Resaltan incapacidad de Mercedes Juan y luchas de poder entre priistas
Concebido en el calderonismo para convertirse en una joya de atención para casos de tercer nivel, el Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca (HRAEI) se encuentra hoy sumido en el desastre y la descomposición e inmerso en una incomprensible metamorfosis. Ya no se sabe se será de primero, segundo o tercer nivel de atención.
El 2 de julio último, Maricela Serrano Hernández, presidenta municipal de Ixtapaluca y poderosa dirigente del grupo paramilitar y de choque priista Antorcha Campesina, aprovechó una reunión de priistas en Chalco para solicitar a Peña Nieto “de la manera más amable, que el Hospital de Alta Especialidad que tenemos en Ixtapaluca no sea un edificio, no sea un elefante blanco. Tiene el uso en un menos del 10 por ciento y creemos que se puede habilitar, sin dejar de ser de alta especialización para que tenga una zona para la consulta general, pues es una gran contradicción y es inhumana, hospital supermoderno y la gente sin servicio”…
Y bajo esa presión y de un plumazo, Peña Nieto ordenó que al elefante blanco le pintaran manchas para simular que el proyecto multimillonario que cuesta una fortuna mensual a todos los mexicanos, está trabajando. El primero de agosto en curso apareció en el Diario Oficial de la Federación un “aviso”, mediante el cual se informa al público que “se modifica el Estatuto Orgánico del Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca” y se le adiciona un párrafo al inciso XII del segundo Artículo para quedar finalmente redactado: “además de atender las patologías y servicios asociados al segundo nivel de atención”.
La “modificación” fue aprobada por la Junta de Gobierno del HRAEI en su primera “Sesión Extraordinaria” el 22 de julio de 2014, y así lo firmó el hasta ahora director general del hospital, Heberto Arboleya Casanova, quien al día siguiente, se dirigió a la comunidad del hospital para informar que “el día de ayer se formalizó por parte de nuestro H. Órgano de Gobierno y autoridades; la ampliación de nuestros servicios incluyéndose además de la alta especialidad el segundo nivel de atención”.
No es todo, en el oficio y comunicado DG/HRAEI/0349/2014, Arboleya Casanova anunció también una duplicidad perversa: “Con base en esta adecuación se prevé la incorporación de médicos, enfermeras, técnicos y profesionales de la salud, por parte del ISEM y particularmente del Hospital ‘Dr. Pedro López’”.
Finalmente, dijo Arboleya, “se hace necesario señalar que las acciones y colaboración conjunta entre el gobierno federal y estatal a través de este HRAEI e ISEM, no vulneran la esencia de este Hospital, ni las condiciones laborales del personal”.
La pobre Mercedes Juan López
A la secretaría de Salud, Mercedes Juan López, personera de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) e incrustada en el gobierno federal para velar por los intereses de poderosos empresarios que controlan el sector, no le quedó de otra más que acatar la calenturienta orden presidencial. Y es que la señora Funsalud no hizo nada para frenar la turbulencia que se desató en el HRAEI por ahí de febrero de 2014, en el que salieron a la luz pública múltiples irregularidades y corruptelas con que se trabajaba en el nosocomio, por eso fue vapuleada por los antorchistas.
El 15 de marzo último, Mercedes Juan llegó al HRAEI y no como la mayoría de los “pobres” mexicanos que lo utilizan, que gastan una fortuna en pasajes y tiempos de desplazamiento de hasta cuatro horas, no: Juan López llegó en un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, precedida de un impresionante dispositivo de seguridad implementado por el Estado Mayor Presidencial, que ordenó el despliegue de militares, policías federales y de “élite” del estado de México.
Y es que el HRAEI se encuentra sumido en el estado más corrupto, violento y peligroso del país y quizás de América Latina y del mundo.
Mercedes Juan recorrió algunos lugares y pasillos del hospital al lado de Heberto Arboleya, rodeada por funcionarios de la Secretaría y algunos trabajadores de confianza previamente seleccionados por el director. En la enorme sala de espera totalmente vacía Juan López hizo un alto en el camino, con su característica postura y mirada de buitre les soltó: “qué bonito hospital, los felicito”.
Luego unos cuántos se metieron en encerrona con la secretaria a una reunión privada, de la que salieron minutos después, Mercedes Juan subió a su helicóptero y se fue, desapareció también el dispositivo de seguridad y una fría calma regresó al hospital. De esa visita no quedó una sola palabra en la prensa nacional, la dirección de Comunicación Social de la Secretaría fue instruida para mantener el acontecimiento en completa oscuridad.
Los días siguientes fueron de incertidumbre y los rumores comenzaron a sucederse uno tras otro y día tras día: “¡El director se va!, ¡Arboleya se va a trabajar a GIA!”. Fabián Infante, líder del sindicato en el hospital resume el paso de Juan López por el HRAEI: “Fue una visita totalmente inútil”.
Ni un pelo al Inversionista Proveedor; pugnas políticas
De acuerdo con información proporcionada a Imagen Médica por personal del hospital, estos cambios y disputas no afectan al Inversionista Proveedor DOIHI, al contrario, aseguran que se están tejiendo estrategias para incorporarlas al Contrato de Prestación de Servicios original con el fin de cobrar mayores mensualidades.
En lo que parece una descarnada pelea por obtener mayor poder, Antorcha Campesina y Funsalud ya se aventaron el primer round, ganaron los antorchistas generando caos y confusión. Con un párrafo los antorchistas despedazaron años de lucha y los sueños de Funsalud por crear hospitales público-privados de tercer nivel de atención.
A simple vista, las organizaciones Antorcha Campesina y Funsalud parecen distintas y distantes, pero no, en esencia están formadas por el mismo ADN. Como ciegos ambos obedecen al poder en turno y son beneficiarios de él. Se dicen nacidos para proteger y ayudar a los mexicanos y al gobierno. Influyen en decisiones trascendentales que finalmente el gobierno aprueba e impone a los ciudadanos.
Antorcha y Funsalud nacieron en épocas distintas y como coincidencia ambas fueron arropadas por el mismo padrino en su época de presidente: Carlos Salinas de Gortari. Con él amasaron fortuna, fortificaron estructura y esparcieron sus redes en el poder. Hasta la fecha, expertos coinciden en que Salinas sigue siendo el mandamás en estos grupos.
DOIHI es el “Inversionista Proveedor” en el Regional de Ixtapaluca, GIA+A es socia de DOIHI y pertenece a Hipólito Gerard Rivero, cuñado de Carlos Salinas. La influencia de Salinas permitió a GIA mantenerse y crecer en los gobiernos panistas de Fox y Calderón, ahora, con Peña Nieto, GIA crece con desmesura y se esparce como la espuma, es una de las empresas consentidas de la actual administración.
En otra abierta confrontación se asegura que Eruviel Ávila Villegas, gobernador del Estado de México, “ni siquiera estaba enterado” que Peña Nieto también dispuso que personal del hospital estatal “Dr Pedro López”, se trasladara al HRAEI, bajo la nómina del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) y bajo el mando de la Federación. Vaya caos y pobre gobernador.