbre para tanta gente, que un tratamiento equivocado puede llevarnos a una conflagración social fuerte.
No se nos olvide el caso -que cuando menos yo lo tengo muy presente- de Nuevo León, cuando se hizo la reforma y se dio el albazo al caso del ISSSTE-León, la gente salió a la calle y nunca la pararon hasta que no se echó la reforma atrás. Nosotros no queremos, cuando menos yo, no queremos generar o contribuir a generar una problemática y una conflictiva social, que a todos nos involucre y a todos nos interpele y cuestione.
El problema es más bien cómo encauzar responsablemente, y eso se da dialogando, abriendo la Comisión, escuchando a todo mundo y buscando razones y fundamentos que nos permitan encontrar otros caminos para una reforma a la mexicana; que concilie los intereses de los trabajadores, de los empresarios y, sobre todo, los de la nación.

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