Por Karen Cervantes
Twitter: @karencitoww
Género: Acción.
Director: Ruben Fleischer.
Reparto: Sean Penn, Ryan Gosling, Josh Brolin, Michael Peña, Bryan Cranston, Anthony Mackie, Emma Stone.
País y año: Estados Unidos, 2012.
Duración: 113 minutos.
Clasificación: B
Opinión: Magnánima – Buena – Entretenida – No estuvo tan mal – No tuve opción
La historia se sitúa en Los Ángeles en medio de un periodo de posguerra (1949). Mickey Cohen (Sean Penn) se ha convertido en el mafioso más poderoso de la ciudad, él controla todo y a todos. El sistema judicial y los políticos corruptos han sido de vital importancia para que los sucios negocios de Mickey se expandan.
El sargento Jonh O’Mara (Josh Brolin) es convocado por el jefe de policía para crear un grupo secreto cuya única función es poco a poco destruir el negocio de Cohen para limpiar la ciudad. De esta manera, en cada operativo, cada uno de los miembros arriesgará su vida con tal de limpiar la ciudad.
La película es buena y cuenta con lo necesario para mantenernos expectantes y entretenidos, además nos permitirá deleitarnos con el encanto, carisma y guapura de Ryan Gosling.
La fotografía es muy buena al igual que la iluminación: la combinación de ambas consiguen transportarnos de nuevo a los años 50. Tiene tomas maravillosas, sobre todo las que, en medio de escenas de plena acción, se convierten en tomas en cámara lenta.
Para empezar, el elenco de la película es garantía, pues encontramos a varios que han sido nominados o que han sido acreedores al Óscar como el grandísimo Sean Penn, Ryan Gosling y Josh Brolin. Más que por la historia, vale la pena ver la película por el reparto.
Dos gratas sorpresas que me llevé al ver la película fueron el guion y el vestuario. El guion, debo de aceptarlo, es un poco dominguero, pero lo que me pareció interesante son las frases que dicen, las comparaciones y hasta una que otra metáfora, esto le da un sentido seductor y envolvente a la trama.
Por otro lado, el vestuario es estupendo, adecuado y todos lo portan de una manera impresionante, queda perfecto con la historia.
La película es muy vintage, lo cual me agrada; para conseguir esto, la iluminación colabora mucho, es una iluminación tenue y un cliché de los años 50.
El resurgimiento de las películas de gángsters no queda a deber y es un deleite ver a grandes figuras de la industria cinematográfica reunidas en un mismo filme.
Lo que jamás pasó desapercibido:
– El maquillaje de Sean Penn.
– La más beneficiada con la fotografía es Emma Stone.
– Ryan Gosling no debería dejar de vestirse así nunca.
– Los créditos finales son estupendos.
– El buen soundtrack de la película.
