Los Archicofrades de Durango quieren poder, dinero y poner el gobierno al servicio de Cristo Rey
Jorge Herrera Caldera, candidato del Yunque e Ismael Hernández Deras a la gubernatura
Juan Monrreal López
Junio 23 de 2009
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Durango, Durango.– Seis meses antes de que se formalice el proceso interno del PRI para nominar candidato a la gubernatura, el ex alcalde de Durango, aspirante a la diputación federal por el IV Distrito, Jorge Herrera Caldera, es señalado por varios grupos políticos, empresarios y periodistas de esta ciudad, como el ungido a la candidatura del gobierno del estado de Durango. En ese rumbo ha entablado una red de complicidades y negociaciones que envuelven a partidos, burócratas, patrones, personajes duranguenses y gente del arzobispado, con la intención de asegurar un arribo terso a la casi segura convención de delegados en diciembre próximo.
Para sortear este trance Herrera Caldera no camina solo, pues tiene padrinos. Uno del César, otro de Dios. El primero, Ismael Hernández Deras, el segundo, de la gracia de la organización confesional semisecreta del arzobispado duranguense, conocida como los Archicofrades de Durango: un brazo de la ordenación extremista de ultraderecha conocida como El Yunque.
Herrera Caldera está tildado de mal administrador gubernamental. Líderes de oposición al igual que gente de su partido, el PRI, critican las obras públicas de utilería con las que justificó el derroche presupuestal en el ayuntamiento de Durango. También endeudó la municipalidad hasta el hartazgo. La misma Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó una serie de irregularidades en la cuenta gubernativa que ejerció en la alcaldía.
Y no hay que dejar pasar que Herrera Caldera diseñó la “reestructuración” de la ilegal deuda pública de cerca de 3 mil millones de pesos que dejó el ex gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier, “compromiso” que mantiene a Durango sumido en la pobreza. Peor aún, merced a la protección servida a este ex gobernante priista, la entidad no cuenta con salidas al progreso, pues en casi 5 años de gobierno, la incapacidad gubernativa de Hernández Deras es más que manifiesta: inseguridad rampante, desempleo, rapiña presupuestal, cero esperanzas de progreso estatal.
Jorge Herrera se encuentra comprometido con los grupos políticos empresariales de esta ciudad capital, cuya característica cimera es ejercer la sisa presupuestal como forma de gobierno. Los llamados “duranguitos”, con menosprecio, marginan a los priistas de las otras regiones de Durango. Herrera Caldera ya se siente “amarrado” en la todavía hipotética convención de diciembre próximo.
Los “duranguitos”, impulsan que sea un pacto de delegados, “con tal de guardar la unidad del partido”. Herrera Caldera quiere repetir los pasos de Ismael, declaran a Demócrata Norte de México miembros de la administración ismaelista.
Peor aún, Jorge Herrera Caldera también es un hombre de Dios.
Cuenta con el apoyo de los Archicofrades de Durango, congregación en que confluyen empresarios-políticos, protegida por el arzobispado de Durango.
En los años ochenta, Nabor Herrera Lugo, padre de Jorge Herrera Caldera, entregó a la iglesia, por vía del arzobispo Antonio López Aviña, las carnes y el alma de quien ya se sueña gobernando el estado. Y con estos apoyos, Jorge Herrera cree que arrancará los suficientes votos para avasallar en el conclave tricolor al final del año.
Los Archicofrades de Durango
Los Archicofrades de Durango son un brazo de la organización extremista de ultraderecha conocida como El Yunque. En su estrategia se halla cooptar las mesas directivas de los distintos organismos empresariales, con la intención de usarlos como instrumentos de coerción; una especie de llave que les garantice las proveedurías del gobierno estatal y municipal.
Los Archicofrades mantienen a la par una estrategia de medios. Los propósitos son varios. Posicionamiento de imagen, difundir sus ideas, su visión de Dios… La cofradía forma parte de varios consejos directivos de algunos medios impresos y electrónicos. También cuenta con reporteros afines. Por lo mismo, no es raro que casi todos los medios duranguenses cedan espacios a la iglesia, al arzobispado, a esta corporación confesional semi secreta.
Los autollamados Archicofrades de Durango se encuentran diseminados en distintos ámbitos económicos del estado y operan desde esta capital estatal. Con el poder del dinero han tejido una telaraña de intereses con las autoridades municipales, delegados federales, y con todos aquellos grupos sociales que reditúen dividendos económicos y de poder político.
Los Archicofrades son empresarios forestales, mineros, industriales, restauranteros, hoteleros, profesionistas, académicos de la UJED; sitios en que trenzan una red de intereses turbios con los que gobiernan el estado, junto con Ismael Hernández. Además, en esos espacios preparan el arribo de uno de los suyos a la gubernatura: Jorge Herrera Caldera.
En los hechos, Los Archicofrades conspiran contra el desarrollo de Durango.
Sus acciones succionan grandes tajadas del presupuesto estatal a través de la concesión de obra pública, proveedurías de: papelerías, servicio médico, vehículos, hospedajes, comidas; prácticamente participan en todas las áreas de consumo del gobierno.
Con la alta concentración presupuestal que existe en esta ciudad, se perjudica cuando menos a 37 de los 39 ayuntamientos que conforman la entidad. Las cuentas públicas de los ayuntamientos fuera de Durango son raquíticas. Por lo mismo, la pobreza sigue empujando a los moradores de ranchos y villas a marcharse para no morir de hambre.
Se sabe que en la capital del estado de Durango, alrededor del 70 por ciento del circulante de los negocios proviene del gobierno estatal y municipal. De este tamaño es el botín. Pero la protección gubernamental para este grupo también se aprovecha en transacciones mayores.
El poder compartido entre el gobierno y esta mafia católica se usa para adquirir o explotar fundos forestales, mineros, realizar especulación inmobiliaria urbana o rural; por citar algunos sectores productivos donde poder público, eclesial y empresarial, se funden.
De hecho, Los Archicofrades son un poder fáctico que influye en las decisiones gubernamentales. Los instrumentos son los distintos poderes estatales o bien, las distintas cámaras empresariales. Las maniobras también se protegen desde el arzobispado. Los Archicofrades de Durango son parte importante del arzobispado, además de contar con reconocimiento eclesial.
Herrera Caldera, gestión chatarra
Entrevistado por Demócrata Norte de México, el ex secretario de Salud del gobierno ismaelista, José Ramón Enríquez Herrera, dice que la administración de Ismael Hernández, junto con la gestión herrerista, son un fracaso. Con apoyo en cifras que abarcaron rubros económicos, de seguridad social, inversiones, renglones administrativos que ilustraran su dicho, externa a Demócrata Norte de México, que frente al gobierno de Ismael Hernández, “estamos ante la presencia de un gobierno que ha perdido el rumbo”, porque la situación económica, social y de seguridad del estado, lo mantienen en el último lugar del norte del país.
El de Ismael y Herrera Caldera son gobiernos de obras inconclusas, “porque no se pueden hacer las cosas sobre las rodillas”, como ellos lo han hecho. Acusa.
“De modo que un gobierno como este, desgraciadamente va a terminar dando resultados muy desfavorables a un ciudadanía que tenía una gran expectativa en que se construyeran cimientos para el mañana”, explica.
Ismael y Herrera Caldera no pudieron con la seguridad, con el desempleo; es tan aterradora la situación, que los “los jóvenes entre 19 y 24 años no tienen opciones de estudiar, pero tampoco tiene opción para trabajar”, asevera el ex secretario de salud facilitando datos.
La gestión de Herrera Caldera es una administración que se retrata con los hoyos que se encuentran en cada calle, con la falta de servicios en las colonias. Con acciones inconclusas, con obra pública de utilería, con el problema de la seguridad, y, “pareciera como broma (sic), cuando dicen, – Ismael Hernández y Jorge Herrera -, que estos rubros no son responsabilidad de ellos”.
“La ciudad de Durango no ha tenido inversión en los últimos 24 meses. No hemos visto una apertura de un centro generador de plazas laborales y desgraciadamente, esa es la historia de un gobierno municipal que dirigió Herrera Caldera”, indica a rajatabla José Ramón Enríquez.
“Somos el estado más atrasado del norte del país, ¿queremos seguir siendo gobernados por el mismo grupo identificado ideológicamente? ¿No pensamos en que podamos transformar a Durango? ¿Qué podamos hacerlo? Yo soy de los que sí”, expone convencido.
Herrera Caldera, la trapacería como regla
Los gastos de campaña de Jorge Herrera rebasan con mucho los poco más de 800 mil pesos autorizados por Instituto Federal Electoral (IFE) por cada distrito federal. El domingo 21 de junio, día considerado como día del padre, el candidato priista usó 6 bandas para amenizar lo que sería un evento gigante de campaña, pero no fue tal.
Ya antes, este hombre de los Archicofrades de Durango fue denunciado por hacer uso de más de un millón de pesos en repartir limones y termómetros, al comenzar el proselitismo que lo lleve a la curul federal. Con todo y su fe exacerbada, la legalidad no es la pintura que cubre la campaña Jorge Herrera. Su concepción de Dios no implica la ética, tampoco la honradez.
Con 50 miembros, Los Archicofrades de Durango ya sueñan que mediante Jorge Herrera se adueñarán de las decisiones que se toman en el Palacio de Zambrano. Herrera Caldera sería el puntal de la consolidación del Yunque en Durango. Del mismo modo, sería el afianzamiento de los negocios de estos hombres “de Dios”.
Con todo el apoyo del arzobispado duranguense, los Archicofrades de Durango ya se frotan las manos con fruición. Ofrecerle al “santísimo” la gubernatura sería un triunfo para ellos. Sería convertir el estado laico, en una cofradía al servicio de Cristo Rey.
Esto es lo que se comenta en los desayunos donde estos hombres de Dios, comparten el pan y la sal con los personajes de la iglesia católica, pero también con gente del gobierno de Ismael Hernández Deras, incluido el propio llamado “señor de los espejos”.