Habitación en Roma (Room in Rome)
Género: Drama.
Director: Julio Medem.
Reparto: Elena Anaya, Natasha Yarovenko
País y año: España, 2010.
Duración: 109 minutos.
Clasificación: B+
Opinión: Magnánima – Buena – Entretenida – No estuvo tan mal – No tuve opción
Recién leí una crítica a la película que prácticamente tacha de involutivo el trabajo de Julio Medem. Me pareció excesivo y, aunque tiene algunas observaciones con las cuales empaté [(“Una pena que ambas tengan que pasar por momentos tan bochornosos como el del cuarto de baño, en el que las alegorías sobre la flecha de Cupido y el dolor que dicha flecha produce no son más que salidas de tono…) (Abuín Alberto, 2010)], me pareció una crítica que desacredita el filme. En este punto es importante mencionar que yo creo que la comprensión al filme también parte de una identificación hacia el mismo dada la temática, es decir, de mujeres con orientación sexual hacia el mismo sexo. A continuación va mi pequeña opinión y sinopsis, que es prácticamente contraria a la crítica que mencioné anteriormente.
La historia se basa en la aventura inicialmente sexual de dos mujeres: Alba y Natasha (Elena Anaya y Natasha Yarovenko). La historia se desenvuelve dentro de una habitación en Roma, ciudad donde convergen; Alba es española y Natasha es rusa.
Dentro de la habitación, Alba y Natasha crean un mundo aparte de convivencia, complicidad, diálogo, sexo, erotismo; un mundo donde no solo se dejan ver sin ropa sino que también se ven al descubierto sus miedos y deseos.
La desnudez es sustancial en el filme ya que casi toda la película las protagonistas se presentan desnudas y sin complejos (aparte de que ambas son divinas, qué complejos andarán teniendo). Por otra parte, el guion nos permite jugar con las historias personales de las protagonistas dentro del filme, el misticismo de las vidas de ambas aunado a la complicidad (producto del diálogo) crea la conexión perfecta entre Alba y Natasha.
La recomiendo ampliamente: la iluminación me pareció adecuada, la fotografía la encontré maravillosa, el soundtrack es absolutamente acorde y disfrutable, las escenas eróticas un bello deleite, el guion es travieso y memorable, y la actuación de ambas una exquisitez.
La habitación en Roma es el perfecto “me acosté contigo y me enamoré de ti porque me pareció injusto dejarnos algo menos que eso”.
Lo que jamás pasó desapercibido:
- El click que hacen ambas actrices.
- El cliché del nacimiento de un amor en Roma.
- De pronto no sabes si quedarte con Elena Anaya o Natasha Yarovenko. Yo me quedo con Elena.
- El confuso desenlace. Hasta ahora sigo pensando qué pudo haber sucedido.