Por Carlos LM
Twitter: @Bigmaud
si piensas que nadie ha visto
esos tesoros que te hacen diferente
al resto, ni te extrañes.
seguro habrás pensado en lo ciego
y sordo que está el mundo
para que no caiga rendido a tus pies
ni te ofrezca siquiera la sonrisa
de una mujer.
el muro de espaldas con el que tropiezas a diario
podría llevar a la locura incluso a alguien como tú,
pero no desesperes.
sigue a lo tuyo. trabaja, crece.
desafía a la marea y lleva hasta al cielo las cadenas.
puede que pases años en las mismas,
rodeado de elogios escatimados,
pensando que nadie te admira
en días para los demás soleados.
pasarás tardes enteras solo con tus logros invisibles
conseguidos con el sabor de tus lágrimas
mientras miles de otros reciben aplausos
por tener pestañas.
tal vez tu estómago viva el fuego a reventar
y sientas espinas en los muslos
por quedarte atrás en un mundo sin piedad.
tendrás siempre la opción de rendirte:
más de una vez latirá
entre tus huesos
y quizás puedas probarlo por un tiempo
hasta que sepas que tampoco sirve de nada,
o incluso menos.
entonces vuelve a luchar
por esa infinita última esperanza
de que finalmente algo tuyo:
una sonrisa, un movimiento, una palabra
reciba la atención de esa persona
por la que todo habrá valido la pena.