Gustavo Leal Fernández

 

         El 13 de septiembre 2014, Cristina Díaz, exdiputada local, federal, senadora y lideresa del sector popular del PRI, materializó su anhelo: el respaldo de César Camacho, dirigente de su partido. 

 

         Sin voces discordantes, los delegados al VII Pleno Nacional Ordinario, aprobaron a mano alzada su Informe de labores, mientras Camacho exaltaba el “cerebro y corazón” de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares. “Ese sector”, dijo, “es el músculo del PRI. Sin ella, no hay PRI. Acabamos de escuchar a su lideresa, hay muchas ideas y emoción para hacer política”. En esta “travesía política”, remató, “ha hecho de la política formación y vocación; se ha ganado el respaldo y solidaridad de los cenopistas. Merece y tiene nuestro respaldo”.

 

         Cristina Díaz subrayó que CNOP no busca afiliación corporativa sino “militancia activa y propositiva. Prueba de ello es que, en menos de tres semanas, recabamos más de 450 mil firmas en apoyo a la consulta para reducir el número de plurinominales. Triplicamos nuestro objetivo gracias al gran esfuerzo de la estructura cenopista y al apoyo decidido de las organizaciones y sindicatos del Seguro Social y del ISSSTE. Tenemos militancia, propuestas y candidatos cercanos a la ciudadanía: contamos con 41 de 54 senadores, 114 de 213 diputados, 270 de 495 diputados locales y más de la mitad de las alcaldías y de las gubernaturas”.  

 

         En efecto, después de su costosa y oscura aventura militante con los panistas de Calderón (Gustavo Leal F., 2014, El “liderazgo” sindical de Valdemar Gutiérrez Fragoso), el 16 de enero 2014, Manuel Vallejo, dirigente del SNTSS firmó un convenio de adhesión a CNOP donde acordó que sindicalistas del IMSS se afilien al PRI y, sus líderes, acceso a una curul. Camacho atestiguó su firma y pidió la colaboración de los trabajadores “para apoyar las tareas del presidente Peña Nieto en favor de la transformación de México”.

 

         Ya en junio 2013, Vallejo se había afiliado individualmente al PRI, con lo cual “cumplió uno de los resolutivos” del 57 Consejo Nacional Ordinario: “con esta decisión de nuestro líder nacional, el SNTSS retoma su larga trayectoria priísta”.

         Violando la legislación electoral y el Artículo 41 de la Constitución, en mayo 2014 se hizo pública una denuncia, según la cual,la dirigencia del SNTSS levantaba un censo para saber cuál era la militancia partidista de sus afiliados. Se argumentó, entonces, que el secretario del Exterior, remitía oficios a líderes estatales solicitando enviar ese censo de todos los centros de trabajo, indicando nombre y matrícula de cada trabajador. “¿Simpatiza o milita en alguna agrupación política?, era la pregunta que deberían responder los agremiados, por instrucciones del dirigente nacional Vallejo. Si la respuesta era afirmativa, se debería indicar en qué partido milita”. La estrategia de reclutamiento corporativo sería realizada por los secretarios de Acción Política (Reforma, 24.5.14).

 

La dirigencia del SNTSS rechazó las imputaciones. En un comunicado, Vallejo aseguró que el sindicato es respetuoso de las preferencias partidistas de sus integrantes: “todo ciudadano es libre de elegir y apoyar el proyecto político que considere más cercano a sus ideales y aspiraciones políticas y sociales. Ese derecho lo ejercí con absoluta convicción. La participación política del sindicato no debe causar sorpresa, ya que los estatutos del gremio facultan y promueven la actividad política de los agremiados” (Reforma, 25.5.14). Aunque claramente evitó referirse al censo en disputa.

 

Tres días después del Segundo Informe de Peña Nieto, en nombre del Comité Ejecutivo Nacional del SNTSS, sus 37 Secciones Sindicales y el Módulo Central, Manuel Vallejo pagó un desplegado, dirigido exclusivamente a Peña Nieto (Reforma, 4.9.14), en el que hace un “reconocimiento a la gestión de su segundo año de Gobierno”. Además, Vallejo estimó prudente aplaudir “la perseverancia y visión mostrada en la toma de decisiones en un entorno complejo. Compartimos la necesidad de mover a México hacia escenarios de mayor progreso, donde el bienestar de la clase trabajadora y sus familias, debe ser una constante. Refrendamos nuestro compromiso de contribuir a la reconstrucción de un país más próspero y con un mejor futuro para todos, a través de salvaguardar la salud de millones de mexicanos”.

 

         Frente a Peña Nieto, el 25 de octubre 2013 José Luis Carazo, representante CTM ante el Consejo Técnico del IMSS observó: “la inversión por derechohabiente suma 4 mil 432 pesos anuales. Es importante aclarar que informar sobre esta situación no disminuye el reconocimiento y agradecimiento hacia todo el personal, a cada trabajador, primordialmente en cada enfermera y en cada médico, un baluarte que hace posible hacer tanto con tan poco. Gracias por el valor agregado, esfuerzo, ingenio y versatilidad que hacen posible. El Instituto hace mucho. Sin embargo, aún falta mucho por hacer para lograr lo que esperan y merecen nuestros derechohabientes: calidad, calidez, atención oportuna. Desde hace una década, se ha privilegiado la salud financiera del Instituto a costa de la salud y los derechos de quien constituye el centro de nuestro interés: la derechohabiencia. Proponemos al Gobierno Federal financiar al Instituto con una cantidad anual de 60 mil millones de pesos, que permitirá mejorar el servicio y prepararnos para atender los programas Empleo Formal, Seguro de Desempleo y 65 y Más”.

 

Como reitera Cristina Díaz, ¡qué bueno que la CNOP no busca la afiliación corporativa sino “una militancia activa y propositiva”! Verdad?

 

Redacción: El presente artículo del doctor Gustavo Leal Fernández, profesor e investigador de la *Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco se publicó por primera vez en el periódico La Jornada el sábado 27 de septiembre de 2014.

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