Por Alicia Alejandra
Twitter: @alisless
Me encanta escribir, lo hacía desde niña. Me acuerdo que en esos tiempos utilizaba una libreta hecha por mí, también hojas sueltas y hasta servilletas, esto último sigo haciéndolo. El mundo de la lectura y las letras los descubrí más que nada por mi padre, él siempre me recordaba la importancia de saber y qué queremos conocer, reconocer y siempre aprender. Él me regaló mis primeros libros y sin duda el que escribió es mi favorito.
Escribir para mí siempre será una necesidad y una forma de conectarme conmigo misma, es una manera de expresarnos, quizás no es la más efectiva, pero es una manera al fin. Creo que lo esencial es poder transmitir una idea o un pensamiento y buscar la mejor manera de decir las cosas, sobre todo en un mundo donde hay tanto auge de información.
La expresión es la manifestación de lo que soy, cuando hablo mis palabras son formas que se alojan dentro de mí, de mis pensamientos, sentimientos y cuando son escritas es la manera en que se materializan.
Por eso me gusta leer y escribir detenidamente, no quiero perder el sentido de apreciar cada idea, cada palabra; cada cosa que miramos encierra una historia, un sentido que solo lo da el aprecio. Si debo parar durante el camino para poder mirar, simplemente lo hago para luego poder continuar sintiendo que me llevo adentro aquello que pude percibir.
También puedo contarles que me gusta mirar la expresión de las personas que me rodean, a veces me quedo observando sus caras, gestos o que hablan más y hasta son capaces de no saber de qué hablan; me gusta contemplar sus expresiones, también contemplo las mías, las más ocurrentes, las simples, las que no están pulidas por la prudencia y hasta las graciosas; a veces me río, otras pocas me sorprendo, creo que me sirve para saber que está sucediendo dentro de mí porque aunque parezca mentira muchas veces no lo sé, sobre todo en este mundo en el que muchos vamos corriendo. De vez en cuando es bueno sentarse un poco y ver qué hay alrededor.
Como el ser humano que soy: emocional, maleable, sensible y a veces hasta inestable, me basta mirar y dejarme impresionar como una niña.
Concluyendo la idea: no dejes de expresarte, no creas que todo está dicho, de cualquier manera hoy no somos los de ayer, cada día algo se pierde y también algo se gana. Así es la vida de impredecible…