EL IMSS DESPUES DE LA CAIDA DE LEVY Y EL MADRUGUETE DE UN SEGMENTO DEL CEN DEL SNTSS
Capitulo 30
Gustavo Leal F.
1.- El “arreglo” del 44 Congreso Nacional Ordinario del SNTSS y los problemas estructurales del IMSS
Nada de lo que pesa sobre una posible mejor operación de los servicios que presta el IMSS ha sido resuelto por el desaseado “arreglo” entre el Lic. Fernando Flores Pérez y el Dr. Roberto Vega Galina del pasado 14 de octubre de 2005.
Todos los problemas que heredaron Ernesto Zedillo, Genaro Borrego y el PRI al supuesto gobierno del “cambio” de Vicente Fox, todos están incólumes ahí, particularmente los del Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM).
Y no sólo: la irresponsable designación que hiciera el propio Fox del tecnócrata zedillista Santiago Levy como “director General” -en verdad, apenas un pálido e incompetente director “financiero”- primero distorsionó, deliberadamente, esa fatal herencia priísta, luego la agravó y, finalmente, generó nuevos problemas.
2.- Todo permanece igual, menos la cláusula 110 del CCT
En un artículo que apareció en la revista Trabajadores de la Universidad Obrera, y en otro que publicó el portal electrónico Imagen Médica, he documentado profusamente un listado de todo aquello que Levy distorsionó, agravó y generó.
Dejo un ejemplar de cada uno de ellos para que se los consulte directamente.
No hay nada que celebrar por la salida del incompetente Levy y su, presunta, corrupta élite, la peor en la larga historia de esta noble institución. Hay, más bien, que lamentar los costos extras que ha traído al IMSS la extremadamente tardía decisión de, ¡por fin! sacarlo a patadas que tomaron Fox, Carlos Abascal y las oficinas de Ramón Muñoz en Los Pinos, con la abierta oposición del Dr. Eduardo Sojo, coordinador de políticas públicas de la Presidencia.
En los dos trabajos mencionados me ocupo, también, de aquello que el CEN del SNTSS puso en juego al “negociar” el Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) como pieza integral del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).
3.- Paisaje después de la batalla
A continuación presentaré una suerte de “paisaje después de la batalla”: algunos de los grandes pendientes inmediatos que enfrenta el Lic. Flores Pérez, así como algunos de los costos que tuvo para el SNTSS y, previsiblemente para el frente sindical, la adopción de la “visión” del despacho Valuaciones Actuariales; despacho que contrató la cúpula del SNTSS para articular lo que, en el desplegado del 11 de octubre, quiso presentar como un sindicalismo “responsable y propositivo” .
4.- Un despacho actuarial que creció con el foxismo y cuatro integrantes del CEN
Ya tuve oportunidad de denunciar en el diario La Jornada el camino que recorrió Miguel Angel Van Dick Puga, secretario de Capacitación y Adiestramiento, para establecer contacto con Valuaciones Actuariales, así como el apoyo que recibió esa propuesta, primero, por parte del secretario General, Dr. Vega y sus secretarios de Trabajo, Federico Arellano, y Previsión Social, Joaquín Castillo. Hay que destacar, también, que poco después esa propuesta fue igualmente arropada por los abogados Néstor de Buen y Arturo Alcalde Justiniani y algunos secretarios seccionales del CEN.
Los remito directamente a mi denuncia en La Jornada, así como a la entrevista que ofreció el actuario Francisco Miguel Aguirre, responsable del despacho Valuaciones Actuariales, a Imagen Médica. En ella, se testimonian algunos de los argumentos que denuncié en La Jornada.
5.- Los pendientes inmediatos del Lic. Flores Pérez: ¿un levismo sin Levy?
Primeros pendientes: reducir los salarios de los mandos superiores Ante toda la sociedad, el primer pendiente consiste en reducir el escandaloso salario que Levy se autoasignó: 213 mil pesos mensuales. Flores debe ajustar a la baja ese salario, así como el de absolutamente todos los titulares del nivel central.
Segundos pendientes: restablecer la credibilidad y el prestigio del IMSS
Aguardamos el anunciado “proyecto de ingeniería financiera” que, al decir de Fox, “saneará el organismo y dará a conocer un millonario programa de inversión en infraestructura, equipamiento con tecnología de punta y dotación de material médico, insumos, instrumental y medicinas” ; programa que contradice de inmediato y derrumba de golpe la fabricada penuria económica institucional que propaló el diagnóstico apocalíptico de Levy.
Mientras tanto, el Lic. Flores Pérez -miembro destacado del equipo priísta de Ricardo García Sainz que estuvo a cargo de los destinos institucionales en los tiempos de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari-, se comprometió ante el dueño de la cadena Farmacias Similares, Víctor González Torres, a “investigar las denuncias de corrupción y revisar los procedimientos de compra de medicamentos a empresas distribuidoras” .
Cabe recordar que en una reunión similar celebrada algunos años antes el, entonces recién designado director del IMSS Santiago Levy, respondió a González Torres que, dada la complejidad del asunto “él no podía hacer nada”.
El Lic. Flores también le comunicó a González Torres su interés por “restablecer la credibilidad y el prestigio del organismo”. ¿Quiere esto decir que ya reconoce explícitamente que Levy afectó profundamente esa credibilidad y ese prestigio?
Además, Flores sostuvo que el siguiente paso de su gestión “es reordenar las estructuras del Instituto”.
Estos “compromisos” ponen sobre el futuro inmediato del IMSS, el más que espinoso tema del “robo elefante” que pudo haber ocurrido a lo largo del funesto paso de Levy.
Terceros pendientes: identificación de las áreas donde pudo haber ocurrido “robo elefante”
Del examen que he realizado con técnicos en el IMSS, puede conjeturarse que ese “robo elefante” pudo haberse concentrado en las siguientes áreas de la operación institucional.
Aunque el Instituto acaba de ser objeto de una reorganización administrativa, de la que me ocupo poco más adelante, señalaré los nombres y cargos de los responsables de esas áreas, para que los trabajadores de la seguridad los tengan siempre presentes.
Por orden de importancia y tamaño, se ubicaría en primer término el área que adquiere los bienes informáticos -dentro de la Dirección de Innovación y Desarrollo Tecnológico- hasta hace poco a cargo del Lic. Luis Miguel Chong, y a quién la Secretaría de la Función Pública suspendió tres meses por irregularidades en la evolución de su declaración patrimonial.
Le seguiría el área de Obras (Coordinación de Construcción y Planeación Inmobiliaria) -dentro de la Dirección de Administración y Calidad- a cargo del Ing. Ernesto Camacho Jaso, bajo el mando del Lic. Luis Guillermo Ibarra.
En tercer lugar, destaca el área de abasto en sentido amplio (Coordinación de Abastecimiento y Equipamiento) -dentro de la Dirección de Administración y Calidad- y que incluye la factura de medicamentos, a cargo de la bióloga Margarita Villafaña, junto con la Lic. Maria Elena Blanco y bajo el mando del Lic. Luis Guillermo Ibarra.
Con relación a esta área, en la ya citada reunión con el Lic. Flores, González Torres le informó -como en su momento lo había hecho con Levy-, que un estudio demuestra que 61 por ciento de las compras realizadas en 2004 se hicieron a empresas distribuidoras. Es decir a “revendedoras de medicamentos”. González Torres le dijo, también, que “su denuncia fue presentada por primera vez hace dos años” y que las autoridades (vale decir, Levy) “la ignoraron”, por lo que “la corrupción se incrementó al grado que actualmente se fugan del IMSS 5 mil MP en la adquisición de medicinas” .
En cuarto término, aparece el área de ingresos (Unidad de Fiscalización y Cobranza) -dentro de la Dirección de Incorporación y Recaudación- a cargo del Lic. Juan Manuel Jiménez Yllescas, bajo la responsabilidad del Lic. José Antonio Alvarado, también responsable del más que controvertido SIAREFI.
Finalmente, aparecen las nefandas UMAES (Coordinación de Unidades Médicas de Alta Especialidad) a cargo del Dr. Héctor Aguirre Gas, y el manejo de fondos de investigación (FOFOI) -en la Coordinación de Investigación en Salud-, con la participación del Dr. Martínez Cairo. Todos ellos, bajo el mando del director de Prestaciones Médicas de Levy, Dr. Onofre Muñoz.
Cuartos pendientes: ¡cuidado! con el encubrimiento
Como puede advertirse, si el Lic. Flores Pérez, no quiere pasar a la historia en calidad de encubridor de las presuntas tropelías de Levy y su élite, deberá asumir de inmediato una actitud francamente indagatoria hacia su antecesor y su obsecuente corte. De ser el caso, también deberá fincar responsabilidades y, sobre todo, comunicar adecuadamente a la derechohabiencia y opinión publica. No basta con remover funcionarios.
Aunque anticipo: no hay que hacerse ilusiones. Como señalé, recién se difundió que el Consejo Técnico ha aprobado una reducción en la estructura de mandos superiores y las áreas que reportan al director del IMSS .
Por esta reestructuración administrativa se reducen de 18 a 15 áreas; se suprimen una dirección y dos coordinaciones generales, pero se mantienen las funciones operativas de esas coordinaciones, asignándolas a otras áreas. Así, se crea la dirección de Administración y Evaluación Delegacional, que asume las funciones de las direcciones de Administración y Calidad y de Desarrollo de Personal y Organización.
Además, las facultades de manejo de la información pública gubernamental, transparencia, derechos humanos y combate a la corrupción, pasarán a la dirección Jurídica.
¿Se trata de una coartada para proteger a la élite-Levy? El nuevo responsable de “mantener las funciones operativas de esas coordinaciones” como titular de la dirección apenas creada, es el Químico Sergio Salazar, quién estuvo cerca de suceder a Levy y fue su estrecho colaborador. Salazar aspira a una senaduría por Tamaulipas con su partido: Acción Nacional. Como en el caso del Lic. Flores, el Químico Salazar puede pasar a la historia como encubridor de los funcionarios de Levy que ahora tiene bajo su mando. También le debe ya una explicación a la derechohabiencia y al pueblo de México.
Quintos pendientes: el área médica, columna vertebral del IMSS
Mención especial merecen la responsabilidades que aguardan al Lic. Flores en materia del SEM y la dirección de Prestaciones Médicas que, bajo el mando del Dr. Onofre Muñoz, introdujo -a una institución claramente diseñada para atender daños médicos de alta complejidad-, el lamentable programa Oportunidades; el penoso Programa de Mejora de la Medicina Familiar; el pobre programa PREVENIMSS, así como las nefandas UMAES, donde hoy día privan las mafias y “los servicios se venden”.
Como dije, no basta con remover funcionarios. Hay que prescindir del catálogo de barbaridades en que incurrió Levy y su élite. Por primera vez en la larga historia institucional, la dirección de Prestaciones Médicas buscó reducirse a la función de financiar servicios más que consolidar su incuestionable plataforma nacional de prestador resolutivo y eficaz. Este giro “gerencial”, completamente vaciado de prioridades médico-clínicas, ha sido promovido por el Dr. Onofre Muñoz y su coordinadora de Planeación y Desarrollo, Dra. Beatriz Zurita. Debe ser revisado de principio a fin. No basta con remover funcionarios. El IMSS debe volver a cumplirle resolutivamente a la derechohabiencia y al ciudadano.
En suma: a pesar de que la Secretaría de la Función Pública, nombró tres Contralores en el IMSS durante el período de Levy, si no quieren pasar a la historia como un levismo sin Levy, para todo éste listado de pendientes mínimos, el Lic. Flores Pérez y el Químico Sergio Salazar, apenas disponen de 12 meses. ¿Cumplirán?
6.- La “visión” de Valuaciones Actuariales: ¿un síntoma de la insuficiencia del discurso gubernamental?
En una entrevista muy reciente , el actuario Aguirre documentó la “visión” que difunde su despacho, después de “reformar” los sistemas de pensiones de siete Estados y 24 universidades; “visión” que adoptó el segmento del CEN que dio madruguete a los trabajadores del SNTSS la noche del 14 de octubre.
Esta “visión” resume un síntoma mucho más amplio: la insuficiencia del discurso gubernamental (desde Miguel de la Madrid hasta Fox), para atender la política pública de salud y seguridad social que se merecen los mexicanos del Siglo XXI.
En su nuez, la “visión” de Valuaciones estima que:
1) los sistemas de pensiones están “hundidos”: México tiene una “deuda oculta” que supera los 900 MD y está “carcomido” por el RJP.
2) Lo que hay en el futuro de los trabajadores mexicanos, solo son “más reformas”, sin duda “poco populares e incómodas para el gobierno Federal y el sector obrero patronal”.
3) Los trabajadores en “activo no sólo van a acabar con los sistemas de pensiones sino con el País. Si sólo reformamos a las nuevas generaciones, vamos a rescatar el cadáver del IMSS en 50 años, porque se nos muere antes”.
4) No es posible estar “creando reservas hoy para salvar al IMSS dentro de 50 años, cuando hoy las necesitamos”.
5) Hay que “eficientar” la administración del IMSS: hay muchas cosas que se pueden hacer para gastar más eficientemente los recursos. Por ejemplo: analizar los puestos de confianza, los sueldos y “no ha sido suficiente el control en el manejo de medicamentos”.
6) Hay una “diversidad enorme de sistemas de pensiones”. Por eso, “no se puede hacer un solo sistema nacional. Quizá tendría que ser un modelo en donde se establezcan las edades máximas y mínimas de jubilación, las tasas de reemplazo, el monto de la pensiones, con reglas claras de cuánto puedes destinar de tu presupuesto, de manera que vayamos convirtiendo en 50 años a un solo modelo.
7) Una solución podría ser la creación de la ¡Secretaría de la Seguridad Social! Se “requiere de una dirección técnica con expertos dedicados 100 por ciento al tema de la seguridad social, a diagnosticar, política, social, económica y jurídicamente el tema y que reporte a un consejo integrado por los poderes de la Unión, gobernadores, líderes sindicales, el director del IMSS, del ISSSTE y empresarios. Esa dirección debe encontrar el diagnóstico y la solución del problema”.
7) Decidiendo en la pura cúpula y sin la sociedad
Así, para Valuaciones la “solución” es más burocracia aunque, ahora, “dirigida” por los “expertos” que tanto agradan al Lic. Flores Pérez y al propio Aguirre: los actuarios. Lamentablemente, la sociedad: sus necesidades y voces, no caben en esta “visión”. Sólo cabe la misma cúpula que ya ha decidido, por cierto, bastante mal; sólo la lista de su “proyecto” de Secretaría puede volver a decidir: la misma cúpula que ya ha decidido con De la Madrid, Salinas, Zedillo y Fox; la misma que, por cómo ha decidido, tiene “hundidos” al IMSS y al ISSSTE.
Esta “visión” expresa la completa insuficiencia del discurso gubernamental. Un fenómeno que ya es mundial: antes ocurrió en Italia, Francia, Brasil, Panamá y, ahora, hasta en Holanda. La realidad es que hace tiempo que la sociedad -como en muchas otros asuntos públicos- aventaja la lectura reducidamente actuarial de los gobiernos.
Pero, muy a diferencia de su estrecho entender, el “diagnóstico” y “solución”, para emplear el cupular lenguaje de Aguirre, sólo puede surgir de las mesas amplias que el tardo-priísmo y el foxismo han esquivado olímpicamente desde 1988. Esas mesas constituidas con todos los actores de la arena, deberían iniciar dando la palabra a los médicos, enfermeras y profesiones afines que prestan los servicios -que Aguirre insiste en “reformar” sin haberlos siquiera consultado-, así como al ciudadano-usuario-paciente: a los derechohabientes.
Además, con esta disminuida caja analítica, Aguirre y su despacho:
1) asumen las cifras que Levy fabricó con afán apocalíptico, aunque la propia CONAGO haya reconocido que no contamos con suficiente información como para, siquiera, establecer el total de pensionados y jubilados nacionales. ¿De dónde proceden las bases de datos con que construye sus escenarios el actuario Aguirre?
Valuaciones representa el imperio de la información numérica en abstracto, descontextualizada del marco social en que esos números cobran cuerpo y tienen sentido.
2) Y lo que resulta aún más grave: ese imperio numérico abstracto, renuncia a pensar, siquiera, el proyecto de País que debería servir de soporte al modelo de salud y seguridad social que requieren los mexicanos que ya nacieron.
Valuaciones representa, junto con el segmento del CEN del SNTSS que optó por modificar el RJP cancelando el debate en que se hallaba inmerso su propio Congreso, la decadencia de la visiones priístas y foxistas para intentar dotar de seguridad social a los mexicanos que ya nacieron y a los del futuro.
Los jóvenes del día de hoy, y todos aquellos que lo serán en el inmediato mañana, todo ellos son “contabilizados” como un “pasivo contingente”, nunca como generación; como una generación con derecho pleno al trabajo y al disfrute.
3) La descontextualización con que trabaja Valuaciones le permite afirmar que los “activos no sólo van a acabar con los sistemas de pensiones sino con el País”. ¿Y el mundo de las conquistas laborales? ¿No existe?
En suma: esa “visión” de Valuaciones, solo sabe agregar numéricamente sin marco histórico y de paso, como lo intentó Levy, sólo sabe amedrentar.
4) Finalmente, esa “visión” confirma que, al igual que el gabinete sectorial de Fox; al igual que el IMSS-Levy y como un segmento del actual CEN del SNTSS, también Valuaciones, carece de una propuesta viable médico-clínica que, con mucho, constituye la tarea principal de las grandes instituciones nacionales de seguridad social.
Esa fue la propuesta “responsable” que compró un segmento de la cúpula del CEN.
8.- ¿El sindicalismo “propositivo y responsable” está impedido de voltear hacia atrás?
Cuando -a partir de las reformas adicionales 2001 a la Ley del IMSS que lo constituyeron en Organismo Fiscal Autónomo, el Consejo Técnico a modo que diseñó Levy señaló, en 2004 -año en que el propio Levy y su director de Comunicación Social, Lic. Roberto Calleja, desataron la peor campaña de desprestigio que se haya enderezado contra los trabajadores- que el RJP “es el problema más grave que confronta la institución”, quedó claro que ese Consejo Técnico a modo, como Levy, no era competente .
Cuando el segmento del CEN del SNTSS proclive a la modificación del RJP sostuvo en el ya citado desplegado “por un sindicalismo responsable y propositivo” que “había que darle viabilidad financiera a la institución”, ese segmento de esa cúpula, validó la interesada lectura apocalíptica de Levy y la de su eco: ese Consejo Técnico a modo.
Antes de que los trabajadores hubieran debido poner medio centavo partido por la mitad, ese segmento del CEN debió haber exigido una auditoría integral a los diferentes seguros del Instituto -tal y como mandató el primer resolutivo del XXIII Congreso Nacional Extraordinario- y debió haber denunciado los determinantes estructurales de la situación financiera del IMSS -Ley Zedillo de 1995/97-; denuncia que el Dr. Miguel Angel Sáenz Garza preparó acuciosamente para un sin fin de participaciones del Dr. Vega en las cámaras de diputados y senadores .
Ese segmento del CEN no recurrió ni a la auditoría ni a la denuncia sobre los determinantes estructurales. ¿Por qué consideró que no había que voltear hacia atrás?
Levy lo había establecido claramente desde los primeros días de su fatal gestión: “yo no volteo para atrás”. Comprensible: su tarea iba a consistir en tapar, a la priísta, las garrafales decisiones de sus antecesores tecnócratas priístas: Ernesto Zedillo, Luis Téllez, Genaro Borrego, Gerardo Cajiga, Gabriel Martínez, Mario Madrazo, Santiago Echevarría Zuno, entre muchos otros.
Pero ¿porque tampoco volteó ese segmento del CEN?
La respuesta la tiene la “visión” de Valuaciones, quién respondió de la siguiente manera a Imagen Médica:
“Pregunta: ¿consideró en su propuesta una posible auditoría a los fondos de pensiones del Seguro Social?
Respuesta: No es nuestro trabajo. Me parece que lo importante es ver hacia delante. Suponiendo sin conceder que se hubieran robado algo, que hubieran desviado recursos, pues eso es mínimo comparado contra el problema que tenemos por delante, no pinta contra el problema que tenemos por delante. Tenemos un problema, según el Seguro Social, de 70 mil MD que es cercano a la deuda externa y según nuestras estimaciones son más de 100 mil MD. Nadie puede haber tomado o desviado más que la deuda externa. Es inimaginable. La recomendación es: si quieren voltear hacia atrás, pueden voltear hacia atrás, pero eso es lo menos importante. Hay que voltear hacia delante”
¿Eso es lo menos importante? ¿No hubo robo ni mala administración? ¡Suena a Levy, sin Levy! Lo que ciertamente “no pinta” es el argumento de Aguirre: ¿dónde quedaron la participaciones del Dr. Vega ante las Cámaras que trataron de los determinantes estructurales?
¿Fue suficiente ésta respuesta para el sindicato “democrático” que sólo vieron De Buen y Alcalde?
Todo lo anterior será seguramente considerado cuando los trabajadores del IMSS renueven el próximo año su dirigencia sindical.
Porque como se preguntó, hace ya algunos años, uno de los integrantes de ese CEN, Héctor Ulises García Nieto:
“El tipo de representación que existe en el sindicato, que conjuga la representación directa en los centros de trabajo con la representación mediada, indirecta o delegada de los órganos de dirección sindical local, estatal o nacional, incide de manera negativa en la forja de los consensos. Si bien puede operar un forma de relación directa entre los delegados sindicales y los trabajadores de las unidades, ésta tiende a flexibilizarse hasta perderse cuando se escala de manera progresiva en la organización sindical” .
9.- Nuevo gobierno y nueva dirigencia: ¿auditoría al actual CEN?
Desde 1988 las políticas nacionales de salud y seguridad social han carecido del horizonte de integralidad que suele caracterizarlas.
En el México de los tecnócratas (priístas y foxistas) esas políticas estratégicas para la cohesión social, se han extraviado en un mar de confusión alrededor de los niveles “adecuados” de competitividad. Esa fue la única “novedad” que Salinas, Zedillo y Fox trajeron al “debate”. El ciclo -que inició Genaro Borrego en 1993- se ha cerrado con una profunda prueba de incompetencia técnica llamada IMSS-Levy. Y el IMSS no está mejor que en 1992.
Pero no sólo el discurso gubernamental está detrás del de la sociedad: también lo ha estado, y muy señaladamente, el patronal.
Por su parte, los partidos políticos sólo reptan sobre esta ausencia de propuestas viables: no tienen altura, ni están a la altura de lo que supuestamente representan.
Lamentablemente, tampoco la gran mayoría de las “propuestas” de naturaleza sindical parecen estar optando por la ruta de su modernización y democratización. Todavía no acaban de comprometer seriamente la calidad del servicio que prestan con el destinatario principal: la derechohabiencia, el usuario, paciente, ciudadano y sus precisas necesidades de salud y seguridad social.
Impidiendo a los trabajadores el uso de la palabra, un segmento del CEN ha querido hacer pasar como una iniciativa “propositiva y responsable”; como una iniciativa “suya”, una simplona lectura actuarial que se ajusta más a los intereses de la Secretaría de Hacienda y Los Pinos, que a la defensa de las condiciones de trabajo de sus representados.
A diferencia de la rica experiencia panameña, ese segmento del CEN, no sólo volvió a desaprovechar la oportunidad de fortalecer su alianza con los derechohabientes, también renunció a construir -como sí lo hicieron las dirigencias panameñas- un discurso intermedio entre las iniciativas gubernamentales y sus propios representados. Ese discurso intermedio debió haber bajado las iniciativas gubernamentales al debate informado y con él, regresar a las mesa de negociación para mostrar al gobierno la pobreza de su entender y la inviabilidad de su propuesta. Basta considera que la simple demanda de auditoría integral, hubiera obligado al gobierno a revisar los términos unilaterales de su “salida”.
Ese segmento del CEN no hizo el trabajo realmente relevante y difícil que sí hicieron los foros organizados por muchos de sus representados: desarmar la propuesta gubernamental y proponer regresar a la mesa con nuevas preguntas. Prefirieron la ruta más cómoda y sencilla: imponer.
Hacer ese trabajo implicaba un mayor nivel de legitimidad de la actual dirigencia, mucho trabajo, imaginación y un proceso novedoso de rendición de cuentas que desconoce ese segmento del CEN. Ese trabajo no se hizo: el madruguete del 14 de octubre lo simboliza con perfección. Por ello resulta sencillamente demagógico que De Buen aluda a la “difícil democracia sindical” y Alcalde se refiera a una “propuesta de los trabajadores”.
Como declara el actuario Aguirre:
“Hay que decirlo con claridad: no se podrá establecer un sistema nacional de pensiones, pero se debe legislar ya para implementar un solo modelo de seguridad social que establezca criterios generales para fijar recursos para el pago de pensiones y unifique edades de jubilación. La propuesta tendrá que venir de los propios trabajadores, que deberán ceder algunos de sus beneficios actuales”
El segmento del CEN proclive a la modificación del RJP se ha hecho portador de esta reducida “visión” y ha dado oídos sordos a las siguientes palabras de Christopher Daykin, jefe de la Oficina Actuarial del Reino Unido y presidente de la Asociación Internacional de Actuarios:
“la situación del IMSS “no obliga a tomar acciones inmediatas, pues aún no está en riesgo su viabilidad. No creo que esté en una crisis. Los problemas que enfrenta son de largo y no de corto plazo. Son situaciones que enfrentan muchas instituciones de seguridad social en el mundo…no veo que el IMSS tenga algún problema de solvencia que requiera que fuera rescatado, aunque sí tiene desafíos estructurales de largo plazo: la contratación externa de servicios puede reducir costos, pero tiene que examinarse con cuidado para asegurar que no afecte la calidad del servicio. Reino Unido lo hizo para mejorar la calidad, no para generar ahorros. Problema urgente del IMSS es el de aplicar una estrategia que mejore la calidad de los servicios y que fortalezca su imagen para generar la confianza pública”
Por ahí tendrán que empezar, tanto el gobierno que resulte electo el 2 de julio de 2006, como la nueva dirigencia que los trabajadores IMSS elijan como su representación emergente el próximo año: identificando con seriedad toda aquella herencia priísta que Levy distorsionó deliberadamente, luego agravó y, finalmente, catapultó generando sólo nuevos problemas.
Y para esa dirigencia emergente, tal vez haya llegado la hora de auditar, también, al ciclo de secretarios Generales del SNTSS que abrió con esperanzas el Dr. Miguel Angel Sáenz Garza y que cierra, sin mucho bombo, el Dr. Vega Galina.
Notas de pie
1. SNTSS (2005) Por la viabilidad del Instituto Mexicano del Seguro Social: Un Sindicalismo Responsable y Propositivo, Desplegado publicado en La Jornada el 11 de octubre
2. 20 de octubre, 2005
3.La Jornada, 18 de octubre
4 La Jornada, 22 de octubre, 2005
5La Jornada, 22 de octubre, 2005
6 El Universal, 27 de octubre, 2005
7 Reforma, 30 de octubre, 2005
8 Gustavo Leal F. (2004), “Consejo Técnico a modo”, La Jornada, 24 de abril
9Por ejemplo, la del 11 de noviembre de 2003, en la Cámara de Diputados; la del 21 de abril en el Senado o la del 8 de junio de 2004, también en San Lázaro.
10 “El Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social. En Búsqueda de la Renovación”, en Luis Méndez, Carlos García y Marco Antonio Leyva (Coordinadores), Confederaciones Obreras y Sindicatos Nacionales en México, Eón y UAM-A, Volumen 2, pp. 87-118, México, D.F.
11Milenio Diario, 23 de octubre, 2005
12 Gustavo Leal F. (2003), “Hasta que la “reforma” nos alcance”, La Jornada, 11 de octubre