El avionazo
Mouriño en el olvido; siete meses y nada
Valentín Cardona
4 de junio de 2009
A siete meses del avionazo que consternó a Felipe Calderón Hinojosa y a un diminuto segmento de la clase política panista no ha pasado absolutamente nada. En ese fatal avionazo sucedido en las Lomas de Chapultepec el 4 de noviembre pasado, perdieron la vida al menos 8 personas, entre las que se encontraban José Luis Santiago Vasconcelos y Juan Camilo Mouriño Terrazo.
En ese entonces Luis Téllez era secretario de Comunicaciones y Transportes y como tal, se convirtió en el vocero oficial y único del “accidente”, la explicación de sus causas y todo lo relacionado con ello. Fue notoria la falta de información pública, la cerrazón y las contradicciones en todas y cada una de las versiones que se le instruyó hiciera mediáticamente.
Téllez salió del primer círculo del gabinete calderonista dada su proclividad al escándalo político, aunque el régimen no lo abandonó y sigue cobrando del erario público. Hábil para el trapecio y para los juegos sucios, Juan Francisco Molinar Horcasitas reemplazó a Téllez, fácil brinco del IMSS a la SCT por ocurrencia de Calderón Hinojosa.
Nada hizo Horcasitas en beneficio del IMSS, al contrario, selló con el “líder” del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) la extinción del Régimen de Jubilaciones y Pensiones de sus trabajadores. Curioso, Valdemar Gutiérrez Fragoso, uno de los personajes más oscuros y turbios en la historia de ese sindicato y que sobre sus espaldas carga una fuerte presunción de ligas con el narco, es candidato de Acción Nacional a una diputación plurinominal que le asegura la impunidad, contrario pues, a la “guerra que el gobierno federal libra contra el narcotráfico y el crimen organizado”.
Con Horcasitas se puso fin a la historia de especulaciones sobre la causa del “accidente” en el que murió el amigo íntimo de Calderón Hinojosa, ni una palabra, como símbolo irrefutable de que Mouriño ya quedó en el olvido.
Advertencia: A continuación se muestran una serie de fotografías proporcionadas a Imagen Médica, que fueron tomadas por peritos forenses y que ilustran restos humanos recogidos del lugar del “accidente” y que se depositaron en el Servicio Médico Forense del Distrito Federal para las tareas de “identificación” de los cadáveres. Hoy en día todavía existen en el Semefo al menos “un par” de bolsas que contienen restos suficientes “como para armar dos cuerpos”.