La pudrición del ISSSTE Jani Luna González La tarde del 23 de septiembre último, Roselli Reyes Cuevas llegó al hospital del ISSSTE Gonzalo Castañeda, iba ya con labor de parto. Paradójicamente, ese día se dieron a conocer las muertes de bebés en el Hospital Regional 1º de Octubre, también del ISSSTE, a causa, se dijo, de “infecciones nosocomiales”.
Pero mucho antes, el 18 de agosto, el director del Gonzalo Castañeda decidió cerrar las áreas de quirófanos y partos bajo el absurdo pretexto de someterlas a “remodelación”, según esto, “para otorgar un mejor servicio” se leía en anuncios escritos sobre papel y pegados al por mayor en las puertas de entrada. Con la medida se demostró el desprecio a los derechohabientes, pues desde entonces, los “médicos” se dedicaron a despachar a los enfermos a sus casas y, en el mejor de los casos, a los hospitales “más cercanos” a sus domicilios. El término de los trabajos de remodelación, se advertía en los panfletos pegados, sería el 18 de septiembre, pero cuando llegó Roselli, cinco días después de la fecha prometida, no habían concluido. La sala de estar para los enfermos estaba repleta, y muchos salían solos o acompañados por sus parientes a buscar otro hospital para su atención. Habían sido “bateados” así nomás, como si fueran perros. Cuando Roselli ingresó a consulta, explicó al médico que la atendió sus síntomas, éste, insensible, le dijo que empezaba la labor de parto, misma que podría tardar horas, incluso, días. Le indicó que se retirara a su casa y le recomendó que cuando sintiera más cerca el parto, se fuera al 1º de Octubre, porque ahí, en el Gonzalo Castañeda, las áreas para atender a las parturientas, así como los quirófanos, se encontraban cerrados. Roselli dijo al médico que estaba enterada de que en el 1º de Octubre se estaban muriendo, precisamente, bebés recién nacidos, que le daba miedo ir a ese hospital. El tipo le contestó: “pues si no quiere ir ahí, búsquese un hospital del ISSSTE cerca de su casa, porque aquí no hay servicio”. Pasaron sólo unas horas, pues la mañana siguiente Roselli dio a luz un barón sano en una especie de clínica improvisada, efectivamente, cerca de su casa, allá por “San Juanico”. La fortaleza y salud de madre e hijo evitaron un desenlace fatal, porque en la “clínica privada” no se contaba con lo mínimo elemental para una atención adecuada en caso de cualquier urgencia. Sin anestesia, sujetas sus piernas por una hermana y una amiga, respectivamente, Roselli pujó y pujó hasta que el bebé salió. Prefirió eso, que arriesgarse a ir a la inmundicia del 1º de Octubre. Tuvo razón. Como mudo testigo de la pudrición que impera en el Gonzalo Castañeda queda una papeleta en cuyo reverso se escribió a máquina, al parecer con los pies, lo siguiente: “18;32 paciente femenino de 26 años de edad ggl fum 251202 fpp 011003 emb de 38.6 sdg por fum amenorrea tipo i s; acude por presentar actividad uterina irregular apr x cada hora ademas de expulsion de flujo sa guinoliento, percibe movimientos fetales; niega datos de vasoespasmo, actividad uterina irregula de 10hrs de evolución. . p; cita abierta a urgencias se explican medidas de alarma obstetrica”. El documento está firmado, al parecer, por tres médicos: “DR. CARO MB GO DR. RGUEZ R III DRA. PRIETO RII”. ENTRE QUEJAS TE VEAS Enterada del caso Roselli, Concepción Castañeda Ortiz, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, señaló enfática a Imagen Médica que en el Gonzalo Castañeda sí hay quirófanos y que “en labor de parto ni siquiera va al quirófano, va a tococirugía, va a un área específica”. La también diputada federal reprobó el hecho: “lo que hay que hacer es poner una queja a la Coordinación de Atención al Derechohabiente, porque no pueden regresar a una paciente, si no, vamos a entrar a una dinámica parecida a lo que sucede en los hospitales del Distrito Federal. Que anden peregrinando las madres eso es injusto y lo reprobamos totalmente. Debe de presentar su queja en la Coordinación de Atención al Derechohabiente y que se revise por qué regresan a una paciente en un estado como ese, ponen en peligro la vida de la madre y la vida del bebé”, dijo. — El Gonzalo Castañeda está en remodelación desde el 18 de agosto, quedaron de concluir el 18 de septiembre y nada. — Sí, pero por eso no pueden regresar a una paciente en esas condiciones, no se debe. — La mandaron al 1º de Octubre y cuando ella dijo ahí no, el doctor le dijo “pues búsquele, porque aquí no hay”. — Muy mal hecho. Son de las actitudes que reprobamos y que no deben de ser y donde sí hay que presentar una queja y buscar que haya un responsable, porque por un lado hacemos un esfuerzo por dar lo mejor sin tener con qué. Y por otro lado se rechaza a una paciente que está en un momento muy importante y que no se puede mandar a la calle a una madre así embarazada a punto de dar a luz. — Afortunadamente Roselli está bien y se pudo trasladar a otro lugar, pero ¿qué pasaría con una paciente que no tiene ni las posibilidades ni gente que la apoye, porque sí hay madres que llegan solas? — Tienen toda la razón, esas son las cosas que no deben de pasar en el instituto y que hay que denunciarlas para que se corrijan. ¡Nadie tiene por qué exponer la vida de los demás! Tienen la obligación de dar un servicio y debe haber un área donde se pueda recibir a un paciente de urgencias, el quirófano no es para atender partos, por lo tanto deben tener implementada un área para atender partos y el área existe. — ¿Conoce usted esa problemática en el Gonzalo Castañeda? — Sí — ¿Para cuando se acabará la remodelación? — Si yo le digo una fecha, la que incumple soy yo — ¿No tiene usted conocimiento de cuándo? — Sí, pero si le doy yo una fecha la que incumple soy yo y entonces el sindicato carga con la responsabilidad de las autoridades y esa sí que no la voy a cargar yo, porque ya con hacer lo que hacemos los trabajadores con lo elemental, ya estamos sacándole también el problema al instituto de brindar servicios. — ¿Qué le ha dicho a usted la institución sobre el Gonzalo Castañeda? — Que en eso están, en una remodelación para dar un mejor servicio, pero no hay ningún derecho a cerrar un área de urgencia donde pueden concentrase pacientes que llegan con embarazo a término, donde hay que atender a una madre que está a punto de dar a luz. Lo cierto es que hasta entrada la tarde del 3 de octubre el Gonzalo Castañeda seguía sin brindar los servicios a los derechohabientes y enfermos, en la ventanilla de información una mujer dijo a Imagen Médica que no sabía para cuando, “que tal vez la próxima semana”. |